El escalofriante caso del doble femicida que escondió un cuerpo en su casa y engañó a la policía por 9 años
Sibora Gagani sólo tenía 18 años cuando conoció a Marco Romeo, de 31. Ambos se pusieron de novios y emigraron a España, pero tuvieron una relación conflictiva y se separaron. Desde el 2014, la joven estuvo desaparecida hasta junio del año pasado cuando su expareja cayó por el homicidio de otra mujer.
Sibora Gagani tenía 22 años cuando se la vio por última vez el 7 de julio de 2014. En ese momento, estaba instalada desde hace tres años en Torremolinos, una localidad de la provincia de Málaga, con su novio Marco Gaio Romeo. Allí, trabajaba como camarera para ganarse la vida y mantenía un contacto frecuente con su mamá que vivía en Italia.
De un día para el otro, esos llamados dejaron de hacerse y la preocupación creció. Su pareja, quien fue la única persona que la vio antes de que desapareciera, dijo que ella se había ido porque no quería continuar con la relación. Sin embargo, nueve años más tarde, cuando lo detuvieron por el asesinato de otra mujer, confesó que la había matado y que había colocado sus restos en la pared de su departamento. “Quiero colaborar, esto me va a perseguir toda la vida”, reveló a la policía a mediados del año pasado.
En el 2009, Sibora conoció a un joven italiano llamado Marco en Nettuno, un pueblo cercano al centro de Roma. Ella tenía 18 y el 31. Con el paso del tiempo, se acercaron, iniciaron una relación y decidieron emigrar a España.
Una vez realizada la mudanza, la veinteañera se seguía contactando con su mamá, Elisabetta Shahini, por teléfono o por internet para contarle cómo era su vida en dicho país. Sin embargo, no volvió a saber de la joven desde fines de junio del 2011, por lo cual comenzó a preocuparse. Antes de ello, Gagani le contó que se había mudado sola después de que le confesara que ya no estaba más en pareja.
El 14 de julio de ese mismo año, Shahini se contactó con Marco para saber qué había pasado con su hija y él le explicó que Sibora había decidido terminar la relación. Supuestamente, llevaba una semana sin verla ya que se había mudado del departamento en el cual convivían.
Si bien los relatos de ambos coincidían, Shahini comenzó a sospechar del exnovio de su hija ya que, según ella, “nunca había hecho algo así”.
Dos crímenes y una escalofriante confesión
El 17 de mayo del 2023, una joven de 28 años fue asesinada a puñaladas por su expareja, quien fue detenido horas después de fugarse. La víctima fue identificada como Paula Martín y, en ese momento, estaba de novia con Marco Romeo, que ya cargaba con dos denuncias por violencia de género por relaciones anteriores.
Según los testimonios, todo comenzó como una intensa pelea que llamó la atención de los vecinos y que terminó en una denuncia telefónica a la Policía. Al llegar al domicilio de la mujer, los efectivos encontraron su cuerpo con heridas de arma blanca, mientras que el principal sospechoso había huido. Ese mismo día, las autoridades detuvieron al hombre de 45 años por ser el presunto autor del homicidio.
Ante la conmoción que produjo la noticia de la muerte de Paula, los vecinos aseguraron que las discusiones eran constantes en la pareja y que incluso le habían preguntado a ella por qué no lo denunciaba.
Pero el rumbo del caso cambió cuando Romeo fue detenido en una dependencia policial de Torremolinos: allí, observó con atención una de las carteleras que exponía las fotos de las personas desaparecidas. En ese instante, señaló la foto de Sibora Gagani y reveló una escalofriante confesión: en el 2014, no sólo la mató sino que puso su cuerpo en una bolsa, lo colocó en una caja de madera y lo ocultó detrás de una pared. “Está enterrada en el ático”, reconoció en aquel entonces.
El hallazgo del cuerpo de Sibora se produjo la cuarta vez en la que los investigadores registraban el departamento en el que vivía junto a su asesino antes de su desaparición. En el allanamiento, tuvieron que tirar varias paredes y usar un sistema de rayos-X para encontrar los restos de la mujer.
En la caja, encontraron una gran cantidad de cal, un cuchillo con rastros de sangre y un ramo de flores.
Un giro inesperado
Si bien Marco realizó dicha confesión de manera improvisada a uno de los policías, tiempo después se negó a repetir tal declaración ante un juez. Incluso, se retractó, dijo que lo había inventado todo y que era inocente.
A partir del momento de su detención, Romeo permanece en una cárcel de Torremolinos sin derecho a fianza, a la espera del juicio que lo acusa de un doble homicidio.
Sin embargo, a principios de este mes, una nueva declaración del acusado tomó un giro inesperado. Según él, tras un “acercamiento con Dios”, decidió que iba a “contar toda la verdad de los hechos”, para lo cual escribió una carta de 17 páginas que remitió al juzgado.
En ella, dio detalles de cómo era su relación con Paula Martín y aseguró que los conflictos en la pareja estaban agravados por el constante consumo de cocaína y alcohol de ambos. En este sentido, admitió que había matado a la mujer, aunque fue en “legítima defensa”.
Supuestamente, ella lo habría atacado con un cuchillo por dinero que Marco no le devolvió y porque se enteró de una infidelidad que él había cometido. Según su relato, la pelea derivó en un forcejeo que finalizó en su muerte.
A pesar de ello, aseguró que él no tuvo nada que ver con el homicidio de Sibora Gagani, aunque sí reconoció haber ocultado el cuerpo. A su vez, apuntó a que los autores del crimen fueron miembros de la “mafia albanesa”, ya que “ella les debía dinero”.
“Él lo que cuenta es que, una vez que matan a Sibora, estos albaneses se llevan 9000 euros que él tenía guardados de sus negocios de drogas y que le dicen que con ese dinero su deuda estaría saldada, pero a cambio de su silencio y de que hiciese desaparecer el cadáver”, explicó Juan Manuel Medina, el abogado de la familia de la víctima.
“Incluso manifiesta que el cuerpo permanece dos días ahí -tirado en su casa- sin saber qué hacer con él, hasta que decide emparedarla”, agregó.
En la causa, interviene el Juzgado de Instrucción Número 3 de Torremolinos, el cual aún se encuentra investigando las circunstancias de ambos crímenes y no descarta la posibilidad de que existan más víctimas. De ser condenado, el femicida de Sibora y de Paula se enfrentaría a 25 años de prisión como máximo.
En cuanto a Elisabetta, la mamá de Sibora, no le queda duda de que el asesino de su hija fue Romeo y está segura de que actuó con cómplices: “Marco es un monstruo y quiero que me diga quiénes son las personas que lo ayudaron, porque la pared estaba perfecta y él no sabía construir”, expresó ante los medios españoles.
El cuerpo de Sibora Gagani permaneció 9 años detrás de una fría pared en el ático de la casa que compartió con el hombre que creyó el amor de su vida. Hoy, sus restos descansan en Nettuno, la ciudad italiana en la que creció.