A nueve años del primer “Ni Una Menos”, en San Luis volvieron a marchar contra la violencia hacia las mujeres
El punto de encuentro fue en el Correo Argentino y desde allí caminaron por las calles principales del microcentro de la ciudad. Realizaron intervenciones en la Iglesia Santo Domingo, en el Poder Judicial y en la Catedral.
Este lunes se cumplieron nueve años de la primera marcha de "Ni Una Menos", un movimiento feminista que nació en el 2015 como una expresión en repudio al femicidio de Chiara Páez en la provincia de Santa Fe. Organizaciones, sindicatos y familiares de víctimas de femicidios de San Luis se reunieron en la esquina del Correo Argentino para iniciar la marcha y continuar la lucha contra la violencia machista.
Con carteles y pancartas, las mujeres comenzaron a caminar por la calle San Martín hasta la Iglesia Santo Domingo. En la puerta se realizó la primera intervención. Con la intención de exponer uno de los tantos escenarios por lo que atraviesan las mujeres, una joven se desnudó, mientras otras le gritaban “mala madre”, “anda a lavar los platos”, “sos una basura”, “quien te dijo que podés hablar” y le tiraba pintura roja.
La siguiente parada fue en el Poder Judicial. Esta vez, un grupo de muchachas se recostaron sobre la calle y otras, con una tiza contornearon su cuerpo.
“Estamos presentes, estamos acá, por nuestras hermanas y nosotras, estamos en lucha, por vidas más dignas, con fuego, con rabia, con furia y amor, estamos en lucha. Las calles son nuestras, el pueblo no olvida. Somos la historia de un pueblo rebelde, por nuestros muertos toda una vida de lucha”, fue el cántico que entonaron en la puerta de Tribunales.
El grupo llegó a la sede de la Unión Cívica Radical por calle 9 de Julio y se encaminaron hacia calle Colón para frenar frente al Concejo Deliberante donde colocaron la fotografía de la presidenta del cuerpo, Agustina Arancibia Rodríguez y la concejal, Laura Sánchez acusándolas de “mitómanas” y “homofóbicas”.
Otras de las acciones que llevaron a cabo a lo largo de dos horas fue cambiar el nombre de la calle Rivadavia por el de Guadalupe Belén Lucero. Los gritos por su aparición resonaron durante toda la movilización.
La última intervención fue en la Iglesia Catedral donde pusieron en las rejas las fotografías de las 50 víctimas de femicidios en la provincia. También hicieron un “santuario feminista” y prendieron una vela por cada una de las víctimas.
La concentración culminó en la Plaza Pringles donde se repartió una chocolatada a todos los presentes.
Es válido advertir, las estadísticas del Observatorio de las Violencias de Género “Ahora que sí nos ven”, confirmó que en los últimos nueve años hubo un femicidio cada 31 horas y un total de 2544 asesinadas en Argentina. Sin embargo, en el caso de la capital de San Luis la concurrencia fue escasa.
La movilización se replicó en Villa Mercedes, Villa de Merlo y varias provincias del país. Bajo las consignas “Con hambre y odio no hay libertad”, “Abajo la Ley de Bases y el DNU” y “Ni una Lesbiana Menos” la convocatoria buscó denunciar las políticas del gobierno de Javier Milei que atentan contra los derechos de mujeres y disidencias.