VILLA MERCEDES
Cuatro audiencias que revelaron una historia de seis años de violencia y el abuso de poder de un funcionario
El debate oral contra el sindicalista Juan Carlos Solalinde se retomará a mitad de semana.
Desde el primer día del juicio por el homicidio de Johana Galdeano, los testigos ofrecidos por el Ministerio Público Fiscal fueron describiendo una historia con detalles escalofriantes. En los alegatos de apertura, Ernesto Lutens y la querella, que es representada por Mikaela Eguinoa, sostuvieron que lo largo del proceso “se demostrará la plena responsabilidad penal” de Juan Carlos Solalinde, quien el 26 de mayo de 2021 confesó en la Comisaría 8° de Villa Mercedes que la había asesinado. Que la relación estuvo marcada por violencia de género y que se cometió un femicidio.
Las personas más cercanas a la mujer, que hoy tendría 32 años, coincidieron que los seis años de esa relación la vieron “sufrir muchísimo”. Y también describieron cómo era el comportamiento de Solalinde con las personas de su entorno. Un hombre que ostentaba “poder” porque era funcionario del Gobierno (y dirigente de la UOCRA) que se manejaba con custodios. Que llevaba “siempre” un arma de fuego en la cintura, que le gustaba disparar al aire y que era capaz de “desalojar un boliche para agredir a las personas” que miraban o saludaban a Galdeano. A quienes le daban seguridad ("porque decía que debía cuidarse") los denominaba “Los Perros”.
Las cuatro primeras audiencias también dejaron los datos científicos que reconstruyeron cómo fue el crimen a través de una animación virtual. Repasaron los datos de la necropsia y las heridas que le causaron la muerte. Se escuchó el informe psicológico y psiquiátrico de un hombre “sin sentimiento de culpa ni arrepentimiento”.
A Johana le dispararon 5 veces con un revólver 357 Mágnum, que tenía proyectiles de ese calibre, y también de 38. La primera bala ingresó en la muñeca derecha, la segunda en el pecho que le dio de lleno en la columna vertebral y la desestabilizó. Cuando iba cayendo le dieron el tercero que entró por el abdomen. La segunda secuencia confirmó que al cuerpo, estando en la vereda, lo arrastraron de los pies, y en el interior de la propiedad de Solalinde le gatillaron dos veces más cuando agonizaba y “para rematarla”. También se comprobó que a la mujer “le plantaron” un cuchillo en la mano derecha.
A pedido de la defensa del sindicalista, el debate oral se postergó. Marcos Juárez debe asistir al juicio “por la ruta del dinero K” que se desarrolla en Buenos Aires. En ese sentido, es que se reanudaría el miércoles, en la medida que Juárez culmine su presencia allí.
Todavía por parte de la Fiscalía resta el testimonio de más peritos. Entre ellos el de una bióloga. Después llegarán los de la defensa que son alrededor de 15 (peritos de parte y amigos).
El Tribunal que juzga a Solalinde está integrado por Daniela Estrada, Sebastián Cadelago Filippi y Mauro D’Agata.