La voz de Johana en el juicio: “Me cagaste la vida seis años, me violabas, me agarrabas como a un animal, todo Villa Mercedes se va a enterar lo que viví”
La querella expuso los audios que envió la víctima a pocos días del crimen, y también mostró los mensajes que se enviaron.
Otro momento fuerte se vivió este miércoles en la tercera audiencia del juicio contra Juan Carlos Solalinde, que se desarrolla en los Tribunales de Villa Mercedes. Fue cuando se reprodujeron audios de voz donde se escucha a la víctima recriminarle al padre de su hijo la violencia que sufrió durante seis años.
También se leyeron y se contabilizaron los mensajes de WhatsApp entre Solalinde y Galdeano. La querella quiso mostrar a través de esto cómo fueron los últimos días de Johana.
El perito informático David Fuentes fue el segundo testigo de la jornada. Dio los detalles de las pericias que efectuadas sobre el celular del imputado (el de Johana no pudo ser desbloqueado) y también se analizó un GPS y una fuente. Además de otros dos celulares y un reloj.
Los seis audios que se escucharon fueron mandados por la víctima el 20 de mayo de 2021 a Solalinde: seis días antes del homicidio, y en medio de un gran conflicto que vino tras la separación.
“Hago justicia por todo lo que viví a tu lado, tu maltrato físico, psicológico, lo que pasó mi hijo durante dos años”. Se entiende que esa fue la respuesta a los daños que provocó sobre el auto de él.
Y también le dijo: “Me cagaste la vida seis años con maltrato físico, psicológico adelante mi hijo, cómo me tratabas delante de tus hijos, de puta, trola, prostituta. Te tenía que servir, hasta me violabas para tener relaciones, me agarrabas como si yo fuera un animal. Todo Villa Mercedes se va a enterar de lo que viví con vos, y podés decirme puta, trola, lo que vos quieras, pero por más puta, trola nunca me tuviste que haber apuntado con un arma”.
En el medio leyeron la respuesta del imputado y la contestación de ella:
S-Bueno, hablemos, así te consigo algo para vivir. Bueno, ya sé eso, no me importa, solo quiero hablar con vos.
G-No tengo nada que hablar. Vos me querés hablar para ponerme un chumbo en la cabeza.
S-Dale, un toque, nada más, no estés así.
Ella le recordó el video que grabó y que tenía en su poder: “Me ibas a cagar matando para quedarte con mi hijo ¿Queres juntarte a hablar por eso? Si vos te andas escondiendo como una rata. Sabes que yo digo la verdad, que tengo las pruebas estas. Que vos me apuntabas con el arma, con mi hijo en los brazos para eso me querés que me junte con vos, me querés chantajear de vuelta para ponerme un chumbo en el cabeza o tirarme por ahí en un baldío, como te manejas vos”.
La defensa, que es representada por Marcos Juárez y Ramiro Rubio, también pidió hacer lectura de algunos mensajes y expusieron dos videos conocidos porque en su momento fueron viralizados por las redes sociales. Fue cuando Galdeano es filmada por Solalinde mientras le rompe el auto. Al mismo tiempo pidió al Tribunal que se autorice la apertura del Iphone usando herramientas más actuales. Esto deberá ser resuelto.
Con respecto al GPS que Solalinde había puesto en el auto de la mujer, se supo cómo era el funcionamiento, y cómo era administrado desde su celular. Él enviando un mensaje a ese dispositivo obtenía “una respuesta” que le daba el lugar, la hora y el link del mapa para saber la ubicación.
Se incorporaron a la causa tres sábanas de registro desde agosto de 2019 a mayo de 2021. Un total de 3657 mensajes envió Solalinde desde su línea. También se especifica que desde el 20 de mayo al 26 (que fue el día del crimen) se acumularon 2668 mensajes, audios y fotos. Se pudo establecer además todo lo conversaron el día del homicidio.
En uno de los mensajes Solalinde dice: “Hoy estoy dispuesto a todo”.
También encontraron un bloc de notas donde iba anotando, entre otras cosas, los movimientos de Johana cuando salía de su casa para juntarse con amigos, inclusive cuando se iba de la ciudad. “Gym y más libertad”, también escribió.
El día del hecho, Johana comenzó a realizar llamadas a Solalinde a las 15:25, y las comunicaciones (que fueron de pocos segundos) se repitieron hasta por lo menos las 15:29. A las 15:30 él llamó a un amigo cercano que no respondió y a una mujer. Finalmente a las 15:39 se contactó con el abogado que lo acompañó hasta la Comisaría 8º donde se entregó y confesó el homicidio. Allí entregó el arma que usó para disparar cinco veces.