Piden colaboración para comprar los remedios de Cabezón

Por Soffia Garrido Sosa

Gabriela Pedernera, quien se ha hecho cargo del cuidado de Cabezón informó a El Chorrillero cuáles las dificultades que atraviesa con los valores de la medicación del can que ya cumplió 19 años. “Trato de que él viva lo mejor posible, pero los precios de los remedios aumentaron mucho”, explicó.

Con una historia curiosa, el perro que se ganó el cariño de muchos puntanos, se encuentra bajo tratamiento por varios diagnósticos y problemas que le trajo la edad. “A Cabezón le pesa la edad, y al tener algo de ovejero alemán sufre de una displasia de cadera, pero el problema más grande que tiene es en su manito”, explicó Pedernera y agregó: “Son la consecuencia de golpes y choques que le dejó su vida de callejero y no fueron tratados”.

Las necesidades van desde el gusto particular para la comida pasando por la medicación indicada por su médico veterinario de cabecera, Facundo Gregora. La lista de los gastos van desde arroz, hígado, pasando por calcio, regeneradores de ligamentos y calmantes.

“Los calmantes los usa mucho, llega a necesitar hasta tres pastillas por mes. La caja cuesta $60 mil”, informó Pedernera.

“Quedaban tres que guardé para casos especiales, pero a la noche lo fui a buscar para que venga a dormir y caminaba lento, dolorido”, expuso y continuó: “Llegué a casa y armé el posteo para que la gente lo ayudara. No sé si hago bien, pero quiero que él transite su vejez lo mejor que pueda”.

Además se explayó mencionando las consecuencias para la salud, el particular carácter y gustos que le ha dejado la calle: “No acepta alimento balanceado, se acostumbró a comer los restos de los bares, entonces hay que cocinarle”, dijo y agregó: “Le tengo que hacer arroz con hígado, y le debo mezclar calcio y regenerador de ligamentos”.

Su vínculo con Cabezón se forjó 7 años atrás cuando él se le acercó en la plaza. “Se sentó al lado mío con su carota y su semblante de perro malo y me extendió la mano. Luego una noche muy fría de julio salí y lo encontré, él me siguió hasta casa y se quedó a dormir”, recordó.

“Antes de que él aceptara dormir en mi casa, me contaron que llevaba 12 años siendo de la calle y subsistiendo con ayuda de la gente porque se negaba a tener dueño. Él tenía su recorrido armado, a la mañana deambula por la plaza, a la tarde iba a las escuelas y por la noche a la avenida Illia, entonces todos lo conocen, mucha gente lo ayuda”, contó.

Apelando a la solidaridad, Pedernera pidió colaboración para los gastos. Se reciben por Mercado Pago al alias Cabezónsito11 o al número 2664266771.