Sonia Lara cumplirá prisión perpetua en la cárcel de San Luis por el incendio donde murió su hija
Así quedó resuelto en la audiencia de cesión de juicio que se realizó esta mañana.
Cuando el juez Sebastián Cadelago Filippi le preguntó a Sonia Lara si tenía algo que decir respondió que no. Se mostró con el mismo semblante del día anterior. Entonces el Tribunal, que también lo integraron Mauro D’Agata Henríquez y Virna Eguinoa, hizo un cuarto intermedio para comenzar a deliberar. A las 14:48 se hizo la lectura de la sentencia que cerró un debate oral que comenzó el 25 de febrero.
Lara fue condenada a prisión perpetua por homicidio calificado por el vínculo y por alevosía en perjuicio de su hija Abril Fernández. Y se resolvió que la pena deberá cumplirla en el Servicio Penitenciario Provincia, donde se encuentra la cárcel de mujeres.
Así quedó definido en el juicio de cesura donde las partes solicitaron la condena y el lugar donde debía cumplir esa pena.
A lo largo de todas las audiencias los familiares del padre de la víctima, Lucas Fernández se mantuvieron en silencio, con la foto de Abril en sus manos. Pero cuando el magistrado finalizó la lectura se desahogaron en llanto y en un aplauso que fue medido.
Lara fue encontrada culpable del incendio de la casa donde murió su hija de 11 años el 12 de marzo de 2023, un delito que estipula la pena máxima del Código Penal.
Las partes hoy volvieron a alegar este miércoles. El fiscal de juicio Néstor Lucero y la querella, Laura Rodríguez defendieron que correspondía la prisión perpetua y que debía ser la cumplida en un sistema carcelario.
Por su parte la defensa de Lara, Valentín Rivadera fundamentó que debía mantenerse la prisión domiciliaria que regía hasta ayer cuando la declararon culpable. Dijo que necesita del acompañamiento familiar para el control de la medicación.
Referenció que la medicación que toma la mujer hasta la actualidad "neutralizan cualquier tipo de sentimiento". Incorporó en el debate el esquema de los psicofármacos que le administran, entre ellos antidepresivos. Añadió las pocas garantías de que "el tratamiento se cumpla" porque las internas no están "vigiladas las 24 horas" y que mandarla a la cárcel sería como una "pena de muerte". Para esto último se basó en los informes que dan cuenta "de su conducta y pensamientos suicidas", como de los "intentos" que tuvo.