Fundida, sin fondos y sin patrulleros y ambulancias, así quieren dejarle el Gobierno a Poggi
Cientos de vehículos, muchos de ellos patentados en forma reciente, están distribuidos en varios predios que se han convertido en cementerios de unidades de organismos que prestan servicios esenciales como Salud y Seguridad. Fuertes sospechas de desguace y negocios. Se estaría programando un remate.
El parque automotor oficial está sospechado de ser un agujero negro más de la corrupción. El Gobierno compra vehículos en cantidades y adquiere repuestos y cubiertas que significan inversiones millonarias en procesos administrativos que solo un puñado de funcionarios y oferentes conocen porque las contrataciones y licitaciones no se publicitan debidamente. Por lo general los decretos no se difunden y cuando se publican en el Boletín Oficial y Judicial, es un extracto y mucho tiempo de después.
Al vaciamiento de las arcas del Estado con el retiro de las últimas reservas que se conoció en medio del conflicto desatado por la falsa promesa de Alberto Rodríguez Saá de contratar como empleados públicos a los trabajadores de Inclusión Social y al también sospechado festival de licitaciones lanzado después de las elecciones, se suman maniobras alrededor del manejo de la flota oficial.
Hay fuertes sospechas de desguace y negocios alrededor de las unidades que entran a arreglo o mantenimiento.
El programa Parque Automotor, dependiente de la secretaría General de la Gobernación, concentra la reparación. En los últimos años la secretaría de Transporte se transformó en un jugador clave dentro del engranaje al asumir la adquisición de móviles para distintas reparticiones. A la serie de vehículos alojados en los talleres del Parque Industrial Sur, hay que agregarles los que han sido depositados en distintos sitios que en algunos casos se conocen porque están a la vista y en otros no.
Ambulancias, móviles sanitarios y patrulleros de distintas divisiones forman parte del paisaje que presenta la Planta de Verificación Técnica de la capital que hoy hace las veces también de cementerio automotor.
El predio ubicado sobre la calle Dominicos Puntanos entre Alem y avenida Sarmiento, cuenta también con decenas de camionetas, motos, utilitarios y colectivos.
Tras un relevamiento realizado por parte de El Chorrillero, se pudo comprobar que conviven vehículos desarmados y otros que no han sido intervenidos al menos en la parte exterior.
Un dato que llama mucho la atención es que hay decenas de vehículos con patentes que van desde 2016 hasta 2023, inclusive.
El Gobierno estaría programando un remate en el corto plazo.
Ocupan prácticamente las dimensiones de una cancha de fútbol 11. Las imágenes tomadas por el dron de este medio así lo reflejan. A algunos coches les faltan las ruedas, a otros autopartes, pero, a su vez, muchos tienen el chasis como nuevo. El arreglo pondría otra vez los vehículos al servicio de los sistemas de Salud y Seguridad, entre otros.
El Chorrillero también relevó los talleres emplazados en el Parque Industrial Sur, con decenas de ambulancias, patrulleros y motos estacionadas que llevan mucho tiempo en el lugar. Incluso en el predio de los Bomberos de Juana Koslay hay más.
De conversaciones de los vecinos de la Planta Verificadora se desprende otro dato: en los últimos días hubo mucho movimiento dentro del predio, por fuera de lo normal. El ingreso y salida de unidades que no pasaban a revisión no pasó desapercibido.
Ciudadanos que se acercaron al equipo de este medio pidieron que se consignara su preocupación por la acumulación de roedores e insectos que invaden sus hogares.
La flota elefantiásica desmantelada también forma parte de la pesada herencia que recibirá el Gobierno de Claudio Poggi.
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