El mercado de las autopartes en San Luis: “Los desarmaderos ilegales se alimentan del mercado clandestino”

Por Soffia Garrido Sosa 

Los altos precios al momento de reparar, hacer el service o simplemente de renovar una pieza mal gastada de un vehículo representan altos costos para sus propietarios. Ante la necesidad de seguir utilizando el vehículo muchos optan por comprar autopartes económicas, sin embargo, hay muchos riesgos que pasan desapercibidos.

En busca de un arreglo económico al bolsillo, muchos optan por comprar autopartes usadas, por Marketplace, páginas online y hasta comprándole a un particular. Pero la marginalidad y los negocios con raíz en lo ilícito también abarca a los repuestos de los automotores y los peligros de utilizar un repuesto usado o de dudosa procedencia representa, además de correr un riesgo al momento de circular, puede ser penado con prisión y multas de miles de pesos.

La norma que regula el sector es la Ley Nacional N° 25.761. Dentro de esta se encuentra indicado el funcionamiento del Registro Único de Desarmaderos de Automotores y Actividades Conexas de la administración nacional, estipula las sanciones tanto para el que utiliza un móvil con piezas de dudosa procedencia como para aquel que las comercializa.

En la provincia solo se encuentran autorizados por esta ley cuatro lugares, dos en San Luis capital; Autopartes Recicladas Puntanas SAS, ubicada en la calle 3 esquina 105; Marques Repuestos, que tiene su comercio en 9 de Julio y avenida Lafinur y dos sucursales de Ecoparts en Villa Mercedes.

Fernando Diez, director ejecutivo y vocero de la Cámara de Recuperadores y Venta de Autopartes Nacional y propietario de Autopartes Recicladas Puntanas SAS, en comunicación con El Chorrillero explicó: “Las piezas que se adquieren en un desarmadero legal tienen garantía y además cuentan con un sticker de trazabilidad, en el caso de cambiar un motor, por ejemplo, si se compra legalmente hay una factura, un número de bloque, y demás legalidad que permiten que sea asentado en los papeles del auto como el título, la documentación, la tarjeta verde. Pero cuando alguien circula con una pieza ilegal hay sanciones legales, porque esa pieza puede venir de un ilícito, a lo mejor fue robada, quizás hay una muerte involucrada y la policía comienza una investigación”.

Diez detalló el paso a paso del proceso de recuperación de piezas: “En los desarmaderos legales se procede al desarme del vehículo de compañías de seguros que declaran destrucción total y nos autorizan o entregan el automóvil, otras veces son los mismos usuarios que ya no quieren su vehículo, en ese caso intervenimos nosotros haciendo todo el trámite con el registro del automotor y damos a la baja, en ambos casos los desarmaderos deben informar el paso a paso al registro nacional, se envían fotos del vehículo recibido, los datos, papeles y se aclara que elementos se puede rescatar, recuperamos las partes que están reguladas por la ley y se les coloca un sticker que emite el registro del automotor que le da un seguimiento y trazabilidad”.

El director de la Crvan enfatizó que todo el canal de ventas es rigurosamente regulado y “ese marco, el control y la identificación para la trazabilidad de cada pieza nos provee de la transparencia y seguridad, las personas que compren cualquier cosa en un desarmadero habilitado, al adquirir el producto con una factura es la que le da garantía y respaldo del origen de la pieza”.

Sobre los controles que le aportan seguridad a las acciones de los desarmaderos, se encuentran permisos nacionales, provinciales, municipales y hasta ambientales. Sobre eso Diez mencionó: “Para tener un desarmadero legal hay que estar registrado bajo todas las órbitas, hasta en el ministerio de justicia y las renovaciones, en especial en la materia ambiental, deben ser renovadas anualmente. Es muy riguroso el mantener un comercio de este tipo habilitado”.

Cómo obtiene los repuestos un desarmadero ilegal

Sobre los modos Diez comentó: “Un desarmadero ilegal no adquiere las piezas de esta forma, ellos lo adquieren por medios ilegales, ilegítimos” aclaró el director de la Crvan, que luego remarcó “el que tiene un desarmadero ilegal no va y compra piezas con papeles, los desarmaderos ilegales se alimentan del mercado clandestino, del robo de vehículos, de la sustracción de piezas, o roban el auto entero”.

Ante ese escenario, al momento de identificar estos repuestos se va tras el lugar o persona de comercialización y toma la responsabilidad el Departamento de Investigaciones de la policía, con el objetivo de determinar si los repuestos provienen del delito, si ha habido víctimas en el caso de un robo, si es una pieza de un automóvil sujeto a una causa, si el vehículo al que se le extrajo la pieza posee pedido de secuestro y demás.

Los riesgos, y la complicidad, de comprar en un desarmadero ilegal

La odisea por buscar precios económicos algunas veces conduce a que por desconocimiento se termine comprando en un desarmadero ilegal o se adquiera una pieza de dudosa procedencia. Ya sea por descuido o por conciencia, todo propietario que conduzca un vehículo que cuenta con autopartes no autorizadas por la gestoría del automotor corre dos grandes riesgos:

-Menor seguridad: el adquirir y colocar un repuesto ilegal que no tiene ningún tipo de control del estado de la pieza y “el vendedor” no tienen compromiso con el comprador o con el funcionamiento del auto. A su vez el repuesto puede no cumplir su función por factores como el desgaste y predispone a que el automóvil al que se lo colocan presenten malos desgaste o desgaste desigual entre las piezas y fallas mecánicas que pueden llegar a ser altamente costosas para arreglar o incluso inducir a un accidente vial.

-Falta de garantía: el comprar en un desarmadero ilegal representa un desamparo para el comprador, ya que la falta de garantía lo expone a que, si el repuesto falla, es incompatible, o está averiado no pueda acercarse a cambiarla o hacer un reclamo.

Además, si al momento de un service o llevar el auto a un taller el mecánico puede apelar que las presencias de repuestos de estas características afectarán al vehículo y no brindará garantía de su trabajo.

Menor valor del vehículo: un rodado que, al momento de la cotización, de hacer la verificación técnica, o al momento de prendarlo si cuenta con piezas de dudosa procedencia pierde valor comercial al presentar menos garantías para los potenciales compradores.

Multas y prisión: “cualquier pieza que sea de un desarmadero ilegal y que por ende no tenga la documentación correspondiente, nunca va a poder estar asentado en la documentación de un auto, entonces al momento de un control policial, controlan los papeles y si los números no coinciden y ven que alguna pieza es de dudosa procedencia se pasa a secuestrar el auto y en la mayoría de los casos no se devuelven porque al estar armado con piezas de dudosa procedencia comienzan las investigaciones”, explicó Diez.

Por su parte la provincia de San Luis se rige por la Ley 25.761, que estipula que las multas por circular con un repuesto que no tiene trazabilidad puede recibir una multa de 5 cifras mientras que, si detecta la falta habitual por parte del propietario, se dictan de 15 días a 3 meses de prisión y una multa que puede llegar a las 6 cifras mil.

Para los que ejercen el desarme y distribución comercial de piezas, en caso de corroborar que los repuestos no surgen de robos o métodos ilegales, pueden recibir multas de hasta miles y prisión de hasta 3 meses, el desarmadero clandestino pasa a ser clausurado y se abren investigaciones.

Cómo prevenir la compra de autopartes ilegales

Según lo indicado por Diez, lo primordial es que el repuesto tenga una factura y una garantía, ya que ambos indican que la pieza pasó por un canal de venta legal y podrían llegar a ser indicios de trazabilidad de la misma.

Lugares de confianza: en importante al momento de comprar una pieza el lugar, buscarlo en Google puede ser una buena opción, ver si cuenta además de su comercio o espacio físico con una página, si su ubicación está en google maps, si también tiene redes, que reseñas tiene y qué trayectoria posee el comerciante.

Otra opción es pedirle al mecánico o en el lubricentro de costumbre, que al momento de revisar el vehículo corrobore las numeraciones y estados de las piezas.