En lo que va del año, las infracciones más comunes de los conductores puntanos fueron el mal estacionamiento y conducir alcoholizados

En el periodo enero-marzo, la Municipalidad elaboró aproximadamente 2300 infracciones tanto en vehículos como motos, de las cuales sólo en las últimas dos semanas del tercer mes del año fueron 600.

La directora General de Tránsito y Vía Pública, Malvina Orozco, informó a El Chorrillero que para poder hablar de las faltas más frecuentes es necesario establecer una diferencia sobre en qué momento se realiza el operativo, porque no son los mismos resultados en los controles de lunes a viernes a los del fin de semana.

Si nos basamos en los primeros, se desprende que la contravención más habitual es la de mal estacionamiento; conductores que no respetan la línea amarilla, paradas de colectivos, doble fila, rampas y sectores designados para discapacitados o cocheras. La mayoría se produce en el microcentro de la ciudad de San Luis.

Al hablar de las motos, los puntanos las ubican sobre la vereda y dificultan el paso del peatón: “Hemos removido muchas, sobre todo en la Peatonal (Rivadavia)”.

En el ranking continúan el cruce en semáforos en rojo, no uso de cinturón de seguridad y no tener la documentación necesaria para circular. De este último, lo más común es que no poseen comprobante de pago del seguro (70% de los casos), en menor medida la licencia vencida o directamente no tenerla (25%) y en tercer lugar no haber hecho la transferencia o no estar autorizados a conducir el vehículo porque el propietario es otro (5%).

En los fines de semana, el panorama cambia. Los operativos se concentran en la salida de boliches, avenida Illia o Plaza Desatanudos y allí el 90% de las sanciones es a conductores alcoholizados. Luego, en el podio siguen la falta de seguro y de la licencia de conducir.

“Creemos que la gente comete estas infracciones porque se ha relajado un poco y esto se debe a que en la gestión anterior, los inspectores de tránsito no estaban trabajando con talonarios, entonces si veían una irregularidad, sólo les pedían que cumplieran con la normativa y algunas personas no hacían caso. Ahora es todo lo contrario, incluso cuando la grúa ve un vehículo estacionado sobre una parada de colectivos, directamente es removido”, manifestó la funcionaria.

Otro dato que se desprende es que, del total de infracciones en el año, el 70% fueron cometidas por hombres mientras que el 30% restante por mujeres.

El microcentro de la ciudad es la zona donde más contravenciones se elaboran, sobre todo en la avenida Illia y en calles como Chacabuco, Mitre, Pringles, General Paz, Junín y Bolívar.

En los barrios o lugares fuera de las cuatro avenidas, lo común es encontrar vehículos abandonados en la vía pública que en caso de no ubicar a los propietarios, son removidos.

La funcionaria anticipó que uno de los objetivos de la dirección es realizar campañas de concientización con entrega de folletería y charlas respecto a la importancia del cumplimiento de las normas de tránsito. El objetivo es reducir las faltas de los puntanos en la conducción.

Por otra parte, Orozco dijo que mensualmente, realizan unos 20 controles y en algunos casos, colaboran efectivos de la Policía.

Para elaborar una infracción, el inspector primero toma los datos del vehículo (dominio y marca), el lugar donde se realiza y se hace entrega de una copia del acta al conductor o en caso de que no esté presente, se deja en el rodado. Después, esa notificación se envía al juzgado de Faltas municipal que es el órgano encargado de establecer el valor de la multa a pagar.

Sobre este punto, la directora indicó que, comparado con otras ciudades del país, los montos de las penas “son bajos”.

“Hay veces que un infractor paga una multa no muy elevada y a la semana se lo vuelve a infraccionar por lo mismo. Como que no aprendió de la lección, por eso necesitamos valores más severos”, sostuvo.