La seguridad informática europea se examina en una cumbre
Cybersec, uno de los foros europeos más importantes sobre seguridad informática, se celebra en Cracovia con el foco puesto en la Defensa, la lucha contra la propaganda en internet y los ataques informáticos, con el punto de mira puesto en la defensa de los procedentes principalmente de Rusia y Bielorrusia.
Al encuentro, acuden expertos internacionales, representantes de grandes empresas, militares y miembros del Gobierno polaco, como el viceprimer ministro y ministro de Digitalización polaco, Krzysztof Gawkowski, quien destacó la pertinencia de mejorar la ciberseguridad en su país con vistas a la presidencia rotatoria del Consejo Europeo (CE), que asumirá Polonia en el primer semestre de 2025.
“La ciberseguridad se ha convertido últimamente en un elemento clave para la seguridad europea”, declaró el ministro en la sesión inaugural, “y el número medio de ciberataques que detectamos cada día supera los mil, a veces incluso los dos mil, la mayoría de ellos lanzados desde Rusia y Bielorrusia”, añadió.
Gawkowski explicó que aproximadamente 750 millones de euros de los fondos de recuperación que la Unión Europea (UE) transferirá a Polonia se dedicarán a “desarrollar la digitalización de pequeñas y grandes empresas polacas e instituciones gubernamentales y estatales a todos los niveles, incluido el local, con el establecimiento de cientos de centros de ciberseguridad en pueblos y ciudades de todo el país.
Polonia, en el punto de mira de los ciberataques
Polonia se ha visto afectada por numerosos ataques cibernéticos que han tenido como objetivos grandes corporaciones, centros gubernamentales y militares e incluso la agencia oficial de noticias PAP, que llegó a publicar noticias falsas sobre la guerra de Ucrania al ser jaqueada.
Según el ministro Gawkowski, “Polonia está en la primera línea de la guerra cibernética contra Rusia y es también el país que más ataques de este tipo sufre”, una afirmación refrendada por la organización independiente Check Point Research, que en un informe de febrero situó en más de 1.000 a la semana el número de operaciones de sabotaje cibernético dirigidas contra objetivos polacos.
La coyuntura de la guerra de Ucrania y la creciente actividad de propaganda y desinformación en internet que, según ha denunciado repetidamente Varsovia, tiene origen en Rusia, han provocado un incremento de las amenazas informáticas, como campañas para influir en la opinión pública e incluso en las elecciones.
Según afirmó en 2022 Yuri Shihol, jefe del Servicio Estatal de Ucrania para Comunicaciones Especiales y Protección de la Información, “(Vladímir) Putin inició, al mismo tiempo que la invasión militar de Ucrania, la primera guerra cibernética mundial” con “no sólo son personas que trabajan para el Gobierno ruso, sino que también hay mercenarios al estilo de los del Grupo Wagner, a los que se compra para extender la guerra al ciberespacio”.
El ciberespacio, nuevo campo de batalla
El Gobierno polaco espera que en 2026 esté en pleno funcionamiento una unidad de Defensa del Ciberespacio, creada gracias a la Ley de Defensa Nacional, promulgada tras el estallido de la guerra en Ucrania, pero hasta ahora se ha topado con la gran dificultad de atraer a expertos punteros, que tienen a su disposición muchas ofertas mejor pagadas en el sector privado.
Para paliar esta carencia, además, el Estado polaco convoca periódicamente a ciudadanos con la formación suficiente que deseen trabajar como voluntarios en forma de pequeñas unidades auxiliares, los Equipos de Acciones en el Ciberespacio, con vistas a crear el embrión de la futura Fuerza de Defensa del Ciberespacio.
Entre las más de 2.000 personas que participarán en las 60 horas de conferencias, decenas de talleres y numerosos coloquios, estarán el vicesecretario general de la OTAN, el rumano Mircea Geoana.
Cracovia, donde trabajan más de 50.000 especialistas en Tecnologías de la Información (TI), es la capital polaca de este sector y uno de los centros tecnológicos más importantes de Europa Central. Ha sido el lugar elegido por Google para establecer la sede de su tecnología “de la nube” en Europa, por Intel para construir una fábrica de microchips que costará 4.500 millones de euros y por Microsoft para invertir 1.000 millones en un centro de datos. (EFE)