Muerte en el Río San Luis: Alaniz tenía al menos cinco expedientes en la Justicia y 13 ingresos a comisarías
Hasta junio de 2022, en los antecedentes figuraban más de 10 detenciones por robo, hurto y averiguación de antecedentes. En 2021 había sido condenado.
Dos semanas pasaron desde que Víctor Leandro Alaniz fue encontrado sin vida a la vera del Río San Luis. Estaba al costado de un árbol a metros de la avenida Riobamba. Tenía un disparo de arma de fuego en la cadera y entre las pertenencias encontraron una amoladora nueva.
Desde que se conoció la identidad, desde la Policía y la Fiscalía, reconocieron que era alguien con numerosos ingresos a una comisaría y también con causas judiciales. Por eso, una de las principales hipótesis que surgió fue que había sido herido de un disparo en un hecho delictivo.
Sin embargo, dos semanas más tarde no hay certezas sobre qué le sucedió. Mientras tanto, las tareas investigativas siguen abocadas al relevamiento de cámaras de seguridad públicas y privadas para esclarecer los minutos previos a la muerte. A eso se suman, testimoniales de vecinos que residen en inmediaciones al lugar del hecho.
Días después del hecho se conoció una filmación de una vivienda en el barrio Lucas Rodríguez donde se lo ve a Alaniz caminando, mientras que otro hombre iba detrás. La captación es de las 18:39 del día anterior, esto es, unas 12 horas antes de que fuera encontrado sin vida.
Pero, ¿quién era Víctor Alaniz? El hombre tenía 33 años, vivía en la calle 45 del barrio Tibiletti. Nació en San Luis. Solo cursó sus estudios primarios y desempeñaba tareas de construcción.
En medio del debate por la reiterancia delictiva, surge que el hombre tenía numerosos ingresos policiales y judiciales.
El Chorrillero pudo acceder a un informe de la división de Antecedentes Personales de junio de 2022. En ese entonces, tenía 13 procesos y arrestos sufridos.
En 2018, fue demorado en ocho ocasiones. La mayoría de los procedimientos estuvo en manos de la Comisaría 2°, mientras que sólo uno de la seccional N°1. En todos los casos fue por averiguación de antecedentes y medios de vida.
Al año siguiente fueron dos los arrestos. El primero por el mismo motivo y el segundo fue por robo, en abril de ese año. Un mes más tarde fue procesado por ese delito con una calificación simple en grado de tentativa. Y se dispuso la libertad.
El 23 de marzo fue detenido tras robar en una propiedad en construcción en la calle Junín al 500. El dueño advirtió la situación y alertó a la Policía. Alaniz hizo caso omiso a la orden de los efectivos y hubo una persecución. En la mochila le encontraron numerosas herramientas.
Por ese hecho, fue imputado por hurto calificado por escalamiento, resistencia a la autoridad e incumplimiento de las medidas antiepidémicas. En junio de 2021, fue condenado a tres años de prisión en suspenso y recuperó la libertad.
En abril de 2022, fue demorado por averiguación de antecedentes y medios de vida. Y en junio volvió a ser detenido por robo calificado. En este caso actuó con otro hombre y la causa cayó en la Fiscalía N°4.
En 2023 también tuvo procesos policiales. En mayo inició otro por violación de domicilio. Esa vez, a plena siesta, ingresó a una vivienda en la calle Héroes de Malvinas al 500. Fue sorprendido por el propietario y se dio a la fuga. Tras una persecución fue aprehendido.
Según el relato de la víctima, Alaniz había pateado la concertina que tenía en la medianera, rompió tejas del techo y cuando salió, lo vio descolgándose para entrar a la propiedad.
Otro ilícito que lo tuvo como protagonista fue el 31 de octubre de 2023. Sucedió en los departamentos que están en el ingreso del supermercado Chango Más, sobre avenida del Fundador. Del lugar sustrajo un televisor y fue sorprendido por uno de los propietarios, que residía en un inmueble aledaño. Todo fue a las 9.
La víctima comenzó a perseguirlo y Alaniz le gritó “ándate o te voy a pegar una puñalada”. Sin embargo, logró alcanzarlo, comenzaron a forcejear y junto a la madre pudieron reducirlo. Lo ataron con una soga hasta que llegara la Policía.