Murió el joven que intentó robar cables y terminó con el 90% del cuerpo quemado
Ezequiel Francisco Curaba acababa de cumplir 21 años y estaba en situación de calle. Estaba internado en estado crítico y con custodia policial.
El joven de 21 años que se electrocutó el domingo último al intentar robar cables subterráneos de alta tensión en la zona sudoeste de la ciudad santafesina de Rosario y que se encontraba internado en estado crítico con el 90 por ciento de su cuerpo quemado, murió esta mañana en un hospital público, informaron fuentes policiales, judiciales y sanitarias.
Se trata del joven identificado como Ezequiel Francisco Curaba, quien el 1° de febrero pasado cumplió 21 años y que resultó herido por quemaduras de alto grado que afectaron el 90 por ciento de su cuerpo, cuando el pasado domingo, alrededor de las 20, intentó robar cables de alta tensión.
La víctima salió de una zanja abierta por donde pasan los cables subterráneos de la Empresa Provincial de Energía (EPE) en Presidente Perón al 6100, de la zona oeste de Rosario, con su cuerpo cubierto por las quemaduras tras una explosión y en estado de shock, según se puede ver en un video capturado por vecinos que presenciaron el episodio.
El joven fue trasladado al hospital de Emergencias-Heca-de Rosario dónde los médicos constataron que presentaba quemaduras de alto grado en el 90 por ciento de su cuerpo por las que quedó internado en terapia intensiva con asistencia mecánica respiratoria en estado crítico, y donde alrededor de las 10.30 de esta mañana ese centro asistencial comunicó su fallecimiento.
En el marco de la investigación, un hermano de la víctima de 34 años fue detenido como sospechoso de ser cómplice del intento de robo del que habrían participado ambos y en que el aprehendido resultó ileso.
El 11 de enero pasado otro hombre murió también electrocutado cuando aparentemente se encontraba robando cables del tendido eléctrico aéreo de alta tensión de la empresa EPE en la zona sur de Rosario y se produjo una explosión.
El robo de cables de cobre es un delito que va en aumento en Rosario y según las estadísticas del Ministerio de Justicia y Seguridad santafesino publicadas esta semana, solo en enero 95 personas fueron detenidas en flagrancia de los cuales, 87 fueron hombres y 8 mujeres.