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ACCIONES PENALES

La ministra de Seguridad ratificó en la Justicia las denuncias contra Luciano Anastasi, Claudio Latini y Ernesto Alí

Nancy Sosa aportó documentación original requerida. Además, amplió la presentación por los faltantes de elementos como televisores, sillones, monopatines y microondas.

Luciano Anastasi, Claudio Latini y Ernesto Alí.
Actualizada: 04/01/2024 20:46
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Este jueves, la ministra de Seguridad, Nancy Sosa ratificó y amplió la denuncia contra tres ex funcionarios que formaron parte de la gestión del ex gobernador Alberto Rodríguez Saá por fraude a la administración pública, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes en concurso real. Se trata de sus antecesores, Luciano Anastasi, Claudio Latini y el intendente de La Toma y diputado Nacional electo, Ernesto Alí.

Esta mañana, la funcionaria se presentó en el Poder Judicial por las denuncias sobre los anticipos financieros que recibió Alí para refaccionar dependencias policiales, pero las obras nunca se concretaron.

“También apartamos los documentos originales para que estén a disposición de la Justicia. Además, hemos realizado una ampliación, ya que faltan aún otros elementos”, comunicó.

En declaraciones a la prensa dijo que ha observado una buena predisposición y celeridad de la Justicia: “Pude transmitirle mi preocupación del daño social que se hace cuando se produce un delito, sobre todo cuando se toma por propio lo que le pertenece a todos, no solo al Estado provincial, sino que es algo que se compró con los recursos de todas las personas”.

En este marco, dejó al descubierto que desde que asumió el 10 de diciembre halló faltante de diversos elementos. “Justamente la extensión de la denuncia tiene que ver con elementos del despacho que no están como un sillón, una mesa ratonera, una cafetera, microondas y televisores”, expuso.

La funcionaria dijo que “hay elementos que fueron comprados por el ministerio de Seguridad y cedidos a la Policía para su administración como por ejemplo los monopatines”.

“Después de revisar, de pedir todo el documental según la administración, faltaban monopatines, de los cuales de solo uno hay un acta de entrega. Se compraron 150 monopatines, los que requiere aparte el casco y todo lo necesario para su funcionamiento”, completó.

Y añadió: “Se han recibido denuncias anónimas. Nosotros, por supuesto, tenemos la obligación de investigar esas cuestiones. Detectamos realmente que hay un delito. De hecho, los faltantes en mi despacho surgen de las propias personas que trabajan en el lugar y notaron la ausencia por ejemplo del sillón”.

En cuanto a la indumentaria de los efectivos señaló que hace por lo menos seis o siete años que no se entregan uniformes. Y reveló que los cuatriciclos y areneros adquiridos por la anterior gestión “no fueron requerimiento del personal policial”.

“La Policía me ha acercado las necesidades que transmitió en su momento, las cuales no fueron tenidas en cuenta. Parece de un capricho, de una insistencia de ir en compras que no son relevantes para la institución”, apuntó.

En lo que respecta a los recursos que giró el Gobierno a la intendencia de La Toma para mejoras en las dependencias policiales transmitió que se encuentra en materia de investigación.

“También hemos traído para que la Justicia pueda determinar los anticipos, si se dieron en forma correcta de acuerdo a las certificaciones. Lo que sí hemos aportado, es el verdadero estado después del relevamiento de nuestra arquitecta del área de Infraestructura de Seguridad (Leila Vega) en el que se encuentran las obras. En base a eso queda la determinación de la Justicia de averiguar los pormenores y ver el faltante de dinero que se ha otorgado según la calificación de obra”, dio a conocer tras la consulta de El Chorrillero.

Por otra parte, se refirió a los nodos policiales y anunció que serán reutilizados: “Hay que tener en cuenta la concepción del delito el que se encuentra en constante movimiento. Un nodo me exige a mí cuatro efectivos y encima no presentan condiciones habitables. Se compraron 300, pero no se entregaron los 300”.

En este contexto, aseveró que “la política de seguridad era tener a los policías dentro de un nodo y tener liberadas todas las arterias”.

A modo de conclusión, consideró que “las personas vienen cumpliendo una tarea dedicada. Quizás necesiten una capacitación, elementos para la tarea que brindan, para cuidarlos a ellos y también para el cuidado de los edificios públicos como las escuelas, los hospitales y por supuesto en materia de prevención”.

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