Elevaron la causa a juicio y falta definir si el acusado sigue preso o queda libre

En una audiencia que se celebró este martes al mediodía, el juez de Garantía Nº 2 de la Segunda Circunscripción Judicial, Matías Farinazzo Tempestini dispuso la apertura del juicio oral en marco de la causa donde se investigó la muerte de Juan José Ochoa, quien perdió la vida tras recibir una lesión con arma blanca a la altura de tórax.

Si bien estaba prevista para el 10 de abril (que es cuando finaliza la prórroga), por una solicitud de la defensa se adelantó. Por este motivo no estuvieron los familiares de la víctima que ya habían planificado viaje para estar presentes el día fijado originariamente.

El fiscal José Olguín y los adjuntos Marcelo Palacio y Andrea Court calificaron al hecho como un homicidio simple y pidieron una pena de 20 años de prisión para el acusado Santiago Gil. Mencionaron como atenuantes la falta de antecedentes condenatorios del imputado y como agravantes, la violencia extrema infundada utilizada.

La vida de Ochoa terminó el 15 de enero pasado, luego de recibir una puñalada en el corazón.

El hombre, que tenía en su propiedad departamentos en alquiler, le pidió al acusado que moviera de lugar la bicicleta porque estaba obstruyendo el ingreso y egreso en un pasillo.

Gil, que estaba ahí de visita en un inquilino, reaccionó mal al pedido, intentó pegarle pero un vecino lo detuvo. La segunda vez (cuando se retiraba del domicilio) atacó a Ochoa, que estaba en la vereda, con una herida de muerte.

Por su parte, la defensa de Gil, Eliana Pradel estuvo de acuerdo en que el caso tiene que ir a juicio “y en ese marco deberán ser discutidos los hechos”.

El abogado querellante de la familia de Ochoa difirió en la calificación legal del caso y planteó que se trate como “homicidio agravado por alevosía” al considerar que el damnificado “no tuvo la posibilidad de defenderse y el autor se aprovechó de esa situación”. Solicitó prisión perpetua.

En una segunda parte de la audiencia se expusieron las pruebas en las que se validará el juicio.

Si bien Fiscalía también solicitó una prórroga de la detención para que Gil espere el juicio en la cárcel, el magistrado se declaró incompetente (ya que la audiencia fue solicitada para realizar el control de acusación). Si queda libre o no se definirá este miércoles.

“Lo bueno es que la acusación ya está aprobada, pero la negativa a la acusación del querellante es totalmente equivocada”, manifestó Olguín a El Chorrillero.

El juez tuvo por admitida la acusación fiscal en los términos solicitados por Fiscalía, rechazó la acusación de la querella (que el hecho sea calificado como un homicidio agravado por alevosía) y dispuso la apertura a juicio, ordenando su remisión al Colegio de Jueces a fin de dar inicio con el debate oral.

Con respecto a la extensión de la medida de coerción, el fiscal dijo que “mañana (por este miércoles) se va a poder pedir una audiencia y solucionar el tema rápidamente. No va a quedar en libertad”.

“En 23 años nunca había visto un juez que para no resolver algo se declarara incompetente. Esta circunstancia no justifica el peligro procesal de tener un homicida en la calle”, concluyó.