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Historias de San Luis: prohibiciones de la Iglesia en Villa de la Quebrada

Ya culminadas las mayores festividades religiosas de la provincia de San Luis en Villa de la Quebrada y Renca, recordaremos algunas prohibiciones y cuestionamientos por parte de la Iglesia Católica a estos encuentros.

Principalmente se estuvo más contra del culto al Santo Cristo de la Quebrada que a Nuestro Señor de Renca.

Ejemplos: en el año 1941 el obispo de San Luis, Pedro Dionisio Tibiletti, publicó un extenso documento sosteniendo textualmente que “no es culto católico sino falso, reprobable y supersticioso el que se quiere ofrecer al llamado Cristo de la Quebrada”.

Ese es el artículo 1 y el más suave anunciando prohibiciones con castigos.

El mismo obispo emitió también en 1941 una elogiosa carta para el culto de Renca instando a asistir al mismo, y condenando nuevamente a los cultos de la Quebrada, ordenando que se prohibieran.

Pero los tiempos fueron cambiando desde ese 1941.

Aunque en algunas ocasiones Renca también tuvo impedimentos para un desarrollo normal de la celebración.

A pesar de las tormentas apocalípticas anunciadas, la devoción al Cristo de la Quebrada fue aumentando, si bien algunos comisionados/as municipales no se han preocupado en reinvertir lo que genera la fiesta para un mayor crecimiento del lugar. Pero ese es otro tema.

Los documentos de monseñor Tibiletti a los que hago referencia son públicos y están disponibles en los archivos históricos.

Los lugareños, dueños de la transmisión oral de las costumbres de los pueblos, relatan que alguien “secuestró” la imagen del Cristo de la

Quebrada para que no se lo venerara.

Lo llevó a otro lugar, pero en la ciudad de San Luis.

A 40 kilómetros de distancia. Todo esto sucedió al atardecer.

Los relatores afirman con seguridad el nombre del responsable.

Al otro día, esta persona despertó y fue a ver el crucifijo, pero el Cristo de la Quebrada no estaba donde lo había dejado.

Viajó presuroso a la Villa.

Y el Cristo estaba en el lugar de siempre, como si nada hubiera pasado.

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