El Colegio de Martilleros intensifica los controles por inmobiliarias falsas mientras crecen las estafas por redes sociales

El Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Villa Mercedes continúa con los controles para terminar con "el ejercicio ilegal" de la profesión.

Señalaron que de las 35 denuncias realizadas en el tiempo de dos años y medio en la provincia, tres son de Villa Mercedes y están judicializadas, y otras tres se encuentran en proceso.

“Cuando empezamos había 60 inmobiliarias en la calle, de las cuales 40 estaban inscriptas. El resto eran falsas”, manifestó el martillero público Carlos Alric, en diálogo con El Chorrillero.

Dijo que con los controles se lograron “avances con intención de regularizar la situación”, pero todavía siguen detectando casos.

“En la actualidad debe haber entre 10 y 12 inmobiliarias que están abiertas a la calle y que no tienen martilleros”, expuso.

“La única medida concreta que puede tomar el Colegio es denunciar en la Justicia. Cuando salga la primera denuncia penal, que hay una que está muy pronto a salir, creo que se va a tomar especial relevancia de que es un delito lo que se está haciendo”, agregó.

Además, tuvo en cuenta que los infractores continúan trabajando “camuflándose en las redes sociales”. Estos no pueden contabilizarse de manera certera.

Para evitar el ejercicio ilegal y contactar a los profesionales colegiados recomendó tener en cuenta que “toda publicación tiene que contar con el nombre del martillero y el número de matrícula”.

Sostuvo que en el último tiempo en la ciudad se incrementaron las estafas por compraventa o alquileres que se publicitan de manera virtual: “Al haber tan poca oferta la gente está desesperada y hay gente que cae”.

“Una persona publica una foto de una casa que ni siquiera es propia y pide que le adelanten la seña sin ir a verla. La gente desesperada abona y después cuando quieren ver les pasa que la propiedad ni siquiera es de esa persona y son bloqueados. De eso hay infinidad de denuncias”, contó.

Los matriculados se ven perjudicados económicamente “por la cantidad de actores que hay en el mercado”. Pero según Alric, lo que más preocupa al sector es que “hay gente que no es idónea tasando propiedades y las ponen a cualquier precio”.

Cuestionó que “suben o bajan precios y puede implicar una mala decisión económica para una persona que va a vender su patrimonio”. Incluso, agregó, “también se producen ventas de casas de barrios sin cancelar, que no se puede hacer”.

“Esta gente no tiene ningún tipo de escrúpulo y lo hace igual”, cerró.