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A más de 10 días del accidente donde murió Pablo Ayala, no hay detenidos y la familia pide justicia

El joven de 37 años iba en su motocicleta cuando un auto lo chocó. El conductor se fue del lugar y horas más tarde se presentó en la comisaría junto a su abogado.

Pablo Ayala.

por Antonella Camargo

elchorrillero.com

Actualizada: 27/12/2023 23:00

Ante la falta de respuesta de la Justicia provincial, la familia de Pablo Ayala Calderón apeló a las redes sociales para pedir celeridad en la causa que investiga el trágico accidente que se cobró la vida del joven de 37 años.

El siniestro fue el 16 de diciembre en Caseros y 25 de Mayo aproximadamente a las 4:20. Inicialmente se dijo que había perdido el control y cayó del rodado. Sin embargo, cerca del mediodía de ese día, un hombre de apellido Iglesias se presentó en la Policía con un abogado. Adujo que había participado del hecho.

Desde ese momento, la Justicia se mantiene en silencio sobre el hecho. No hay información sobre las medidas dispuestas ni qué Fiscalía está interviniendo. Inicialmente, la causa recayó sobre el fiscal Esteban Roche, quien se excusó de actuar porque había trabajado con el implicado, un jubilado del Poder Judicial.

En este escenario, la familia de Ayala Calderón ha caminado por Tribunales y reparticiones de la Policía en busca de certezas.

“Es una bolsa de mentiras”, de esa manera calificó la madre, Lila Calderón las respuestas que recibió en el Poder Judicial. A eso sumó que no les devolvían el casco del joven y desconocen si pudieron recuperar los registros fílmicos de la zona donde ocurrió el incidente.

La mujer pudo dialogar con el procurador General, Luis Martínez, quién le aseguró que había dado las indicaciones para que la investigación avance y el viernes tendría novedades.

Esa madrugada, Ayala Calderón iba a llevar a una amiga a su casa. Producto del choque impactó contra una columna de cemento. La muerte fue instantánea. Su acompañante, que sufrió diversas heridas, aseguró que llevaba casco.

“Es algo muy triste porque encima que los chocó, lo mató y los abandonó. Yo no sé si el hombre se fue a su casa, cambió de chofer o en qué condiciones estaba”, cuestionó la madre en declaraciones a El Chorrillero.

Mencionó también que “el peritaje arrojó que la moto quedó en tercera y no iba fuerte”. “El conductor del auto sí porque dobló como venía y no frenó”, afirmó.

Calderón dijo que se contactó con una de sus hijas, una mujer que vio el accidente. Les describió que Iglesias “se bajó, agarró la cabeza y se fue”.

“El dolor más grande que tengo es la herejía del hombre de matarlo y dejarlo tirado. Ni siquiera llamar a alguien”, insistió la mujer y subrayó que sólo buscan “justicia”.

Pablo era el más grande de tres hermanos. “El regalón, el mayor, el único varón”, así lo recordó su mamá.

Reconoció que en estos días se aferraron a la premisa de que la “justicia siempre llega”: “Creo que mi hijo es un ángel y se lo llevó Dios porque tal vez lo necesitaba”.

“A nosotros nos desbordó el dolor, pero también el orgullo porque no sabíamos que lo querían tanto”, cerró.

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