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VILLA MERCEDES 

Tras la condena a Sonia Lara, el padre de Abril Fernández: “Logramos que sea perpetua y que vaya a la cárcel”

El Tribunal cerró el juicio oral este miércoles y concluyó que la madre de la menor cumpla la prisión perpetua en el Servicio Penitenciario Provincial.

Foto Nahuel Sanchez
Lucas Fernández en el final del juicio.
Actualizada: 15/05/2024 23:11
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“Se hizo justicia, logramos lo que queríamos que era la perpetua y que vaya a la cárcel. Estoy feliz por mi hija, por la promesa que le hice hace un año y dos meses. Gracias a mi abogada, a los jueces que por alguna razón me escucharon”, transmitió Lucas Fernández poco después que el Tribunal que juzgó a Sonia Lara dictaminara la pena más alta del Código Penal.

El padre de víctima contó que el martes cuando se conoció que su ex pareja había sido declarada culpable del incendio donde murió Abril, fue al cementerio: “Le llevé una florcita y hablé con ella. Fue algo hermoso y anoche la soñé”.

“Estoaba a mi lado acostada, la llamaban y ella decía que no, que quería estar a mi lado. Me desperté ‘chocho’ porque siento que estoy haciendo las cosas bien, y fue un regalo de ella”, describió de las horas previas.

“Por ahí la llamo y se me aparece y me guía, me da algunas señales y yo siempre le dije que iba a seguir sus señales. Es algo loco, pero es así”, añadió.

Él continúa con tratamiento psicológico y por los especialistas cree que a partir de hoy comenzará a “hacer el duelo”.

Destacó la labor de su abogada, Laura Rodríguez: “Fue muy convincente y nos hicimos amigos en estos cuatro años de trabajo. Entonces confiaba en ella y hacía todo lo que me decía. Esperé un año y dos meses”.

Por último, Fernández transmitió un mensaje “a todos los papás que tienen un hijo con discapacidad”.

“Que los valoren, que los quieran, que los amen porque es lo más hermoso que les puede pasar. Es algo muy especial. Ellos no tienen rencor, no tienen odio, son amor puro”, manifestó.

Reconoció que le costó “mucho aceptar” el problema que padecía su única hija: “Estaba muy enojado con la vida, con Dios, pero le pedí perdón porque sé que me mandó el mejor regalo de mi vida”.

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