Historias de San Luis: las pensiones del amor
Ustedes han leído, escuchado y visto que las últimas historias han estado relacionadas a los albergues transitorios. Hay muchas más. Pero ese es otro tema. Pasemos al de hoy.
¿Qué pasaba antes de la existencia de los albergues transitorios?
Sí. Estaban las “pensiones del amor”. Cero discretas porque entrabas a esas pensiones u hoteles y te veían todos.
De afuera y de adentro.
La gran ventaja de los albergues es que podías entrar directamente en el vehículo en el que andabas y sin mostrar documentos.
Auto, moto, bicicleta. ¿Qué? ¿No cree que iban en bicicleta las parejas?
No todos salían a dar una vuelta para estirar las piernas.
Pero nos fuimos nuevamente del tema de hoy.
En las pensiones, hoteles o residenciales tenías que dar la cara a los encargados.
Pagar antes. Mostrar documentos a veces. E inclusive había casos en que quedabas registrado en el libro de pasajeros por las dudas que aparecieran los inspectores.
Pero lo importante era estar juntos.
Hubo y hay lugares famosos que prestaron y prestan estos servicios a “precios cuidados” como los planes económicos del gobierno.
O sea, más baratos que los albergues, y sin que sea necesario tener vehículo o pedir un taxi.
Pero vamos a dar mayores precisiones el próximo domingo.
¿Algunos famosos? El residencial del árbitro, el del kiosquero, el que estaba cerca de la cancha y ahora se modernizó, el del gremialista, el del taxista.
El domingo que viene la seguimos.