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Jubilados y la reforma del sistema: Adrián Troccoli habló de la propuesta del Gobierno, cómo perdieron en los últimos años y la utilización política

El sector que contiene a 8.845.985 de personas afronta el desafío de subsistir en medio de la fuerte retracción económica. Cuál es la fórmula que piensa la gestión libertaria y la palabra especializada.

Adrián Troccoli.
Actualizada: 16/03/2024 23:54
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Un tema que entrará en la discusión política será la reforma previsional que el Gobierno nacional tiene en la agenda para proponer al Congreso.

El borrador del nuevo megaproyecto plantea en materia de jubilaciones del régimen general otorgar en abril un aumento del 13,2% (que fue la inflación de febrero) más otro 10% como compensación por el deterioro de estos meses: en total el 24,52%.

Y el punto central es que la movilidad sea ajustada por la inflación de dos meses atrás. O sea, en mayo, la actualización equivaldría al IPC de marzo.

Si se considera sólo enero y febrero, la inflación según el INDEC fue del 36,6%. Es decir, el ajuste de los haberes debutaría con una pérdida de 10 puntos.

El proyecto oficial abarca a las jubilaciones y pensiones del Régimen General y no incluye, entre otros, a los docentes, docentes universitarios, diplomáticos, Luz y Fuerza y Poder Judicial.

Con el aumento y el bono de hasta $70 mil, las jubilaciones y pensiones de haberes mínimos están cobrando en total $204.445 brutos. Luego en abril se aplicaría el 10% y el IPC de febrero, con la incógnita de si esos aumentos se aplicarán sobre los $134.445 o sobre los $204.445 brutos.

El debate está sobre la mesa y cuenta inclusive con proyectos de otros espacios políticos como del bloque Coalición Cívica, Hacemos Coalición Federal, y hasta de la Izquierda. Se busca, de esta manera, que en Diputados se habilite una sesión especial en comisiones para el debate.

El abogado especialista en temas previsionales, Adrián Troccoli dialogó con El Chorrillero y dio su mirada sobre la actual situación del sistema jubilatorio.

Troccoli repasó los graves problemas estructurales que existen en la materia, las fortalezas y debilidades de la iniciativa oficialista, cómo los jubilados fueron “utilizados por la política” y las alternativas para encaminar el sistema.

-¿Cuál es su opinión sobre la propuesta de reforma previsional del Gobierno nacional?

-Hay que partir que es la reforma inmediata que la había anunciado parcialmente, más allá que lo planeaba hacer como futuro y de una manera más prolija.

Me parece raro, pero es la primera vez que escucho que conjuntamente se presentan proyectos similares como el de Nicolás del Caño, Maria Eugenia Vidal y de también (Javier) Milei. Las diferencias que tienen todos los proyectos son qué hacen con el mes de enero.

Este proyecto tiene algo bueno y algo muy malo, las dos cosas. Lo más importante en lo inmediato para el jubilado es que dejan de perder. El Gobierno lo explicará, pero la idea es seguir la inflación con la menor demora posible entre que se mide la suba de precios y se hace el pago. Evitaría una pérdida mayor a la que ya tienen. Mantienen la condición de ahora.

La verdad es que la expectativa con la fórmula actual es malísima. Algunos sostienen que de mantenerse esta fórmula habría un incremento. De hecho, (Luis) Caputo sostiene que habría un incremento. Yo tengo mis dudas, porque tendrían que darse algunas condiciones que no se están dando.

Hay que tener en cuenta que una de las cosas que primero se deja de pagar son los impuestos, así que la recaudación va a bajar en términos reales, no tengo absolutamente ninguna duda. También que la cantidad de jubilados subió en el último trimestre respecto al año anterior y ese es un factor que divide en la fórmula de jubilados. Y el RIPTE no estaría dando valores que den por arriba a la inflación.

Entonces ni se puede pretender una recuperación importante. No tener aumentos por dos meses y aun presuponiendo que en el tercer mes dé un poco más el jubilado va a perder. Con la fórmula que todavía está vigente, con la fórmula (Alberto) Fernández, quizás en junio tenga un peso.

Se propone cambiar por IPC con un atraso de un mes y medio, dos meses. Me parece genial el impulso de la iniciativa, pero se olvida de que en los últimos seis años perdieron muchísimo los jubilados.

La pérdida es del 54%, esto en números redondos.

Alguien que hoy está cobrando $250 mil, tendría que cobrar $520 mil y lo que va a suceder con esta fórmula es que siga cobrando lo que valen $250 mil hoy con la inflación inmediata. No van a seguir perdiendo, pero no estarían en ningún momento hablando de recuperarse.

En la entrevista que dio para Nación +, Milei dijo que ‘algo de licuación había’, por efecto de la inflación en las jubilaciones. Eso es una subestimación, algo no, hay un montón de licuación, muchísima.

Para los números redondos le bajaron a la mitad, esto lo hicieron los gobiernos anteriores, la fórmula de (Mauricio) Macri les hizo perder un 20%, los decretos de Fernández en 2020 también, generaron una pérdida importante, principalmente aquellos que cobraban la mínima.

Y el último año perdieron todos, como en la guerra. La movilidad del año pasado fue de 109%, y la inflación fue de 211%. Entonces ahí la pérdida que tenés es muy fuerte.

Esto me parece muy grave, me parece feo que no se plantee.

Podemos pensar algo más racional decir un plan quinquenal en algún periodo largo para recuperarlo, pero que permita evaluar cuál es la pérdida y segundo, devolvérsela.

-¿Por qué cree que la primera variable de ajuste termina siendo este sector tan vulnerable?

-Cualquier pequeña corrección que se haga, en la caja significa un ahorro muy importante para el Estado. La mitad del gasto público se va en jubilaciones.

Entonces, si yo te bajo el 10% de las jubilaciones y me ahorro el 5% de gasto. En cambio, si te bajo el 10% de la policía y me ahorro 0,3%, algo ínfimo.

Es más fácil apuntar a lo grueso que andar haciendo malabares para sacar realmente muy poca diferencia en el presupuesto total, esa es la primera cuestión. La segunda, es que los jubilados no van a hacer un paro nacional como hacen los gremios. La CGT no se suma. Si vos tocas a los docentes te prenden fuego la calle. Si tocas a los policías tenés el problema de (Axel) Kicilof en su momento.

Lamentablemente son el sector más fácil para el gobierno, cualquiera sea, de afectar. No tienen poder de fuego, no tienen un poder de queja significativo.

Por el otro lado, la verdad es que hoy las cajas no dan, hoy hay un hecho real que es que los aportes al sistema no alcanzan para cubrir la totalidad de jubilaciones que se dieron. Hay más de la mitad de las jubilaciones sin aportes. Son gente que no ha colaborado al sistema de manera directa, y entonces el sistema no está preparado para cubrir eso.

Hay 50% de trabajo en negro. Si esa gente trabajara en blanco y aportara, quizás el sistema jubilatorio estaría en otras condiciones. De hecho, la lógica de Milei, esto dicho antes de asumir la presidencia, es que las reformas previsionales para él eran de segunda generación. Creía que se arreglaba modificando el sistema laboral, que cuando tuviéramos un sistema laboral sano, donde estuvieran todos los empleados en blanco y aportando el sistema, eso iba a derramar en los jubilados porque iban a tener más plata en la caja, pero lo que pasa es que las proyecciones de eso son de 8 a 10 años. ¿Crees que le podés decir a los jubilados esperen ese tiempo que ahí vamos a tener plata para empezar a arreglar?

Esto es lo que termina siendo inhumano. Lo escuchas al defensor de la Tercera Edad y se triplicaron las consultas para acceder a medicamentos, para acceder a prótesis, porque no los pueden cubrir más.

-Si bien el tema es complejo ¿cuál sería la raíz del problema?

-Coincido sin lugar a dudas con el Gobierno. El problema estructural es la falta de empleo en blanco. Recuerdo que (Carlos) Tomada (ministro de Trabajo durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández) daba cuenta de un plan para pasar de monotributo a trabajadores formales y que los planes trabajar se iban a convertir en empleo formal. Me acuerdo que (Sergio) Massa había dicho lo mismo cuando era presidente de la Cámara de Diputados, que iban a lograr que los planes de asistencia iban a tener trabajo formal y los iban a seguir asistiendo a través de las empresas. Menem también, sobre la sanción de trabajo en negro que genera una serie de multas y facilidades.

Y la verdad es que hasta ahora solo ha crecido la falta de aporte, la falta de tener un sistema laboral registrado, es lo que impide tener un sistema jubilatorio sano. Este es el fondo.

Ahora, si esto se logra bajando los impuestos de las cargas laborales, no lo sé. Si esto se logra con inversión internacional, no tengo ni idea. Eso es otro tema.

Se han probado dos o tres versiones distintas del peronismo, después el PRO con visiones completamente distintas de la realidad y no lograron nada. En este sentido nunca hubo una mejora.

-Hay mucha demagogia…

Sí, no tengo dudas. Mucha gente lo utilizó para decir ‘yo les doy esto para que me voten’. Yo creo que sí fueron utilizados.

Se ha puesto de patas para arriba la cosa cuando (Alberto) Fernández hablaba de un sistema solidario y decía que la solidaridad era intrajubilados, que los jubilados que más cobraban le tenían que pagar a los que no habían aportado la jubilación, me parece que le estás cagando.

Le estás diciendo que el sacrificio de toda una vida no sirve para nada, es para mí es un robo. Claro, para que cerraran las cuentas se acható la pirámide. Había que darle un aumento a todos los jubilados que no se lo dieron y entonces se lo dieron a los nuevos jubilados.

No significa que no haya que dar algún sustento a aquella persona que llega a una edad avanzada sin tener aportes suficientes. Pero no puedes equipararlo, porque es una tomada de pelo, con el tipo que aporta siempre.

Esto viene un poco a cuento de hacer todo con los pies y que el bono no funciona, que tiene que ver con medidas de parche, de carácter político.

Yo me acuerdo que en el pasado el presidente Fernández dijo, “nuestros jubilados no perdieron”. Claro, tus jubilados, pero los que trabajaron sí. Los jubilados de la mínima en ese momento no habían perdido porque le metieron en un bono. Entonces habían estado un punto por encima, pero los demás perdieron como la guerra.

-El Cippec presentó una posible salida como el componente fijo, entre otras cosas …

-Hoy la prestación básica universal es un componente fijo. En principio la prestación básica universal sirve para esto, sirve para darle a todos una base. A partir de ahí la jubilación tiene una relación entre los años de aporte y el sueldo aportado.

Creo que hay que incorporarle una pata de ahorro personal, que esto tiene que ver con lo que decía en las aperturas de las sesiones ordinarias del Congreso del presidente cuando dijo de dar una ‘jubilación privada para los que quieran’, esto es para el excedente,

Quizás funcione dar una base mínima más importante y a partir de ahí tener cuenta los aportes realizados.

Esto de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) era una base, que están todos de acuerdo que no tiene que ser más el 80% del haber mínimo, pero tiene restricciones. Tendría que ser el haber mínimo y las restricciones sencillas. No puede tener dos beneficios. Si te doy una prestación universal sin aportes, es una sola, no se puede sumar la pensión y la PUAM.

-¿Se podría pensar en algún momento una fórmula superadora, que tenga en cuenta la inflación y evitar la pérdida de poder adquisitivo?

Primero, creo que una fórmula superadora es necesaria, es posible y se puede hacer más o menos fácil. Segundo, hoy los espacios políticos están más o menos de acuerdo en una especie de salida de emergencia porque yo no creo que sea lógico que ningún país del mundo piense en dar aumentos mensuales de la jubilación.

Yo quisiera que nosotros pensemos en que estamos en una etapa de crisis y que, en seis meses, un año, dos años más, volvamos a tener una inflación normal de 5%, 7%, y que entonces yo no necesite un aumento todos los meses.

Si el aumento en seis meses es 3%, no pasa nada. Pensar cosas en serio, pensar una cosa bien armada. También estamos tapados por la emergencia.

Otra es ponerse de acuerdo. Todos están de acuerdo en los proyectos que presentaron Nicolás del Caño, María Eugenia Vidal, Martín Tetaz, el Ejecutivo en la Ley Ómnibus. Son esencialmente idénticos. Es inflación con un mes de atraso. En lo que cambia es si te voy a reconocer por enero 10 puntos, 20, etc.

Yo considero que va a ser un hecho legal, una ley hecha y derecha pronto. Espero que sea muy pronto, esto es casi un deseo personal.

Ahora, superadora a esto, sí también, yo creo que mañana tenemos que salir, no solo poniéndola en un ecosistema razonable, sino que no hay ninguna razón para no mejorarle cada tanto a los jubilados.

Macri decía en su momento con una ley, bien orientada y mal en los efectos, que las jubilaciones tenían que participar del crecimiento del PBI. La cosa es que el derrame que daba esa fórmula, que resultaba en un aumento de $100 o sea, es como muy poquito.

Si vos pensás la población máxima, que está en $970 mil y tendría que estar en el doble, $2 millones, ¿vos me vas a dar mil? A lo que voy es que, si el país crece, ¿por qué no darles a los jubilados?

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EN PORTADA EL CHORRILLERO

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