Mientras los funcionarios buscan acomodarse como empleados y hacer contrataciones sospechadas, suspendieron las cirugías en el Hospital Pediátrico
La medida fue comunicada este viernes a todas las áreas. Las urgencias estarán condicionadas al funcionamiento del único dispositivo que tienen para monitoreo.
El sistema sanitario en San Luis volvió a exponer la desidia que atraviesa hace años. Esta vez, afectando la salud de los más chicos que deben atravesar algún tipo de cirugía.
En el cierre de la semana y mientras los funcionarios están concentrados en contrataciones sospechadas, acomodándose para seguir nombrados o promocionándose en la categoría más alta y haciendo entrar familiares a la administración pública después del 10 de diciembre, el Hospital Pediátrico suspendió las intervenciones quirúrgicas.
La decisión fue comunicada por el jefe de Quirófano, Federico Mosconi a las áreas de Cirugía infantil, Traumatología, Cirugía Plástica, Cirugía Maxilofacial, Neurocirugía, Odontopediatría, ORL, Gastroenterología y Anestesiología.
El profesional explicó que la determinación tiene como origen que “sólo queda en funcionamiento un monitor multiparamétrico para monitorización de pacientes bajo anestesia”.
La gravedad del escenario también puede repercutir en las intervenciones de urgencia que ingresan por guardia debido a que estarán condicionadas a que el único dispositivo “continúe funcionando".
Mosconi mencionó que hubo “múltiples notificaciones y reclamos realizados en el último año sobre la situación crítica de los monitores” al ministerio de Salud, pero no recibió respuesta.
“Fueron realizadas en tiempo y forma, con la intención de no tener que llegar a esta instancia”, advirtió sobre las demandas a la cartera que dirige Cristian Niño.
De esta forma, desde el primer día de diciembre fueron canceladas las cirugías que estaban programadas y no hay indicios de que el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá esté trabajando para solucionar los inconvenientes.
Por el contrario, las prioridades en los últimos días de gestión son otras: contrataciones que exceden el mandato, nombramiento de nuevos cargos y gastos extraordinarios que pondrán más en rojo las cuentas públicas.
En paralelo, familias que tenían previstas las intervenciones ven con preocupación el correr de los días y el riesgo que corre la salud de los pequeños.