El derrumbe del consumo de cemento en San Luis: en menos de una década la caída fue del 25%
El impulso de la obra pública fue perdiendo fuerza durante los últimos años. Se dejaron de consumir cerca de 70 mil toneladas en la provincia. La coyuntura actual y los puestos de trabajo perdidos.
La obra pública en San Luis históricamente fue uno de los propulsores de la dinámica de la economía. Un reciente estudio oficial muestra cómo en la última década el consumo de cemento portland perdió el lugar que ocupaba hace no mucho tiempo.
La dirección provincial de Estadística y Censos, publicó recientemente el desempeño a lo largo de los últimos nueve años, desde 2013 hasta el 2022. Con solo analizar el comportamiento detallado se observa el derrumbe que sufrió.
En el 2013 el total depachado fue de 197.958 toneladas. A partir de allí hubo dos años con subidas ininterrumpidas: 203.518 toneladas en el 2014 y unas 255.737 en 2015, punto máximo que arrojó la actividad.
En siguientes periodos se mostró la caída de los números hasta llegar al piso.
En el 2016 retrocedió un 26,3% respecto al año anterior (188.593 toneladas). El 2017 siguió la misma línea ya que el consumo fue de 181.453 (-3,8%). En el 2018 se alcanzó 152.459 (-16%) y el 2019 unas 143.684 (-5,8%).
Fue en el 2020, en plena pandemia del coronavirus, cuando se produjo el desempeño más bajo en la década con el consumo de 129.928 toneladas, un 9,6% menos respecto al 2019.
Si bien tanto en el 2021 (161.653 toneladas) como en el 2022 (190.366) los números subieron, nunca alcanzaron las cifras de 2015, ni las del 2013.
Otra forma de ver el análisis es comparar el 2015 contra el cierre del 2022. En siete años el retroceso es del 25,1%.
A nivel nacional el escenario es algo distinto y los altibajos se observan como moneda corriente. En el 2013 el consumo de cemento culminó con 11.688.031 toneladas y en el 2015 llegó a 12.125.034.
Al igual que San Luis en el 2020, año del Covid 19, se presentó el peor indicador, en este caso con 9.741.447 toneladas. Pero la gran diferencia con la provincia se observó en el 2022. Ese año el consumo alcanzó niveles récord, al menos en esta década (12.441.060).
Lo cierto es que la obra pública se ha visto desacelerada en los últimos años. En el tramo final del Gobierno de Alberto Rodríguez Saá desde la Nación se financiaron los proyectos más importantes.
La Avenida Circunvalación, una planta potabilizadora en la capital, unos barrios y el inicio de la urbanización del Barrio República, entre otros, se ubican en la nómina de nueva infraestructura.
El impacto se observa en la destrucción de puestos de trabajo. En agosto de 2015 el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) consignó el pico histórico de puestos laborales con 9204. Durante el 2022 el número bajó a 4388.
Ahora la proyección para el 2024 tampoco es alentadora con la obra pública nacional paralizada por el Gobierno de Javier Milei y los recortes de fondos a las provincias.
Los despachos de cemento disminuyeron 20% en enero respecto a los niveles del 2023, según la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP). A su vez, reflejó una caída de ventas.