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DÍA 1 DEL JUICIO ORAL

La madre de Johana: “Él decía que todas las amistades le traían machos, la tenía controlada, le pegaba y le ponía un arma en la cabeza”

Gladys Soria repasó las situaciones de violencia de género que vivió su hija, y aseguró que a Juan Carlos Solalinde lo veía “siempre con armas de fuego”. El sindicalista está acusado de quitarle la vida a la joven de 5 disparos. 

Foto Nahuel Sanchez
Gladys Soria, mamá de Johana Galdeano.

por Catalina Ysaguirre

elchorrillero.com

Actualizada: 22/07/2024 23:12

“Había cosas de él que no me gustaban, y ella cambió mucho, él tenía a mi hija muy controlada”, dijo Gladys Soria en el inicio de su declaración en la primera audiencia donde juzgan a Juan Carlos Solalinde por el femicidio de Johana Galdeano.

La mamá fue la primera testigo del juicio que comenzó este lunes en los Tribunales de Villa Mercedes.

Recordó que su hija conoció al sindicalista hace más de 6 años cuando él le dio trabajo en la Uocra. Y que después iniciaron una relación sentimental, de la cual nació un hijo que hoy tiene 5 años.

“Fuimos dos veces de vacaciones juntos. La primera vez la pasamos bien, ya la segunda no, porque no estaban bien. Ella me decía que tenían problemas, ella se notaba nerviosa”, dijo.

La mujer relató algunos hechos puntuales de la relación que estuvo marcada por la violencia y que terminó con la vida de la joven: “Me fui enterando después que él le pegaba, que le ponía el revólver en la cabeza. Usaba armas y yo no sabía por qué”.

Recodó que muchas de las veces que iba a visitarla encontraba “hombres custodiando la casa”.

Aseguró que Solalinde perseguía a Johana y la amenazaba aun cuando ella ya había tomado la decisión de separarse: “Una vez le apuntó con un arma cuando tenía el bebé en los brazos. Cuando se iba la dejaba sin comida, sin pañales, ni leche. Yo siempre le decía que no le pidiera, que no se humillara porque yo podía darle todo lo que necesitaba. La única que podía entrar donde vivían era yo, y hasta cierto punto. Johana tenía su propia casa, que fueron herencias que le dejó su padre, y no necesitaba nada”.

También revivió una discusión que mantuvieron en la puerta de su casa. Él le pegó y le sangró la boca, llamaron a la Policía pero nunca llegó. “Gritó, ‘mami, me pegó, llamá a la Policía’. Yo estaba adentro cuidando a mi nieto, escuché todo y la vi a ella sangrando. Tengo fotos de eso”, agregó.

Dijo que Solalinde “salía a bailar y llevaba a sus patovicas, tenía armas, y eso no me gustaba”.

Recordó los momentos previos al crimen. Fue después que escuchara a su hija hablando con Solalinde por teléfono. Él la citó en su domicilio y allí la terminó matando de 5 disparos.

“Yo escuché que le dijo ‘¿Qué, me estás amenazando?’. Le pedí que no fuera, que se quedara conmigo para darle de comer a las gallinas. Pero no, me dijo ‘mami ya vengo, cuidame al nene’. Y no la vi nunca más”, transmitió.

Gladys, mamá de Johana. (Foto: Nahuel Sanchez)

También dijo que por esas situaciones “lo tuve correr como dos veces”.

“Era muy alegre, tenía muchos amigos, nunca la veía enojada. Ella no se tenía que juntar con nadie, porque si se juntaba con cualquiera de las amigas, era porque le traían un macho. No podía hablar con nadie, y solo podía salir con él. Cuando iba al baño le quitaba el celular. Era una persona enferma, que le puso un GPS en el auto, y también en un reloj”, agregó.

Contó que antes que conociera al sindicalista, Johana “era muy liberal y le gustaba tener amistades, siempre tuvimos una buena relación y nunca me faltó el respeto”.

En el último tiempo supo que cambió el número de celular porque “la tenía cansada, controlada en todo sentido”.

“Me dijo, ‘mami, ya no doy más’. No quería saber más nada con él”, completó.

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