Barrionuevo pasó de bancar al mimado de Cristina a ser el brazo sindical del candidato “anticasta”
El histórico sindicalista reconocido por el libertario como aliado, aportará fiscales en 11 provincias a La Libertad Alianza y ya tuvo gestos como el aporte de financiamiento y la organización de actos.
El jefe de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA), Luis Barrionuevo reapareció anunciando que estará a cargo de armar la fiscalización de Javier Milei en varios distritos en las elecciones presidenciales.
El sindicalista peronista había expresado su simpatía, se reunió y le organizó un acto al libertario. Hasta se le adjudica el papel de celestino en el vínculo con la imitadora y actriz, Fátima Florez. Ahora salió a confirmar su apoyo y habló sobre su rol en el esquema de La Libertad Avanza.
Aportará financiamiento y se ocupará de la fiscalización para lo cual se ha propuesto reclutar 200 mil fiscales que actuarán en 11 provincias.
En ese marco vaticinó que “va a ganar en primera vuelta y va a ser un aluvión, con un piso del 45%” y dijo que “no me interesa ningún cargo, sí tener un presidente amigo”. También especuló que en un eventual Gobierno del libertario los sindicalistas asumirían la gestión de los planes sociales con la premisa de incorporarlos en el mercado laboral formal.
“Todos los que quieran hacer una nueva Argentina son aliados”, reconoció del otro lado Milei blanqueando un pacto con Barrionuevo que en los años ’90 fue ultramenemista.
El camaleónico gremialista había jugado fuerte por el proyecto presidencial de Wado de Pedro, el candidato inicial de Cristina Kirchner que fue dejado a un lado por la vicepresidenta para allanarle el camino a Sergio Massa.
“En este país necesitamos políticos que piensen en el país y es por eso que vamos a tener la satisfacción y el lujo de tenerlo en el cierre de nuestro congreso al futuro presidente de los Argentinos", había aventurado al comprometerse con la candidatura del ministro mimado de Cristina.
“Creo que es lo mejor y tiene una conciencia de país”, entusiasmaba en mayo Barrionuevo fogoneando al hijo de la “generación diezmada”. Pasaron las PASO y el jerarca gastronómico se embarcó con el libertario: “Me alcanza con que el presidente sea mí amigo, levantar el teléfono y hablar como lo hice siempre".