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EN PRIMERA PERSONA

La inseguridad en Villa Mercedes: robos a plena luz del día y abigeatos con policías sospechados

El crecimiento de los robos y la falta de prevención tienen en alerta a los vecinos de la ciudad.  

Foto Nahuel Sánchez
Los vecinos salieron a la calle a pedir seguridad.

por Catalina Ysaguirre

elchorrillero.com

Actualizada: 27/11/2023 23:30

Hay ciudadanos en Villa Mercedes que no quieren perder la batalla contra la delincuencia y por eso continúan planificando estrategias para que las autoridades escuchen y actúen. La última que se desarrolló fue una asamblea convocada por la Sociedad Rural Río V, el pasado 13 de noviembre. Sirvió para escuchar a los damnificados en primera persona. El ministro de Seguridad, Claudio Latini y la plana mayor de la Policía se comprometieron a estar y escuchar, pero no fueron y el flagelo contra la inseguridad solo se dilató un poco más.

Pero antes, el 6 de noviembre los vecinos del barrio Remedios de Escalada salieron a la calle porque están hartos que les roben. Cortaron la avenida Los Álamos y pidieron respuestas.

Algunos de los testimonios fueron sorprendentes, y muchos nunca ni siquiera trascendieron la opinión pública. Merecen varios párrafos en esta nota. Abigeatos en los campos encabeza la lista de los problemas.

Las autoridades del INTA respondieron a la convocatoria y transmitieron sus experiencias. A finales de noviembre del año pasado sufrieron el robo de 34 terneros, y en los últimos 60 días ya perdieron tres vacas: “Hasta ahora no han aparecido, no tuvimos respuestas”.

Saltó la preocupación del 911. Cuando las víctimas llaman por una emergencia la operadora que atiende es la de San Luis: “O sea que ni conocen los barrios de acá, y eso nos dificulta mucho”. También la falta de personal que hay en las comisarías, y la prevención.

Corte de la avenida Los Álamos reclamando seguridad.

Apuntaron que los nodos de seguridad instalados en diferentes sectores no cumplen con la función de evitar los delitos. Advirtieron que casi todo el día son vigilados por personal de seguridad comunitaria, y que “no hay policías adentro”.

Unas semanas antes la entidad rural fue recibida por Latini, pero fue una reunión más donde se trajeron promesas. “Le llevamos no solo los problemas del campo, sino lo que está pasando en el ámbito de la ciudadanía. Dicen que están trabajando pero creo que estamos en una zona gris porque se están yendo muchos, y los nuevos todavía no llegan”, dijo el prosecretario, Daniel Casella.

“Hay que hacer más reuniones, vemos que estamos en zonas liberadas. Quería preguntarle al ministro si a partir de las 4 de la madrugada es zona liberada, porque en ese tiempo los delincuentes hacen lo que quieren. Roban y se pelean por lo que robaron”, señaló un vecino de La Ribera.

Plantearon reformas judiciales ante el hartazgo de que los ladrones “entren por una puerta y salgan por otra”.

“Los chicos caen en las drogas, y eso provoca una necesidad que los lleva a delinquir. A las chicas en las puertas de los boliches les están robando constantemente el celular, las carteras, y no necesitamos a Control Urbano para solo vaya a hacer multa”, señaló otro vecino.

Pablo es uno habitante de la zona del canal de riego Nº1, al final de la 25 de Mayo. “Nos han robado a casi todos”, comenzó relatando, y sumó que la comisaría de La Ribera es la que entiende en la jurisdicción.

La asamblea que reunió a los productores y vecinos de Villa Mercedes.

“Un día llego y me encuentro a tres personas robando un potrillo. Tres días después los mismos volvieron e intentaron entrar a la casa. Los corrí, los alcancé, y terminé encerrado por los familiares. Me rompieron los vidrios de la camioneta y pude escapar, de lo contrario cobrara como en la guerra. Hice la denuncia y desde el 14 de febrero no hay ido a ver qué pasó”, continuó.

“Estoy cansado, soy un productor pequeño y llegó un momento en el que quiero vender todo. No puedo producir nada porque me robaban. Hace un mes me robaron 1200 metros de alambre que da contra una calle que da a Lavaisse. Decí que en ese lote no tengo hacienda, porque si se llega a salir un ternero mata a una familia, y el lío me lo como yo. Gracias a Dios no pasó nada, fui a la Policía, voy siempre a denunciar, pero no hay efectivos, y si vas no sabés si es malo o bueno. Te revisan toda la hacienda, y te preguntan qué movimiento hay”, dijo otro de los asistentes.

Apuntó que “está todo podrido”, en referencia a integrantes de la fuerza que están involucrados en abigeatos: “Hay que hacer cumplir las leyes, y hacer leyes más duras, no puede ser que pone $20 mil pesos y el ladrón sale a robar de nuevo. Hay que poner mano dura”.

“Las denuncias que hacemos van a un saco roto, porque no hay una continuidad ni un seguimiento. Por ejemplo, al oficial que encontré en mi campo le hicieron un sumario y quedó todo en la nada, volvió a trabajar y eso me da una impotencia bárbara. Porque él mismo en cualquier momento me va a parar en un operativo para pedirme los papeles de la chata. Qué confianza puedo tener yo en la Policía”, señaló el damnificado.

Contó que cada dos por tres encuentra personas “sacando leña” o cazando: “Prácticamente el campo es de ellos. Tiene que haber un control de cazadores, porque todos sabemos que se llevan lo que tienen a mano. Y si hay gente que son ‘manzanas podridas’ que no vuelvan más a la fuerza”.

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