Protector solar, tratamientos estéticos, y hasta la luz de las computadoras: los factores que influyen en el cáncer de piel y cómo prevenirlo

Por Soffia Garrido Sosa

Según el último informe de escala internacional del Observatorio Global del Cáncer (Globocan) el cáncer de piel es uno de los diagnósticos cancerígenos menos comunes dentro del país, conformando un 7,4% de las evaluaciones médicas y posicionando a Argentina en el puesto 61 de la lista de los lugares con más presencia de esta dolencia.

A nivel provincial las últimas estadísticas que se tienen de esta problemática son del año 2021 del ministerio de Salud de la Nación, expuso que San Luis en ese momento fue la segunda con mayor tasa de mortalidad provocada por esa enfermedad.

Además, las evaluaciones efectuadas por la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud, en Argentina proyectan que para el año 2030 habría un aumento total del 43% de los afectados por el cáncer de piel.

Ante el creciente y preocupante panorama, la médica especializada en Dermatología, Leticia Scarcelli y la doctora magíster en dermatología Lucia Toledo Farrero compartieron ante las consultas de El Chorrillero cuáles son los factores que influyen en el desarrollo de este mal, las recomendaciones para prevenirlo y cómo realizar los chequeos en casa.

Entre las razones que predisponen al desarrollo de esta enfermedad se encuentran:

La exposición a la luz: Desde los rayos de la luz solar hasta la luz azul pasando por la luz UV de las cámaras solares son fuertes condicionantes.

Por su parte Scarcelli también comentó: “En San Luis estamos a mayor altitud y eso también es otro factor que influye. Nosotros estamos a una cierta altura, que nos expone en mayor medida a los rayos, la radiación es muy alta, entonces inclusive teniendo protección solar, vamos a estar expuestos”, y aclaró: “La radiación también atraviesa lo que es el vidrio, entonces si estás en interiores pero cerca de ventanas y también expuesto a las pantallas por el tema de la de la luz azul en necesario cuidarse”.

Respaldando las palabras de la profesional, el informe de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud, señala que el 52,8% de las personas que padecen cáncer de piel es asociado a la exposición a los diferentes rayos.

El genético: es otro agente que incide. La profesional explicó: “Las pieles claras, cuando hablamos del color de ojos, de pelos y piel de fototipos bajos son las que tienden a ponerse rojas al estar al sol, esas pieles son más propensas a desarrollar lesiones pre malignas y malignas como tumores en la piel por lo que deben tener mayor recaudo”.

Como cuidarse

Entre los variados motivos para estar atentos a los métodos preventivos, además de disminuir las probabilidades del desarrollo de enfermedades como el cáncer, también son de ayuda contra las manchas por el sol, de edad y el envejecimiento.

El protector solar: la medida más sencilla de aplicar y de mayor ayuda se trata del protector solar, el cual las doctoras apuntaron que es importante usarlo todo el año, no solo en verano.

Sobre el factor solar, la especialista Scarcelli esclareció: “Tenemos que elegir un protector que tenga un índice de protección 50 y que sea contra las dos radiaciones Uva y UVB porque ambas radiaciones son propensas a generar cáncer en la piel. Hay que tener en cuenta que el número de protección que indique el producto son las veces que nos protegerá de los daños, es decir un protector solar 50 va a aumentar 50 veces esa protección de ponerme rojo, de tener lesiones y en especial de las pretumorales”.

Respecto a las horas para aplicarse la crema solar la especialista recomendó usarla al iniciar el día y renovarla cada dos horas y apuntó: “Inclusive si uno está en interiores como en una oficina, si van a estar enfrente de pantalla o en lo que es cerca de una ventana, tienen que colocarse protector solar”.

Por su parte Toledo mencionó: “La renovación del protector más que todo deben tenerla en cuenta quienes están expuestos al sol y aquellos que pasan muchas horas en la compu, los que están en algún tratamiento como dermapen y las pieles claras”

En cuanto a la cantidad, Scarcelli habló de “la regla de las 9 cucharadas de té”, explicando que la cantidad suficiente de protector solar equivale a la suma de una cucharada para la cara, cuello y escote, una para cada brazo, una para el tórax, otra para la espalda y dos cucharadas para cada pierna. En una comparativa quizás más a la mano Toledo indicó que la cantidad justa para poder cubrir cada zona se trataría de una línea en el dedo índice y anular.

Vestimenta: para aquellos que se encuentran expuestos al sol durante las jornadas laborales, al salir a caminar, manejar, etc, pueden contar con la ayuda extra de vestimentas con protección como remeras, camisetas, sombreros de ala ancha y anteojos o lentes de sol.

Tratamientos estéticos y peelings: con el inicio del frio y la venida del invierno comienzan las épocas de procedimientos sobre la piel como los peelings, las exfoliaciones y demás trabajos que se ejercen para tratar de eliminar o reducir manchas, cicatrices y más.

Sin embargo, Scarcelli señaló: “Las personas van a los centros estéticos, pero muchas veces no cuentan con un médico entonces cualquier manchita es una manchita por el sol y bueno, le dicen al paciente vamos a hacer peeling, y antes es importante el diagnóstico dermatológico”.

La observación y el autoconocimiento

Ambas profesionales indicaron que las personas deben saber y conocer las manchas y lunares que se tiene. Para hacerlo las doctoras explicaron cómo seguir la pauta del ABCDE para identificar cuando es necesario asistir a una consulta y control:

A de asimetría: cuando un lado del lunar no es igual al otro es una razón para acudir a un dermatólogo.

B de bordes: cuando los límites de los lunares y manchas son irregulares.

C por los colores: principalmente la atención debe estar sobre los lunares, cuando presentan cambios de color, despigmentación o combinaciones de tonalidades como marrones y rojos.

D del diámetro: este punto se encarga de que el paciente esté pendiente de cuando un lunar o mancha aumenta de tamaño, cambia de forma, de volumen y cuando se acercan o pasan el medio centímetro.

E por evolución: cuando la marcha o lunar cambia, evoluciona es otro indicador.

Scarcelli mencionó: “todas las personas deben una vez al mes revisar ese ABCDE poniéndose frente al espejo mirándose y prestar atención a los cambios que presenten sus manchitas”.

Ambas médicas también puntualizaron que hay que ponerle atención a aquellas cicatrices que tardan y no curan, ya que también ahí se podría formar un caldo para desarrollar lesiones malignas.

El control: en el caso de que una persona no registre ningún cambio o síntomas indicados en el ABCDE, se sugiere una vez al año realizar la visita al médico para que el profesional pueda evaluar y diagnosticar. “Es vital la observación de manchas, que concurrir al dermatólogo para un correcto diagnóstico y en especial antes de someterse a cualquier tratamiento”, aseguró Scarcelli.