Escuela “María Montessori”: así fue la felicidad de los alumnos por volver a sus aulas

Para muchos docentes fue el sueño que se postergó un año. La Escuela Especial N° 6 “Doctora María Montessori” estuvo un año abandonada y vulnerable. Fue saqueada y destrozada. El 2023 fue triste. Los estudiantes se quedaron sin sus aulas, y los trasladaron a otras instituciones que cedieron sus espacios. Pero el ritmo nunca fue el mismo. Les cambiaron la rutina y perdieron la comodidad. Muchos se fueron a centros de día para que las terapias no se vieran interrumpidas.

Este lunes 26 de febrero, de afuera hacia adentro, la escuela lucía “de pinta en blanco”. Las puertas se abrieron de manera puntual y los docentes no podían creer estar de nuevo en casa. “Estamos felices, qué más te podemos decir”, transmitieron cuando un equipo de El Chorrillero los visitó para conocer cómo se había organizado el primer día. Dijeron presentes unos 40 alumnos.

Al mismo tiempo se informó que están abiertas las inscripciones porque la institución necesita recuperar los chicos que se fueron y que forman parte de la matrícula. Antes del desastre edilicio tenía 90 alumnos con diferentes discapacidades intelectuales, TEA y otras condiciones que tienen que ver con la comunicación y el lenguaje emocional.

Era tanta la emoción que tenían los estudiantes que algunos llegaron corriendo. Una mamá pidió perdón por la demora, se les había pasado el colectivo, pero su hijo “quería venir a toda costa” y venían casi sin aliento. Lo traía la ansiedad de encontrarse con sus compañeros. Pero cuando entró se terminó de sorprender, y fue tan expresiva su sorpresa que no pasó desapercibida. “¡Arreglaron todo!”, exclamó, y salió a buscar a su maestro. Había carteles de bienvenida.

Las primeras horas fueron de adaptación, de mucha charla y alegría. “Algunos chicos faltaron, pero inician mañana”, contaron las maestras de algunos grupos. Se sentía la tranquilidad de que todo había vuelto a la normalidad. Se veía que otros disfrutaban de la lección de música, y faltaba poco para que compartieran el desayuno.

Es un edificio hermoso, con múltiples espacios, con un SUM, con cocina y comedor, aulas y salas que permiten hacer todo tipo de talleres, hasta de comidas. Un patio con juegos adaptados y canchita de fútbol.

Los primeros días de enero el Gobierno de Claudio Poggi puso en marcha un plan de emergencia para poner en valor esa, y otras que estaban en la misma situación edilicia, para que los alumnos “vuelvan a sus escuelas de origen” el primer día del calendario escolar. Las tareas se intensificaron en febrero y la misión se cumplió.

Mientras la escuela estuvo abandonada, personas en situación de calle la usaron para dormir, y otros para pasar ratos. El que quisiera podía entrar por cualquier rincón y llevarse algo, una silla, una mesa, una ventana. También la comunidad educativa perdió muchas herramientas del trabajo diario que estaban en los armarios y material didáctico. No pudieron resguardar todo, no todo se lo pudieron llevar a sus casas. En este sentido, los directivos están pensando en realizar dentro de poco una campaña para poder recuperar elementos principalmente de los talleres de cocina y carpintería.

Los delincuentes abrieron los armarios, destrozaron los techos para arrancar los focos, y de los baños despegaron los azulejos, y toda la grifería. “Creo que no se llevaron los termotanques porque son difíciles de sacar”, comentó un docente.

Pero lo malo ya quedó atrás. Lo lindo es que todo vuelve a empezar.