De emprender en un lavadero de autos a trending topic por el rayo que lo impactó cuando caminaba hacia su casa

Tiene 20 años y fue el protagonista de un hecho que traspasó los límites provinciales. En la noche de los Reyes Magos (el sábado a las 3:20 de la mañana) volvió a nacer. Lo impactó un rayo pero sobrevivió. La descarga eléctrica le ocasionó quemaduras en todo el cuerpo y necesitará varios meses para recuperarse.

Una cámara de seguridad captó el momento y las imágenes recorrieron los medios de comunicación de todo el país. Ayer cuando le dieron el alta estaba sorprendido por eso, y no dejó de atender a ningún periodista que lo llamó por teléfono, inclusive hizo una video llamada con TN desde el Hospital “Verónica Bailone”.

Ya está en su humilde casa del barrio Familia Obrera, en el oeste de la ciudad de Villa Mercedes, convencido que Dios “le dio otra oportunidad para seguir caminando”. Posiblemente desde esa noche su vida cambió para siempre, al menos en la fe. Sonríe porque puede “vivir” para contarla.

El rayo tocó una cadenita que tenía una cruz como dije. Lo envolvió y lo desplomó debajo de los árboles, en medio del agua. “Caigo y muero”, relató con la certeza que le dieron los médicos: estuvo sin vida por algunos minutos, pero su corazón volvió a latir. Cuando se despertó en el centro asistencial no creía lo que le decían, hasta que vio el video.

Si le preguntan si cree en los milagros, dice que sí, y si le consultan sobre la fe en Dios, recuerda a su mamá, a quien perdió cuando él tenía 9 años. “Tuve bronca porque no entendía por qué tenía que crecer sin mi vieja, pero con el tiempo perdí el rencor y fui comprendiendo”, señaló.

¿Quién es Jonathan?: “Hace 20 años que estoy aprendiendo como todos, porque nunca dejás de aprender, y tengo ganas de vivir, de seguir con mi emprendimiento, sé hacer muchas cosas, y ganas de tener mi propia pieza, de hacer la ampliación. Me conoce mucha gente, no me meto en la vida de nadie. Voy a seguir a ver qué otros desafíos, piedras o ‘rayitos’ me pone la vida”. De ese modo se describe y mira el futuro, pero lo cierra con humor.

No terminó la escuela y decidió ponerse a trabajar. Tiene espíritu de emprendedor: el año pasado puso un lavadero de autos en el taller mecánico de su padre, en 25 de Mayo al 1800. La situación económica del país lo frenó en el inicio de este año. “Bajó muchísimo la demanda. La gente no puede pagar $4 mil que es lo que sale. Y no está funcionando. De 17 autos que lavaba por día el año pasado, pasé a tener cuatro. Y en lo que va de enero ha sido muy malo, la hemos pasado mal”. Sin embargo dice que es su “salvavidas”.

“Quiero vender accesorios como fundas, cubre volantes. Siempre quise tener mi propia plata, no me gusta tener que pedirle a mi papá”, contó durante la entrevista que ofreció a El Chorrillero. Se desempeñó en una panadería, en una concesionaria y en una metalúrgica. En alguna época también cortó el pasto y aprendió algo de albañilería.

Ahora piensa en ponerse “al 100%, seguir adelante y progresar”. Tiene el proyecto de hacerse una habitación en la misma casa para poder vivir con su novia, con quien está hace 4 años. Ya levantó “algunos ladrillos”.

Su actitud es positiva aunque le falten muchas cosas, aunque no tenga las mejores comodidades para afrontar esas heridas. Le donaron un colchón anti escaras y le prestaron un aire acondicionado (lo va a tener que devolver en tres meses si ya está recuperado). Deben comprarle las cremas y otros productos para hacerle las curaciones una vez al día, por eso pidieron ayuda.

Todos los que quieran colaborar pueden hacer sus aportes al alias Dayana.Soledad.1997, o al CBU 0000003100035093094212.

Fotos, video y edición: Nahuel Sánchez