A un mes de la muerte de Pablo Ayala, marcharon para pedir justicia

El ingreso al Poder Judicial fue el punto que eligieron familiares y amigos de Pablo Ayala para concentrarse y pedir celeridad en la investigación. Un mes atrás, la víctima viajaba en su moto por Caseros cuando en la intersección de 25 de Mayo fue embestido por un auto que conducía Felipe Iglesias. La muerte fue instantánea.

31 días después, no encuentran respuestas en la Justicia y decidieron salir a las calles a reclamar. El acusado sigue en libertad, mientras que advierten demoras en el avance de la causa.

“Hoy se cumple un mes del fallecimiento de mi hermano. Estamos pidiendo justicia para alzar su voz porque el ya no está con nosotros”, sostuvo Laura en declaraciones a El Chorrillero.

Consideró que “desde un principio estuvo mal el accionar policial porque no nos avisaron y hasta el día de hoy no tenemos respuesta”.

Laura mencionó que pudieron reunirse días atrás con el fiscal Esteban Roche quien les transmitió que “están trabajando”.

La mujer recordó a Pablo como “una excelente persona que se merece que se haga justicia”.

El padre del joven, Carlos Ayala planteó que “están ocurriendo hechos de accidentes con personas que se fugan del lugar y eso se está haciendo una costumbre”.

Mencionó tres casos similares que sucedieron en San Luis y lamentó que los conductores no se hagan “responsables de lo que pasa”.

“A 30 días no tenemos ninguna respuesta de la Fiscalía en cuanto a esa persona”, cuestionó Carlos, quien también entendió el proceso de feria que atraviesa la Justicia.

Sin embargo, hizo énfasis en que “es muy doloroso”: “Espero que a ninguna familia le pase porque realmente el proceder a veces no es bueno desde el inicio del accidente”.

“Lo único que pido es que se haga justicia y no haya otros hechos”, insistió.

En silencio, con carteles e imágenes de Pablo, sus amigos, familiares y compañeros de trabajo recorrieron las calles que rodean a la Plaza Independencia.