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Historias de San Luis: más de albergues transitorios

Le conté los inconvenientes que provocaron unos tacos aguja que perforaron un colchón de agua del albergue transitorio más famoso en la década del 70.

Inundación de las habitaciones, y un cortocircuito que dejó al lugar sin luz.

Los clientes entraron en pánico.

¿Cómo hacemos para irnos? Comenzaron a correrse las cortinas que ocultaban los autos en los estacionamientos de las habitaciones.

Los encargados decidieron ir pieza por pieza a cobrar y dirigir la salida con sus linternas.

El error cometido por varios clientes fue que dejaron las cortinas abiertas y los autos quedaron a la vista de todos.

Y los que estaban esperando para irse, veían desde sus lugares quienes se alejaban del lugar.

Fue tal la indignación de una clienta, que le tiró con un vaso de vidrio al auto de su marido que iba saliendo. Pero sin ella como acompañante obviamente.

Jamás imaginó la dama que el ahora ex esposo iba a detener la marcha de su vehículo para identificar quién lo había atacado.

Y encontró a su ahora ex esposa muy bien acompañada. Como lo estaba él.

La intervención de los empleados evitó una pelea.

Pero el lunes, a primera hora, los integrantes de la ex pareja se reencontraron en Tribunales para denunciarse mutuamente y divorciarse.

Fue un escándalo. Familias conocidas, apellidos de abolengo, y mucho dinero para repartir.

Y todo por culpa de los tacos aguja que rompieron el colchón de agua.

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