"Ella lo roció en la zona de la cara y con un encendedor lo prendió fuego"; el fiscal describió el ataque a Bustos
Yris Garay, acusada de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por el ensañamiento. El delito prevé una pena de prisión perpetua.
Este viernes se realizó la audiencia de formulación de cargos en la causa que investiga la muerte de Brandon Bustos de 23 años. El joven fue rociado con combustible y prendido fuego por su pareja en la noche del martes. Murió horas más tarde en el Hospital Central "Ramón Carrillo".
El fiscal de Instrucción, Esteban Roche describió los hechos ante el juez Ariel Parrillis y acusó a Yris Garay de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por el ensañamiento.
Puntualizó que todo sucedió cerca de las 23 horas, en la casa 5 de la manzana J del barrio 1º de Mayo, al oeste de la capital puntana. La discusión inició porque el hombre se quiso ir en moto a su trabajo.
“Garay no lo dejaba salir y buscó una botella de tres litros para sacarle la nafta a la moto Honda 150. Mientras seguían discutiendo, ella lo roció a Bustos en la zona de la cara y con un encendedor lo prendió fuego. Brandon intentó salir, pero la mujer tampoco lo deja. Pasados unos minutos logró salir y fue auxiliado por un tío de la imputada. El hombre relató que vio una bola de fuego, vio que era Brandon, intentó ayudarlo, le tiró agua y luego lo llevó al Hospital del Oeste”, explicó el fiscal.
El joven luego fue derivado al Hospital Carrillo donde ingresó con más del 50 por ciento del cuerpo quemado y fallas multiorgánicas. 17 horas después del hecho, Bustos falleció. La autopsia realizada por la forense del Poder Judicial, Marcela Gómez, determinó que tenía quemaduras en la zona de la cabeza, torso, espalda, tráquea y pulmón.
El representante de la Fiscalía dijo que es necesario el dictado de la prisión preventiva que implique la sujeción de la imputada al proceso, como así también cautelar la investigación. Argumentó que hay elementos de convicción suficientes en cuanto al hecho y la participación de Garay, y que existe el riesgo procesal de entorpecimiento de la investigación y peligro de fuga.
“Estamos ante un hecho que presenta una violencia inusitada y cuya pena en expectativa es la máxima que prevé el Código Penal y es lógico pensar que la imputada no va a querer someterse al proceso siendo que si recae una condena será efectiva. Es importante remarcar la solidez de la imputación y la calidad de la prueba que esta Fiscalía ha reunido hasta el momento, y aunque estamos en el inicio de la causa no deja de ser un delito intrafamiliar ante el cual es clara la influencia que puede ejercer la libertad de la imputada sobre los testigos que tienen que declarar”, explicó Roche.
Muchos de esos testigos son familiares directos tanto de Garay como de Bustos. Una de esas personas es el tío de la imputada, que vive al fondo de la casa donde ocurrieron los hechos y vio a Bustos prendido fuego y luego lo llevó hasta el Hospital del Oeste para que lo asistan.
Las defensoras oficiales, Nadia Agúndez y Eva Morel, solicitaron la prórroga de los ocho días. La mujer se abstuvo de declarar y continuará detenida en una comisaría.
Parrillis hizo lugar a la petición de la defensa y fijó la continuidad de la imputación de cargos para el 29 de octubre al mediodía. En esa audiencia, el juez deberá resolver lo peticionado por Roche, respecto a la privación de la libertad de la acusada por un plazo de 120 días.