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Crimen en Beazley: acusaron al menor de darle la puñalada mortal a Marcos Rosales y le dieron domiciliaria

La fiscalía de Instrucción imputó por homicidio calificado a Vicente Villafañe, Walter Quiroga y un adolescente de 17 años. Aseguraron que se trató de un hecho premeditado.

Hay tres acusados por el hecho.

por Antonella Camargo

elchorrillero.com

Actualizada: 05/04/2024 16:43

“Rengo cul… te vamos a matar”, esa fue la frase que escuchó Marcos Rosales, minutos antes de que la amenaza se volviera una realidad. El hombre de 36 años fue asesinado de una puñalada en el corazón en la noche del miércoles en Beazley. La autopsia determinó que falleció por una herida punzocortante que perforó el ventrículo derecho.

Por el hecho, fueron detenidos Ceferino Vicente Villafañe de 23 años, Walter Emanuel Quiroga de 35 y un adolescente de 17. Este viernes, el fiscal de Instrucción N°1, Francisco Assat Alí y su par adjunto, Juan Pablo Díaz Estopiñán, los acusaron formalmente de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de coautores.

En la audiencia, Assat Alí advirtió por la presencia de una mujer de 57 años, que había sido demorada inicialmente, pero para quien había ordenado la libertad. A raíz de esto, el defensor Oficial N°1, Carlos Salazar planteó que se trató de un hecho “gravísimo” porque fue “víctima de una detención ilegal”.

El juez de Garantía, Marcos Flores Leyes ordenó la libertad de la mujer y que las actuaciones se giren a la Unidad de Abordaje Fiscal para una investigación.

Díaz Estopiñán relató a Flores Leyes la sucesión de hechos que se produjeron el 3 de abril. Se remontó al miércoles alrededor de las 20 cuando el menor de los acusados fue en una moto marca Guerrero hasta la calle Di Pascuo donde acelerando el rodado frente a una vivienda “amenazó de muerte a Rosales” diciéndole “Rengo cul… te vamos a matar”.

El fiscal tuvo en cuenta que antes de ese episodio, a las 19:30, el adolescente de 17 años junto a otros hombres había golpeado al hijo de la víctima a la salida del Centro Educativo 16 "Tucumán", en Beazley.

“Esto provocó que Rosales (tras la amenaza), sacara su automóvil, un Renault 12, y siga al imputado hasta la calle Salvio Cadelago, donde reside. Allí se inició una discusión entre ambos a la cual se sumaron Villafañe y Quiroga”, continuó.

Díaz Estopiñán dijo que luego golpearon a la víctima con golpes de puño. Una oficial de la Policía visualizó esa situación e ingresó al destacamento a pedir refuerzos: “Fue entonces cuando el menor apuñaló a Rosales causándole una herida punzocortante de siete centímetros de longitud, dos de ancho y una profundidad aproximada de 12 centímetros”.

La integrante de la fuerza aseguró que en ese momento, Rosales “solo trataba de defenderse”.

El fiscal precisó que tras el asesinato, comenzó a congregarse gente en el ingreso a la casa de la familia Quiroga. Fue entonces que los atacantes “se encerraron” en la propiedad. La violencia creció esa noche cuando arrojaron piedras a la vivienda y luego un líquido inflamable.

En la acusación, también se remontó a un hecho del 24 de diciembre cuando “se suscitó un problema entre la víctima y uno de los imputados (el adolescente), quien apuñaló a Rosales cuatro veces. También en un marco de amenazas, radicando una denuncia que tramita por la Unidad de Abordaje Fiscal”.

“Esto marca la problemática entre las familias y concretamente entre estas mismas partes, que ya se venía sosteniendo con anterioridad”, sostuvo Díaz Estopiñán y enumeró evidencias como el acta de levantamiento del cadáver, la actuación de Homicidios y la carta de llamadas.

La Fiscalía también solicitó para avanzar con la investigación la Cámara Gesell a menores que estaban en la zona, una rueda de reconocimiento, hisopados, una planimetría y declaraciones en sede judicial.

Assat Alí se refirió a la calificación legal y consideró que “hubo un acuerdo previo para matar entre todos”. Advirtió también que se aprovecharon “del estado de indefensión” de la víctima.

Por otro lado, planteó la imposibilidad de que el menor hubiera actuado sólo por sus características físicas y las de Rosales. Y en este punto dijo que “los golpes fueron los que dejaron el camino expedito para que le diera la puñalada letal”.

En este escenario, solicitó para Villafañe y Quiroga la prisión preventiva por el plazo de 120 días. Argumentó la solicitud en el riesgo procesal y de fuga.

Los tres imputados se abstuvieron de declarar y el defensor Oficial requirió para los mayores la prórroga de los ocho días de detención. Sin embargo, aseguró que los hechos “no se condicen” con lo relatado por los fiscales.

Salazar hizo alusión a que no está verificada la cadena de custodia del lugar del hecho y que no tienen el resultado de la necropsia, sino solamente el acta de defunción.

Por su lado, en relación al adolescente, el defensor de la Niñez, Adolescencia e Incapaces, Sebastián Privitera adhirió al planteo de Salazar.

Finalmente, en el ámbito Juvenil Penal, resolvieron que el menor tendrá prisión domiciliaria por el plazo de tres meses.

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