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DÍA 1 DEL JUICIO ORAL

El escalofriante final de Johana Galdeano: “¿Para qué querés que nos veamos, para que me pongas un arma en la cabeza y dejés a mi hijo sin madre?”

En la primera jornada del debate oral, se ventilaron cómo fueron los últimos años de la joven junto al sindicalista Juan Carlos Solalinde, que la mató de 5 disparos. Los testigos expusieron a un hombre con poder que “tenía a las armas como estandarte”.

Foto Nahuel Sanchez
Juan Carlos Solalinde en la primera audiencia del juicio.

por Catalina Ysaguirre

elchorrillero.com

Actualizada: 22/07/2024 21:37

El juicio por el femicidio de Johana Galdeano comenzó este lunes en los tribunales de Villa Mercedes. El sindicalista Juan Carlos Solalinde está acusado por homicidio doblemente calificado por mediar una relación de pareja y violencia de género. La acusación tiene una pena de prisión perpetua.

El fiscal Ernesto Lutens abrió los alegatos y sostuvo que se “demostrará a lo largo del proceso la plena responsabilidad penal” del imputado. Además que existió una relación de pareja, fruto de la cual nació un hijo, que al momento del crimen tenía 2 años, que estuvo marcada por la violencia de género.

Contó que el 26 de mayo de 2021, entre las 15 y las 15:30 la damnificada se dirigió a la propiedad de Solalinde, ubicada sobre calle Sarmiento, en su vehículo. Se encontró con él y le disparó 5 veces con un arma de la que era “legítimo usuario”.

Las primeras cuatro balas las ejecutó en la calle de la propiedad, y la restante "en el interior”, para lo cual “ingresó el cuerpo y alteró la escena del crimen”. También resaltó que no solo “se corrió el cadáver” sino que se “plantó un cuchillo para simular la legítima defensa”. Enumeró todo el material probatorio que será exhibido.

“Comprobaremos que se cometió un femicidio”, expuso la abogada querellante, Mikaela Eguinoa, y nombró toda la prueba documental y testimonios, entre ellos peritos forenses, informáticos, psicólogos y psiquiatras, que pasarán a lo largo del debate.

“En 6 años Johana despertó en Solalinde una posesión caracterizada por el control. La colocación del GPS en el auto, que se acreditará. Cómo a través de una aplicación podía escuchar las conversaciones, que hubo violencia por el uso de armas de fuego, porque ese era el estandarte de Solalinde. Demostraremos que la humilló, y que la violentó. Mostraremos la ruta de mensajes donde ella había decidido poner fin, un mes antes, a la relación. Ella manifiesta claramente que no quería estar más con él”, manifestó la abogada.

La abogada Mikaela Eguinoa, junto al fiscal de juicio, Ernesto Lutens. (Foto: Nahuel Sanchez)

Al mismo tiempo dijo que el acusado contestó más de 500 veces (mensajes) porque quería verla: “Te paso a buscar, dónde estás”. Caracterizó a la relación como “controlada y violenta”, y que Solalinde tenía “un rechazo a la frustración de lo cual darán cuenta los peritos”.

“Encontraremos y lograremos demostrar notas donde él guardaba paso a paso y anotaba lo que hacía Johana, hora, fecha, compañía y lugar donde se encontraba, y el escalofriante tiempo que vivió Johana previo a su muerte, porque presentía lo que le iba a pasar”, añadió Eguinoa.

Habló de mensajes de audio donde la joven decía: “¿Para qué querés que nos veamos, para que me pongas un arma en la cabeza y dejes a mi hijo sin madre?”.

Sostuvo que cuando Johana cambió el número de su celular y arrancó el GPS del vehículo junto a una amiga, “comenzaba a experimentar algo de su libertad”.

Pero cuando el vínculo terminó, Solalinde se reconcilió con su esposa y a partir de ahí, según Eguinoa, “comenzó a construir el dolo homicida, la seguía, empezó a premeditar el crimen”. Dijo que “premeditó la escena del crimen”, y que “que cargó el arma con todas las balas que podía”.

“Los peritos podrán darnos cuenta según el posicionamiento de la víctima que él nunca salió, y que nunca estuvieron a un metro y medio de distancia” cuando ejecutó el arma.

“Al bajar del auto, él le gatilla un tiro a la cabeza, que ella cubre con su mano”, dijo, al tiempo que marcó que el cuerpo quedó baleado en la vereda donde había pasto. “Estando Johana viva actúa con crueldad y la arrastra unos 3 metros para ingresarla y es en ese lugar le da el último disparo en la cara. El disparo del odio, a la belleza. Se logrará acreditar”, completó. 

Agregó que el cuchillo que “le plantaron” en la mano derecha “era compatible con los secuestrados en la casa”.

“Durante mucho tiempo la violencia de género fue considerado crimen pasional. No soportaba ver a la ex con otro y la mataba. No soportaba que diera fin y la mataba. Entonces ‘es para mí o no es para nadie’. El femicidio es una reivindicación a esa figura”, agregó.

Resaltó que “la mató una de las personas a la que más amaba”.

Juan Carlos Solalinde habla con su abogado, Marcos Juárez. (Foto Nahuel Sanchez)

Por otra parte, la defensa ejercida por Marcos Juárez y Ramiro Rubio plantearon que va a discutir que existen y existieron “causas extraordinarias de atenuación que están enmarcadas dentro de la legítima defensa en exceso”. También que “hubo una historia de violencia hacía él” y que va a plantear “la emoción violenta por factores externos”.

Inclusive “se va a discutir el femicidio que no se puede aplicar cuando la víctima mujer ha ejercido actos de violencia hacía el agresor”. Mantendrán que “hubo violencia física y material, que se plasmaron en distintas pruebas de filmaciones y audios”.

El Tribunal está integrado por Daniela Estrada, Sebastián Cadelago Filippi y Mauro D’Agata. Este martes continúa el debate y están citados 8 testigos.

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