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El Día Internacional del Orgullo LGBT+ y el recuerdo del crimen de Azul Montoro

El caso marcó un precedente debido a la histórica condena a prisión perpetua por femicidio del único implicado. La joven era de Villa Mercedes, pero en 2017 fue brutalmente asesinada en Córdoba.

Azul Montoro.

por Julian Pampillón

elchorrillero.com

Actualizada: 27/06/2024 23:49

El Día Internacional del Orgullo LGBT+ trae consigo la reflexión de la lucha de la comunidad y el recuerdo de casos que dejaron una huella por su trascendencia. Uno de ellos es el del crimen de Azul Montoro (24), una joven trans de Villa Mercedes que fue asesinada en Córdoba.

El desenlace judicial de la causa fue tomado como emblemático por ser la primera vez que el asesinato de una persona trans llega a juicio oral bajo la figura de femicidio.

En agosto de 2019 la Cámara 9ª del Crimen de esa provincia condenó por unanimidad a prisión perpetua a Fabián Casiva por el asesinato.

De acuerdo a la investigación, Montoro era trabajadora sexual y Casiva uno de sus clientes cuando el 18 de octubre de 2017 él la asesinó de 17 puñaladas en un departamento ubicado en la calle Rincón 141, cerca del Mercado Norte, en el centro de la ciudad.

De acuerdo a las pesquisas como el femicida no tenía dinero para pagarle se inició una discusión que terminó con el asesinato.

El crimen fue descubierto por una amiga de la víctima que llegó al departamento esa misma madrugada y la halló muerta junto a la cama y sobre un charco de sangre.

Fabián Casiva.

Horas después, las amigas y compañeras de la víctima advirtieron que el teléfono celular de Montoro seguía "en línea" en la aplicación Whatsapp, por lo que iniciaron una videollamada y cuando Casiva respondió su rostro quedó grabada y así fue identificado como el autor.

Poco después, el joven de 26 años fue detenido por la Policía cuando intentaba internarse en una institución de salud mental.

Como al momento del caso la joven ya había logrado cambiar su identidad a través de la ley que rige desde 2012, el hecho fue caratulado como "femicidio" y se convirtió en el primer caso en llegar a juicio con esa figura en el caso de personas trans.

Contrario al pedido de cadena perpetua por parte de la fiscalia, el abogado del acusado solicitó en el juicio oral la absolución al sostener que Casiva era inimputable por sus problemas psiquiátricos y por la supuesta inexistencia de la figura de femicidio.

En sus últimas palabras antes de conocer la sentencia, Casiva pidió disculpas a los familiares directos de Azul, pero no al resto de los presentes en la sala: "Me quieren hundir", aseguró.

Lo cierto es que el perfil del criminal da que hablar. Su cara rápidamente comenzó a circular en los chats grupales de todas las trabajadoras sexuales de la "zona roja" de la capital cordobesa y muchas confirmaron que se trataba de un rostro conocido. Fabián, petiso y de tez morena, orbitaba alrededor de las trabajadoras sexuales de esa zona.

Algunas declararon que Casiva aparecía para pedirles fuego o cigarrillos, que siempre tenía aspecto de estar drogado, que nunca tenía más de $200 encima y que, cuando era rechazado por las chicas, se ponía muy agresivo e insistente. Esa noche había hablado con varias de ellas y nadie había querido irse con él porque, decían, andaba con plata falsa.

En octubre de 2013, cuando tenía 19 años, fue imputado por la Fiscalía de 2° Turno de Violencia Familiar por los delitos de privación ilegítima de la libertad personal agravada, amenazas calificadas y lesiones leves calificadas contra su madre y su hermana. Hasta las amenazó con prender fuego la casa.

Tres años después, en octubre de 2016, fue imputado otra vez por los delitos de lesiones leves calificadas y amenazas calificadas contra su madre, a quien sometía sistemáticamente malos tratos físicos y verbales. En esa oportunidad también le pegó con un palo y amenazó con un cuchillo a su cuñada, la mujer de su hermano, cuando estaba embarazada.

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