A Anahí la atacaron cuando dormía y recibió 25 cortes con arma blanca; creen que el homicida entró a la casa con una copia de llave

En la audiencia donde el juez de Garantía Nº 1, Alfredo Cuello resolvió la prisión preventiva por cuatro meses para Amado Reimundo Díaz, y su traslado al Servicio Penitenciario Provincial, y la imputación se modificó a partir de las nuevas evidencias que introdujo la Fiscalía. Hoy venció la prórroga de detención de los ocho días.

Así, el magistrado formuló cargos provisorios por el delito de homicidio triplemente calificado por alevosía, ensañamiento y venganza transversal, en los términos de los Arts. 80 inc. 2 y 12 del Código Penal Argentino, en perjuicio de Anahí Robledo Yuvero.

Consideró "necesario y razonable" el dictado de la medida de coerción al advertir el peligro de entorpecimiento de la investigación y la conducta del imputado en relación a la mamá de la víctima.

El ministerio Público Fiscal de la Segunda Circunscripción Judicial representado por el fiscal de Instrucción Nº 4, Leandro Estrada, y las fiscales adjuntas Laura Parisi y Gisela Milstein, aportaron las pruebas para sostener la acusación contra Díaz. Entre ellas el informe completo de la autopsia que determinó la causa de muerte: un shock hipovolémico provocado por una doble herida de arma blanca que le perforó el pulmón. En total recibió 25 lesiones “con un elemento punzo cortante”, pero solo dos puñaladas le causaron la muerte.

Se cree que dormía cuando la atacaron. Sin embargo no murió en la cama, sino en un sector próximo.

Todas las heridas estaban en el costado derecho de su cuerpo, y con esto la Fiscalía comprobó que el agresor “es hábil con su mano izquierda”, una característica que coincide con el imputado: es zurdo.

En la vivienda no se encontraron ventanas ni puertas violentadas. Tampoco había rastros de desorden.

Según la teoría de los fiscales, el imputado ingresó a la propiedad con una llave a la que accedió mientras tenía una relación de pareja con la mamá de la víctima.

También expuso la muerte se habría producido 12 horas antes del examen realizado por las médicas forenses (que se practicó a las 19:30 del jueves 23 de mayo, con un margen de aproximación de dos horas). Se cree que el homicidio sucedió entre las 5:30 a las 9:30 del jueves 23 de mayo.

Quedó confirmado que las manchas hemáticas presentes en una campera secuestrada a Díaz durante un allanamiento, corresponden al mismo grupo sanguíneo de la víctima.

Tienen comprobado además los movimientos que hizo el imputado la mañana del hecho, por los registros de diferentes cámaras de seguridad, los cuales refuerzan la teoría del ministerio Público Fiscal. Estas imágenes lo muestran entrando y saliendo del lugar.

Estrada aportó que, de acuerdo a algunas declaraciones testimoniales, entre ellas la de la madre de Anahí, “la sistemática ejecución de actos de control y de celos” que el imputado desplegaba sobre la mujer.

Después el fiscal solicitó que se amplíen los cargos formulados y que el hecho sea encuadrado como un homicidio triplemente calificado por alevosía, ensañamiento y femicidio transversal.

La querella estuvo representada por las abogadas María Laura Rodríguez y Viviana Salinas.

El defensor de Díaz, Bautista Rivadera sostuvo la inocencia de su asistido, y planteó la “imposibilidad fáctica” de que el imputado haya sido el autor del homicidio.

También se refirió a los registros de cámaras de seguridad y precisó algunos movimientos de su defendido durante la mañana del pasado 23 de mayo. Aseguró que presentaron tickets de movimientos realizados por el imputado, como una extracción bancaria y carga de combustible.

“Esta defensa entiende que la solidez de la imputación es escasa”, dijo Rivadera, y rechazó la formulación de cargos.

El imputado pidió declarar y dio su versión sobre los movimientos realizados esa mañana y aseguró: “Lo que quiero que quede en claro es mi inocencia por mi hija”.