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Qué rol cumplió cada uno de los rugbiers en el asesinato de Fernando Báez Sosa

El 18 de enero de 2020 el joven estudiante murió por los golpes que recibió por parte de una banda de amigos de Zárate a la salida del boliche LeBrique en Villa Gesell.

Los jueces del TOC 1 de Dolores condenaron a cinco a prisión perpetua y a los tres restantes a 15 años.
Actualizada: 18/01/2024 12:06
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Se conmemora otro triste aniversario del brutal crimen de Fernando Báez Sosa que sacudió a una sociedad entera, no solo por la manera en la que fue asesinado por parte de un grupo de rugbiers, si no por la violencia que existe en la noche argentina.

Fue el 18 de enero de 2020 cuando la víctima disfrutaba las últimas horas de vacaciones con sus amigos y su novia en Villa Gesell. Esa alegría se desvaneció cuando antes de las cinco de la mañana fue asesinado a golpes por un grupo de amigos provenientes de la localidad bonaerense de Zárate.

En enero de 2023, a tres años de aquel hecho, comenzó el juicio oral en el TOC 1 de Dolores en el que, gracias a las declaraciones, pericias y videos obtenidos, se pudo comprobar qué rol cumplió cada uno de los ocho jóvenes en el crimen.

Máximo Thomsen

Es el joven más complicado de los ocho. En el transcurso del juicio se constató que la huella en la cara de Fernando pertenece a la zapatilla que usó aquella madrugada.

Además, policías que estuvieron en el allanamiento confirmaron que fue Thomsen quién culpó a Pablo Ventura de haber participado en el crimen, algo que se comprobó que fue falso ya que el estudiante estaba con su familia en Zárate.

Sumado a estos anuncios, peritos lo ubicaron en la escena del asesinato en diversas oportunidades y también se encontró ADN de la víctima en su ropa.

A pesar de que en su declaración expresó que “nunca tuvo la intención de matar” el Tribunal lo condenó a prisión perpetua por ser autor del delito de homicidio doblemente agravado de Fernando.

Ciro Pertossi

Al igual que Thomsen, el rugbier es considerado otro de los más implicados. Se debe a que en todos los videos archivados en la causa se lo ve pegándole a Fernando.

A su vez, las prendas incautadas tienen ADN de la víctima y peritos confirmaron su presencia en el lugar de los hechos.

Los chats de WhatsApp de los acusados fueron importantes ya que muestran las conversaciones donde la mayoría de ellos confirmó el ataque y el posterior crimen, lo que generó una ola de revuelo en sus cercanos que en todo momento le preguntaron si eran los responsables: “Estamos bien todos. No pasó nada, no te preocupes”.

Se corroboró que durante la madrugada el joven buscó siete veces en Google “villa gesell pelea” para saber si habían dado a conocer el asesinato.

Este joven también fue condenado a la pena máxima por ser autor del mismo delito.

Luciano Pertossi

Fue el primero de los acusados en romper el pacto de silencio después de tres años. Aunque en una declaración escueta al manifestar que “no estuvo ahí” en uno de los videos, se pudo confirmar que sí le pegó a Fernando.

A pesar de que la imagen no es la mejor, por las características anunciadas por peritos, señalaron que el joven le pegó a la víctima cuando estaba en el piso, momento en el que estaba indefenso.

Asimismo, amigos de Fernando indicaron que Pertossi estuvo involucrado en el ataque a otros jóvenes.

Para los jueces su presencia en el hecho fue “necesaria” para que se cometa el homicidio y de esta manera también recibió prisión perpetua.

Enzo Comelli

En la mayoría de las declaraciones de testigos y amigos de Fernando lo ubicaron en la escena de crimen atacándolo y golpeándolo.

Además, como en los anteriores casos, peritos confirmaron su presencia en el ataque y asesinato.

Esto permitió que desde un comienzo la querella anuncie el rol predominante que tuvo Comelli junto a otros de los acusados.

De este modo, forma parte del grupo que fue condenado a la pena máxima por ser autores del asesinato.

Matías Benicelli

Identificación fácil y ropa incautada. Ambas pericias dieron positivo. Benicelli estuvo en el ataque y fue partícipe del crimen de Fernando.

En la indumentaria secuestrada por la Policía se halló sangre de la víctima y en los videos obtenidos se lo pudo ver golpeándolo cuando el joven trataba de defenderse.

Durante el juicio se resaltó que durante el ataque fue de forma particular a agredir a los amigos de Fernando y por este motivo es el último de los cinco rugbiers condenados a prisión perpetua.

Blas Cinalli

Desde un comienzo se supo que un dedo meñique de Fernando tenía ADN del joven, pero durante el transcurso de las 13 audiencias se pudo constatar que no tuvo un rol fundamental.

“Yo en ningún momento le pegue a Fernando Báez Sosa”, sostuvo en su declaración.

Por lo analizado en las audiencias, el Tribunal lo sentenció a 15 años de prisión por ser partícipe secundario del asesinato.

Ayrton Viollaz

Para este joven la situación fue un poco más alentadora en sentido de su implicancia en la causa.

Las pericias confirmaron que el rugbier estuvo en el ataque, pero golpeó a los amigos de Fernando y arengó a que continúe la agresión contra la víctima.

Con lo obtenido, los jueces también lo condenaron a 15 años de prisión.

Lucas Pertossi

Las pruebas muestran que el joven les pegó a amigos de Fernando y que trató de impedir que defendieran a la víctima cuando estaba tirada en el piso.

Lucas es la persona que grabó con su celular la patada final que le dio Thomsen y que da por sentenciado el peor desenlace, la muerte de Fernando.

Luego es el que se muestra en un video de cámara de seguridad mandando un audio de WhatsApp al grupo de rugbiers confirmando que Fernando había “caducado”.

Horas después fue visto junto a Máximo en el McDonald’s del centro de Villa Gesell como si no hubiese pasado nada.

“Estoy muy mal por lo que pasó y sigo mal, estuve con tratamiento psiquiátrico y psicológico, a todos nos afectó mucho, siento mucha pena por lo que pasó. En ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa, no lo toque, en ningún momento participé de un plan de asesinato, sólo fui de vacaciones. Nunca tuve intención de quitarle la vida a nadie”, concluyó el joven en su testimonio.

Él es el último de los rugbiers que fue condenado a 15 años de cárcel por impedir la ayuda a Fernando y agredir a los amigos de la víctima.

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