Por la inseguridad, cada vez menos remiseros quieren trabajar de noche
Aseguran que los asaltos “se ven a diario” y piden más protección.
Por Sonia Schoenaker
El flagelo de la inseguridad es una problemática que preocupa cada vez más a los vecinos de Villa Mercedes. En todos los sectores de la ciudad se viven robos, hurtos y asaltos. Los delincuentes ya no esperan la oscuridad para actuar, ni tampoco lo hacen en lugares menos concurridos.
La situación preocupa a los remiseros, quienes transitan todo el día las calles. Están de acuerdo con que se sienten “expuestos” y piden “presencia policial”, principalmente por las noches.
Liliana, conductora de la remisería “Puma” aseguró en diálogo con El Chorrillero, que el panorama “es complicado, sobre todo para las mujeres que trabajamos en el turno noche”.
“Antes encontrabas policías en todos lados, después se terminó y ahora se ven poco y nada, nos desampararon”, añadió.
Comentó que los conductores de la agencias se mantienen en contacto permanente, y se avisan si algún cliente les genera sospechas: “Le avisamos al operador, me piden la dirección y empiezo a cruzarme a mis compañeros, yo voy bajando la velocidad para que me alcancen”.
Los remiseros trabajan incómodos, con miedo y mucha cautela a la hora de levantar pasajeros. Indicaron que las calles que son normalmente transitadas, como General Paz y Balcarce, cuando anochece se vuelven solitarias.
“La Policía se limita a estar en Pedernera y Lavalle y no los sacás de ahí. Si sabes que ahí no pasa nada ¿Por qué no te vas a los alrededores?”, cuestionaron.
En el mismo sentido, Justo Torres, propietario de la remisería “Los Olmos”, aseveró que por las noches “nadie quiere trabajar” a causa de los asaltos.
“Es un problema que tenemos a la madrugada, ya nadie quiere trabajar por la inseguridad. No se consiguen choferes entonces estamos perdiendo mucho trabajo por ese motivo. Al no tener conductores, no podemos cubrir los viajes y así es como vamos perdiendo la fuente laboral”, explicó.
Algunos trabajadores de su agencia fueron atacados en el último tiempo: “Hemos tenido tres o cuatro que se han salvado milagrosamente. Gracias a Dios que no ha pasado nada, inclusive han llegado a gatillarles con un arma de fuego. Por suerte no les ha salido la bala, así que hemos ‘zafado’ de esa manera”.
Hace 20 días, uno de ellos fue atacado en el barrio Eva Perón. “A uno de los muchachos le quitaron la llave del auto, le sacaron el dinero, el celular y también el medio de contacto que tenemos con la agencia. Te sacan las llaves, te las tiran y quedas sin comunicación, sin nada”, relató.
Consideró que una posible solución para los reiterados asaltos sería “tener más controles en la calle, mayor seguridad y más móviles haciendo rondas, eso nos salvaría mucho”.
Marina Torres trabaja como remisera desde hace varios años. Hace un tiempo fue asaltada por pasajeros que viajaron en su vehículo y a partir de ese episodio decidió “solo llevar personas que contraten el servicio a través de una llamada a la agencia”.
“Me ocupé a la salida de un baile, los chicos aparentaban estar alcoholizados y cuando llegamos a destino me agarraron de atrás, del cuello y me sacaron todo lo que más pudieron”, describió.
Señaló que este tipo de situaciones “se ven a diario” y consideró que “tendrían que largar un poco más de policías porque esta ciudad es tierra de nadie”.
Con respecto a las zonas en las que normalmente ocurren los asaltos, aseguró que “es lo mismo entre la periferia y el centro”.
“Uno trabaja lo justo y necesario por miedo. Si te excedés un poco corrés el riesgo de que te roben lo poco o mucho que hiciste. Uno podría trabajar un poco más para vivir mejor, pero ya no sabes a quién levantar”, concluyó.