Cintia Ramírez se niega a renunciar y el fútbol sigue parado
Luego de las escandalosas denuncias, el aporte a su club por $300 millones y las irregularidades en contrataciones realizadas los últimos días antes de su gestión, su renuncia se pide a gritos.
Cintia Ramírez administró como secretaria de Deportes más de $6.700 millones, según se conoció. En la gestión hubo irregularidades y es inminente que se formalicen demandas penales.
Mientras la ex funcionaria contrata un abogado penalista de renombre, realiza comunicados de prensa manifestando su voluntad de ayudar y dependiendo el día habla como presidente o ex presidenta del club, el fútbol de San Luis sigue parado.
La AFA no quiere políticamente a clubes intervenidos y ejerce presión para que se levante la intervención.
El Gobierno provincial sostiene claramente por su parte que no puede permitir que un club siga con las innumerables irregularidades detectadas.
En esta tensa situación hay una responsable: Cintia Ramírez.
Si ella no se hubiera transferido para su propio club días antes que termine el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá casi $300 millones (cifra que supera el aporte del Estado a Juventud y Estudiantes en todo el 2023), hoy no se estaría en presencia del problema.
Si Cintia Ramírez no hubiera utilizado el Estado provincial en beneficio propio realizando contrataciones irregulares, hoy nadie estaría preocupado por el futuro del fútbol de la provincia de San Luis.
La solución está a la mano y es simple.
Si Cintia Ramírez y su comisión directiva renuncian como socios, el Estado provincial podrá levantar la intervención y normalizar.
Dice que no puede renunciar porque el club está intervenido.
Esto no es cierto y dilata innecesariamente la situación. Renunciar como socia es desvincularse del club que ella mismo creó, pero en su obsesión por seguir cometió irregularidades que pueden tener graves consecuencias como terminar presa.
Hasta que Ramírez no dé un paso al costado la tensa situación entre la AFA y la Provincia persistirá.
El fútbol de San Luis está en vilo por la corrupción y los caprichos de quienes perdieron el poder.