Masiva marcha en San Luis por la universidad pública
El principal eje del reclamo apuntó contra el desfinanciamiento presupuestario de las instituciones nacionales y la recomposición salarial. Si bien la manifestación central a nivel nacional fue en la Ciudad de Buenos Aires, hubo réplicas en la capital, Villa Mercedes y Merlo.
Tanto San Luis como ciudades de todo el país fueron los escenarios esta tarde de la Marcha Federal Universitaria. El motivo fue convocarse en contra de las políticas educativas ejecutadas por el Gobierno de Javier Milei.
La movilización en la capital puntana contó con la participación de estudiantes, docentes, autoridades, no docentes, gremios, organizaciones sociales y dirigentes de diferentes colores políticos.
El reclamo apuntó a visibilizar el desfinanciamiento del sistema nacional y reclamar por una actualización salarial para los profesionales y trabajadores de las instituciones. Las calles estuvieron colmadas.
El lugar de encuentro fue el rectorado de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL). Desde horas de la siesta, comenzaron con los preparativos con la pintada de afiches, el estampado de remeras, entre otras formas de protestas.
A las 17:45 todas las columnas comenzaron a marchar hacia el centro y la conformación de la cabeza de la movilización fue mixta.
Al frente de todo estuvieron el vicerrector de la UNSL, Héctor Flores; el rector de la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe), Marcelo Sosa; los secretarios generales de la UNSL, Andrés Gil, de la Universidad Nacional de Los Comechingones (UNLC), Jorge Canta; los presidentes de centros de estudiantes, Marcos Lema y Guadalupe Pérez; el secretario general de ADU, Diego Costa, la secretaria general de Sidiu, Jimena Juri Ayub.
Los carteles de protestas en defensa de la educación pública, junto al reparto de panfletos y canciones alusivas, también hicieron parte de la jornada.
“Jornadas así es donde la sociedad se manifiesta y más, en este caso particular, para defender la educación pública, la universidad pública de calidad inclusiva, que forma parte del ADN, de la historia de la construcción de la sociedad argentina”, sostuvo Flores en declaraciones a El Chorrillero.
Uno de los puntos que hizo de los reclamos es el ajuste en las cuentas de las casas de estudio. Incluso, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), los ubicó como uno de los cinco ejes planteados a solucionar.
“Presupuestariamente estamos complicados. No es como dijo el ministro de Economía (Luis Caputo) que se trata de ‘un berrinche’. No es nada de eso. Hay una realidad, si vos tenés un presupuesto reconducido y 300% de inflación, quiere decir que tenés un tercio para funcionar. Si tenés un tercio para funcionar, dividilo por 12, tenés para tres, cuatro meses como mucho”, sostuvo.
Para comprender un poco qué significa y sobre qué bases se encuentran asentados los pedidos a la administración libertaria, bueno es leer un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Analizó la variación interanual ajustada por IPC del gasto devengado a cada universidad nacional entre los acumulados de marzo de 2023 y 2024. El ajuste en la UNSL, por ejemplo, es de -30,4%.
Por su parte, Costa subrayó la importancia de una manifestación como la de este martes: “Va a ser un punto de inflexión en la política argentina y refleja el ánimo de defensa de la educación pública, de la universidad pública, de nuestra ciencia y tecnología”.
Respecto a la actualización de los sueldos, el gremialista precisó que cuatro de las cinco categorías de docentes universitarios “se encuentran por debajo de la línea de la pobreza en varios segmentos de la antigüedad”.
Antonella, alumna de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia, explicó la decisión de apoyar la protesta: “El hecho de que no haya presupuesto para comprar reactivos para que tengamos prácticas es terrible y es necesario este tipo de convocatorias”.
A ella se le sumó la palabra de Rodrígo, que estudia la licenciatura en Microbiología. “Debemos involucrarnos sobre todo por lo que está sucediendo ahora. Nosotros no sabemos si mañana vamos a tener clases. Es importante que luchemos por todos, para nuestros hijos, nietos”, indicó.
La manifestación también contó con el apoyo de dirigentes de Unión por la Patria, Cambia San Luis, sectores de la izquierda, entre otros. Al igual que organizaciones sociales y sindicatos de otros rubros.
Luego de hacer el recorrido por las arterias céntricas hasta la Plaza Independencia, se dio lectura de un documento consensuado entre los diferentes sectores universitarios en el que ponen énfasis los reclamos y el porqué de la marcha. El lugar elegido fue la Escuela Normal “Juan Pascual Pringles” (primera sede de la UNSL).
“Marchamos, y seguiremos marchando todas las veces que sea necesario, en defensa de nuestras escuelas y universidades, de nuestros organismos de ciencia y tecnología, de nuestro Estado como herramienta irreemplazable para construir una vida más digna, justa e igualitaria para los argentinos y para todos los hombres y mujeres que quieran habitar el suelo argentino”, reza el comunicado leído minutos pasadas las 19.
Finalmente, el día concluyó con un festival artístico en la Plaza Pringles.
El documento completo
“EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA
Hoy, 23 de abril de 2024, en todo el país marchamos en defensa de la educación, la ciencia y la tecnología.
Marchamos en respuesta pacífica pero contundente e inflexible a los constantes mensajes agraviantes, estigmatizantes y discriminatorios que emanan de las más altas esferas del Gobierno Nacional y son replicados de manera maliciosa y cobarde por sus lacayos mediáticos.
Marchamos en unidad, estudiantes, trabajadoras y trabajadores docentes y no docentes, autoridades de nuestras Universidades, abrazados por nuestra comunidad que entiende cabalmente la importancia de lo que hoy está en juego.
Marchamos en defensa de la Universidad Pública argentina laica, gratuita, inclusiva y de calidad.
Marchamos en defensa de uno de los grandes consensos que une a la sociedad argentina a lo largo de nuestra historia.
Marchamos en defensa del derecho de cada ciudadano o ciudadana, independientemente de su origen e historia personal, a formarse en la educación pública y a recibir los beneficios derivados de la generación y transmisión del conocimiento.
Marchamos en defensa de la libertad y pluralidad ideológica, política y religiosa en la que se desarrollan la docencia, la investigación, la extensión universitaria. Esa pluralidad a la que sólo mentes verdaderamente estrechas o malintencionadas pueden llamar “adoctrinamiento”.
Marchamos en defensa de Universidades con sus puertas cada vez más abiertas, tanto para salir a la comunidad de la que forman parte sino para impregnarse de la misma que entra a nuestras aulas, pasillos y laboratorios.
Marchamos porque las universidades están repletas de juventudes dispuestas a formarse como profesionales a disposición de las necesidades del pueblo argentino y hoy está en peligro su ingreso, permanencia y egreso de la Universidad Pública, no sólo por el desfinanciamiento de las instituciones, sino también por la imposibilidad de acceder a becas, el pago de alquileres con precios impagables, el aumento brutal en el transporte público y en los servicios. Reafirmamos que los y las estudiantes son el alma de las Universidades Públicas y sostenemos como bandera el ingreso, permanencia y egreso de todas y todos los estudiantes.
Marchamos porque en enero de 2024, el gobierno retrotrajo el valor del presupuesto de funcionamiento universitario al de enero de 2023 y lo congeló. Este recorte en términos reales pone en riesgo el pago de los servicios, las becas, el funcionamiento de los comedores universitarios, los albergues estudiantiles, materiales de docencia e investigación, laboratorio, equipamiento, bibliotecas, viajes de estudio, construcciones, mantenimiento, mobiliario, etc.
Marchamos porque a partir de enero de 2024, 4 de las 5 categorías de cargos docentes universitarios, al igual que varias categorías pre-universitarias, y del escalafón nodocente, tienen sus salarios netos por debajo de la línea de pobreza para varios segmentos de antigüedad.
Marchamos en defensa de la ciencia y tecnología argentina, llevada a cabo por y para argentinas y argentinos, en nuestro suelo, de acuerdo a nuestras necesidades y nuestras capacidades, que generan y seguirán generando nuevas herramientas para el buen vivir de toda la sociedad.
Marchamos por el derecho a contar con información clara y basada en evidencia científica para la toma de decisiones individuales y colectivas de nuestra sociedad.
Marchamos también, sin dudarlo un instante, en defensa de todos aquellos que, no habiendo nacido en nuestro país, por disímiles razones eligen formarse en nuestras Universidades y enriquecen la ya hermosa pluralidad cultural de nuestras aulas. Ante los mensajes de odio imperantes, ratificamos nuestro derecho a recibirlos en pie de igualdad y el suyo a habitar nuestro suelo y nuestras aulas.
Marchamos, y seguiremos marchando todas las veces que sea necesario, en defensa de nuestras escuelas y universidades, de nuestros organismos de ciencia y tecnología, de nuestro Estado como herramienta irreemplazable para construir una vida más digna, justa e igualitaria para los argentinos y para todos los hombres y mujeres que quieran habitar el suelo argentino.
Continuaremos en las calles todo el tiempo que sea necesario hasta que quienes hoy tienen la responsabilidad de guiar los destinos de nuestra nación, entiendan que la Educación, la Ciencia y la Tecnología son deberes indelegables del Estado, y la función de quienes han sido electos para gobernar es garantizar su funcionamiento en lugar de destruir, estigmatizar, agraviar y desfinanciar.
EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA, AHORA Y SIEMPRE”