Un enfermero que fue despedido durante la pandemia en Villa Mercedes, ahora fue un héroe durante un rescate en la nieve

El pasado sábado un enfermero de Villa Mercedes y dos efectivos policiales lograron el rescate de siete personas que estuvieron varadas en medio de una tormenta de nieve por más de 12 horas, en el sur argentino.

Eran seis policías y un chofer que habían salido a las 8 de la mañana, pero quedaron en el camino. Debían hacer el cambio de guardia en represa Jorge Cepernic, en la provincia de Santa Cruz.

A las 19:15 el subcomisario del paraje La Esperanza, Víctor Moreno se hizo presente en un puesto sanitario, donde trabaja Walter Miranda, para avisar lo que pasaba.

“Moreno dice que él siente el deseo de ir a buscarlos, pero estaba esperando la camioneta de la policía que venía de Río Gallegos con un relevo y no quería esperar más. Entonces me pregunta si lo puedo acompañar. Le dije que sí, que se quedara tranquilo, así que juntamos nuestras cosas, nos posicionamos y él salió en su vehículo particular. Nosotros nos ubicamos detrás de él en la ambulancia e iniciamos la búsqueda”, relató Miranda en diálogo con El Chorrillero.

Transitaron por la Ruta 2, que es un camino de tierra, según detalló. En el vehículo particular viajaban Moreno y el sargento primero Ernesto Ruíz, y en la ambulancia Miranda y el conductor, Alexis Cárdenas.

Mientras las inclemencias climáticas perjudicaban la visión, la camioneta del policía quedó frenada a 50 kilómetros del punto de partida, en zona de Boleadoras. Luego de algunos intentos “fue imposible desencajarla”.

En ese momento los alcanza el auxilio provisto con los elementos para hacer el rescate. Todos juntos prosiguieron camino.

Pasando la zona de Campo Boleadoras, la ruta ya no tenía huellas y la nieve estaba a una altura de 80 centímetros. El patrullero iba por delante, y constantemente debían frenar para limpiar el parabrisas.

Luego de algunos kilómetros, el vehículo de la policía no puede continuar el recorrido. Moreno y Ruíz deciden caminar hacia la trafic varada, que se podía distinguir por las balizas.

Los otros dos efectivos, Emiliano Bravo y Héctor Rodríguez se quedaron intentando avanzar, y Miranda con Cárdenas decidieron adentrarse en la nieve con la ambulancia.

“Pasamos por un puente lleno de nieve, empezó a caer cada vez más, se nos tapaba el parabrisas, los faroles ya estaban tapados y no teníamos la suficiente visibilidad. Pasamos un cañadón de piedra, era totalmente blanco y en algunos momentos casi nos quedamos, pero seguimos y seguimos hasta que logramos ver el vehículo, prácticamente tapado de nieve, y estaban junto con los dos efectivos que habían llegado caminando”, continuó.

Finalmente lograron rescatarlos luego de cuatro horas de viaje. Si bien estaban mojados y adormecidos, la salud de todos los hombres era óptima.

Al llegar a la zona de Campo Boleadoras, se encontraron con un operativo de bomberos que acompañaron a los damnificados hacia el puesto sanitario de La Esperanza. Allí los esperaba Protección Civil y unidades de rescate de otras localidades.

“Fue muy emocionante. Nos aplaudieron cuando bajamos de la ambulancia. Por suerte salió todo bien, decimos que fue exitoso porque están todos bien. Inclusive cuando les pedí si les podía sacar una foto, ellos salen ya con el rostro contento, aliviados totalmente”, dijo.

Mientras esa noche Miranda fue un héroe en otra tierra, en Villa Mercedes resulta difícil olvidar la experiencia que lo obligó a emigrar para sobrevivir.

Desde 2013 fue enfermero en el Servicio de Emergencias Médicas Provincial (Sempro). Y en plena pandemia de Covid-19 tuvo una gran exposición cuando decidió reclamar insumos de protección para realizar su labor. Fue durante el gobierno de Alberto Rodríguez Saá que por los cuestionamientos que le hizo a su jefe, Daniel José, lo echaron.

“Me hacen una causa que especifica que yo incumplí un protocolo, que me negué a un traslado de Covid, cuando siempre hacíamos traslados y nunca jamás me negué a algo así", revivió en la entrevista con este medio.

“Lo único que reclamaba eran más insumos y protección porque no teníamos ni barbijo para trabajar. Era una vergüenza como nos mandaban a buscar pacientes en esas circunstancias sin ropa. Ante ese pedido me despiden injustamente, sin causa”, explicó.

El sindicato Asociación de Profesionales y Técnicos de la Salud (APTS) a través de manifestaciones reclamó por la reincorporación del hombre, pero no obtuvieron respuestas: “Fue en vano todo nuestro pedido porque en ningún momento me permitieron volver. Así que me cerraron prácticamente todas las puertas en Villa Mercedes”.

Walter es padre de tres hijos. El menor tiene autismo y una de sus hijas una limitación motriz. Sin embargo, fue desafectado de su trabajo de un día para otro: “Era una época donde no se debía despedir gente porque había un convenio nacional que dictaminaba que no se podía. Además, yo tenía dos hijos a cargo con discapacidad, y en mi legajo en el ministerio de Salud de la provincia de San Luis estaba limpio, no tenía nada”.

Para poder sustentar a su familia, en mayo de 2021 tomó la decisión de probar suerte en Santa Cruz con la ayuda de un conocido.

“He podido posicionarme económicamente y moralmente, en el sentido de que me valoran. Esta provincia me abrió los brazos, el hospital me abrió los brazos. Entonces, como que yo ya me he olvidado de las cosas pasadas y he apuntado a poder ser otra persona, mejor y tener un progreso diferente”, dijo.

Ante la decisión arbitraria de despedirlo es que llevó adelante acciones legales. En primer lugar una demanda personal por daños y perjuicios contra Daniel José, ya que éste a través de un video señaló que el enfermero “atentaba contra la salud pública”, y otra demanda contra el Estado provincial.

Con respecto a esta última, el abogado que lo representó, Lucas Gieco reclamó la violación del derecho a la estabilidad y el derecho a la indemnización, y solicitó la reincorporación del trabajador a la empresa.

Consideró que “no buscaron la verdad real, se manejaron políticamente y entiendo que fue con el respaldo del gobernador Alberto Rodríguez Saá".

"Lo que él (Miranda) pedía al Gobierno era la reincorporación por haberse violado la constitución y la ley, pero no marginalmente, abiertamente, de una manera grotesca, muy alevosa. No ocurre en ninguna parte del mundo que a un empleado público no le hagan un sumario y no le den el derecho a defenderse", señaló Gieco.

La Justicia rechazó la solicitud y la defensa planteó una reposición in extremis, un recurso que solicita cancelar total o parcialmente una resolución cuando hay un error evidente.

En diciembre, Gieco renunció a la causa porque asumió como subdirector del Registro Civil de Villa Mercedes, y según la Ley de Colegiación, resulta incompatible para el profesional litigar en contra del Estado municipal, provincial y nacional.

La reposición se resolvió en marzo de este año con la defensa de Nicolás Gil. Allí el Superior Tribunal de Justicia determinó que “no existe un reclamo administrativo previo”.

“Lo que dijo Daniel José lo reflejó el STJ: te vas porque te vas y ya está", dijo el abogado y agregó que “seguramente el abogado está articulando para ver cómo continuar”.

Por otra parte, la demanda por daños y perjuicios se encuentra actualmente en el Juzgado Civil Nº 1 de Villa Mercedes a cargo de Soledad Carolina Cherubini.

“La jueza dijo que no puede resolverla porque no está resuelto el beneficio de litigar sin gastos, pero ya está todo probado y entendemos que va a salir a favor el beneficio, que le van a hacer lugar en su totalidad, y después se va a dictar sentencia ajustada a derecho", completó Gieco, que lleva el caso con el abogado Jorge Morales Cóppola.

Sostuvo además que “ya se han hecho los alegatos y se presentaron todas las pruebas. No tenemos ninguna duda de que la sentencia tiene que ser a favor".