Crimen en Beazley: la Fiscalía insistió en la detención del imputado de 18 años
Rodrigo Quiroga tenía 17 al momento del hecho y por eso se encuentra con prisión domiciliaria. Junto a dos hermanos está acusado de homicidio calificado.
Este jueves, el fiscal de Instrucción N°1, Francisco Assat Alí, insistió en la detención de Williams Rodrigo Quiroga. El joven está acusado de haber asesinado a Marcos Rosales (36) en Beazley el 3 de abril. El hecho se produjo en el ingreso de la vivienda del imputado y también involucró la participación de dos de sus hermanos, Ceferino Vicente Villafañe de 23 años y Walter Emanuel Quiroga de 35.
Dos días más tarde, el fiscal los imputó por homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de coautores. Sin embargo, dijo que el entonces adolescente de 17 años tuvo el principal rol en la agresión porque fue quien lo apuñaló a la altura del corazón. Esa herida provocó la muerte de Rosales.
Debido a que era menor de edad, la jueza Penal, Juvenil y Correccional, Daniela Benenatti dispuso la prisión domiciliaria por el plazo de tres meses. A las semanas, Quiroga cumplió los 18 y Assat Alí solicitó el traslado al Servicio Penitenciario, pero el requerimiento fue rechazado por la misma magistrada.
Hoy el representante del ministerio Público Fiscal reiteró el pedido ante el Tribunal de Impugnaciones, integrado por Jorge Sabaini Zapata, Yanina Del Viso y Laura Molino.
En los fundamentos hizo referencia a que la prisión domiciliaria se originó debido a que la provincia no cuenta con instituciones para alojar a los menores en conflicto con la ley penal y enumeró los riesgos procesales, de fuga y entorpecimiento.
Consideró que al haber cumplido la mayoría de edad, debe cumplir con esa privación dentro de la cárcel porque hoy “solamente le hace falta salir por la puerta de atrás y darse a la fuga”. Y aclaró que si es encarcelado, “no implica que deje de estar sometido al Régimen Penal Juvenil”.
El fiscal cuestionó los argumentos de Benenatti para el rechazo en relación a que Quiroga no había incumplido la restricción vigente: “El riesgo se evalúa en la potencialidad, nunca consumado”.
Assat Alí aseguró que la domiciliaria es insuficiente para resguardar el proceso y que la consigna policial no es la solución. Por eso, pidió preventiva por el plazo de 90 días.
Además, mencionó que se comunicaron con el Servicio Penitenciario para conocer si estaban dadas las condiciones para su alojamiento.
Como antecedentes hizo alusión a la causa Diego Gatica, Carla Pereira en La Toma y fallos nacionales que involucraron la intervención de menores de edad.
El abogado que representa a la familia de Rosales, Emilio Ortega, adhirió a los planteos de la Fiscalía.
A su turno, el defensor del imputado y también de sus hermanos, Pedro Agúndez Méndez se opuso a la solicitud de Assat Alí porque “es ejercer violencia institucional” contra el acusado.
Apuntó al fiscal porque “ha desviado el objetivo de la investigación para satisfacer un apetito represivo”. Y advirtió que el Régimen Penal Juvenil se debe aplicar desde el momento del hecho hasta la eventual sentencia.
Dijo además que Quiroga “está cumpliendo la preventiva”, no tiene antecedentes condenatorios, no ha cometido otro ilícitos y debido al hecho se encuentra con depresión.
“Debe ser tratado como un niño”, subrayó el abogado y explicó que el joven actuó en defensa propia ante el ataque de Rosales. A eso sumó que sus hermanos “no tuvieron participación” en el hecho.
Sabaini Zapata transmitió que debido a la complejidad de la causa darán a conocer la resolución en los próximos días.
El día de la violencia
En la audiencia de formulación de cargos, el fiscal adjunto Juan Pablo Díaz Estopiñán ubicó a Rodrigo Quiroga como el autor material del hecho, y describió que sus dos hermanos colaboraron para que lo perpetrara.
En su relato, se remontó a ese miércoles alrededor de las 20 cuando el adolescente fue en una moto marca Guerrero hasta la calle Di Pascuo donde aceleró el rodado frente a una vivienda “amenazó de muerte a Rosales” diciéndole “Rengo cul… te vamos a matar”.
Tuvo en cuenta también que media hora antes, el joven junto a otros había golpeado al hijo de la víctima a la salida del Centro Educativo 16 "Tucumán", en la misma localidad.
“Esto provocó que Rosales (tras la amenaza), sacara su automóvil, un Renault 12, y siguiera al imputado hasta la calle Salvio Cadelago, donde reside. Allí se inició una discusión entre ambos a la cual se sumaron Villafañe y Quiroga”, precisó.
De acuerdo a los testimonios recolectados, Díaz Estopiñán especificó que los dos implicados mayores golpearon a la víctima con golpes de puño: “Fue entonces cuando el menor apuñaló a Rosales”.