Una bicicleta estacionada en el pasillo, el motivo de la discusión que terminó con la vida de Juan Ochoa

Juan José Ochoa murió por un shock hipovolémico, se confirmó este miércoles durante la audiencia donde se formularon cargos por homicidio simple contra Santiago “El largo” Gil. Si bien fue atendido en el Hospital “Juan Domingo Perón”, los médicos no pudieron salvarle la vida al hombre que era oriundo de Coronel Moldes.

El arma homicida no apareció, pero se trató un “elemento cortante”. El agresor se lo enterró en el tórax y causó una herida "certera" y mortal: "De carácter irreversible". La sospecha es que usó un cuchillo o un elemento similar, metálico y filoso.

La víctima era el dueño de una propiedad donde le alquilan seis familias, y que está ubicada en General Paz 2119, en la zona del barrio Estación. Para llegar a los departamentos hay que atravesar el mismo pasillo. Al lado vivía él, en la casa principal.

¿Por qué el mediodía del 15 de enero se tiñó de sangre? Una bicicleta mal estacionada es la respuesta a ese interrogante.

Todo comenzó el domingo cuando Roque Baez, uno de los inquilinos de Ochoa, invitó a Gil a su hogar. “Allí van a permanecer durante varias horas tomando vino”, aseguró la fiscalía que está a cargo de José Olguín.

El visitante había dejado su rodado en el pasillo y como obstruía la entrada y la salida de los otros habitantes que sí o sí comparten el mismo espacio, Ochoa le pidió que la moviera. Pero a Gil eso no le gustó y se enojó. Sin embargo un vecino intervino y defendió al dueño de las agresiones.

Después de esta situación Baez “lo invita que regrese a la casa y se acuesta a dormir media hora hasta que se recupera”, según el relato del fiscal. Pasado ese tiempo “se levanta y dice que se va a retirar”. Cuando salió en la vereda se encontró con Ochoa y “le introdujo un elemento cortante” que fue mortal.

“Solo repetía ‘me voy a morir’”, revivieron los vecinos que lo socorrieron y llamaron a una ambulancia. Su vida se apagó a las 18:45.

Cuando llegó la Policía encontró la remera del imputado en la vereda, y más tarde se realizó un allanamiento donde logran secuestrar el medio de movilidad que utilizó.

El atacante escapó en la bicicleta, pero se entregó en la madrugada del martes en la Comisaría 9° donde se reconoció culpable del hecho. Vive con su madre y un hermano, y trabaja en la construcción, según le transmitió hoy al juez Matías Farinazzo. No tiene antecedentes policiales.

La Fiscalía  solicitó la prisión preventiva por cuatro meses, entendiendo que hay peligro de fuga. Mientras que el magistrado le otorgó la prórroga de la detención de 8 días, que solicitó la defensa para “producir evidencias”, y fijó audiencia para el 25 de enero. Por lo cual seguirá detenido en la Comisaría 31°.