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Decepción y preocupación por sus compatriotas: así viven la crisis en Venezuela los inmigrantes radicados en Villa Mercedes

Manifestaron que en esta oportunidad la gente salió a defender su voto, y señalaron que Edmundo González Urrutia significaba el fin del régimen chavista.

Edsel Velásquez y Francia Colmenarez.
Actualizada: 30/07/2024 23:57
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Por Sonia Schoenaker

Tras las elecciones en Venezuela y la proclamación de Nicolás Maduro para seguir hasta 2031 que anunció el Consejo Nacional Electoral (CNE) el lunes a la madrugada, se registró una ola de protestas en el país en rechazo al resultado.

El CNE otorgó el triunfo a Maduro con el 51,2% de los votos frente al 44,2% del principal candidato opositor, Edmundo González Urrutia. La oposición, liderada por María Corina Machado, puso en duda los resultados porque no se publicaron los datos oficiales. La líder aseguró el lunes que tenía en su poder copias del 73% de las actas de escrutinio y proyectó una victoria del candidato opositor con 6.270.000 millones de votos frente a los 2.750.000 de Maduro.

En ese sentido, el pueblo salió a protestar este lunes para denunciar un fraude electoral y el régimen actual respondió con una represión que dejó, al menos, tres personas muertas.

Edsel Velásquez es oriundo de San Felipe y forma parte de los casi 8 millones de venezolanos que decidieron emigrar para mejorar las condiciones de vida de su familia.

Vive en Villa Mercedes desde 2020, junto con su esposa y sus hijos. Él se desempeña como ginecólogo en la Maternidad "Dr. Carlos Luco", y ella trabaja como pediatra en el Policlínico Regional “Juan Domingo Perón”.

Durante el domingo que se desarrollaron las elecciones, Velásquez se encontraba en su país natal, aunque no pudo votar, ya que está radicado en Argentina y en el Consejo Nacional Electoral figuraba como extranjero.

“Esto era como una crónica de una muerte anunciada”, dijo con respecto a la victoria de Maduro en diálogo con El Chorrillero.

Señaló que “siempre está la esperanza de que no suceda, pero con este gobierno desde hace 25 años, se espera cualquier cosa” y añadió: “Es un descaro todo lo que hacen, como ellos están en el poder manejan todo a su gusto”.

Edmundo González Urrutia significaba para los venezolanos el fin del régimen chavista, que tuvo sus inicios en 1999.

“Hubo esperanza con (Henrique) Capriles en 2014, imagínate ahora con este era una esperanza bastante más acertada, quizás porque había una población muy grande de jóvenes que nacieron en este gobierno y que hoy día pueden generar votos. Y qué mejor que ellos, que han vivido todas sus vidas en este gobierno para opinar” dijo.

En San Felipe las protestas por la presunta manipulación de los votos no se ven en las calles, aunque “hay focos que quieren salir”, pero el temor de que el gobierno mande “a dar plomo”, hace que las masas se queden, por el momento, en sus casas.

“Todo el comercio está cerrado desde ayer, están a la espera, con ansiedad e incertidumbre de lo que pueda pasar”, sostuvo Velásquez.

Recordó que hasta el 2010, en su país “se podía mantener un poder adquisitivo y vivir con comodidades”, pero luego la economía se volvió insostenible, y aunque en su familia eran dos profesionales con cinco ingresos mensuales, no podían hacer rendir el dinero, y por ese motivo decidieron emigrar.

Explicó que quienes actualmente viven allí, deben recibir, al menos, una entrada de dinero de otros países: “Todas las familias venezolanas tienen algunos que están afuera y les dan una mano”.

En Villa Mercedes hay aproximadamente 80 familias de inmigrantes venezolanos que se comunican entre sí a través de un grupo de WhatsApp. Según comentó el médico, “la mayoría son profesionales”.

“Todos expresan el temor de que persista esto, era una esperanza que teníamos como para decir ‘ya me voy tranquilo a mi país’, por lo menos a visitar”, concluyó.

Francia Colmenárez tiene 33 años, es profesora de inglés y vive hace tres años en Villa Mercedes.

Llegó a Argentina por cuestiones sentimentales y a esta ciudad por motivos familiares de su ex pareja, pero asegura que volver a Maracay, su lugar de nacimiento, no podría estar en sus planes.

“No recuerdo una sola elección venezolana de mi vida que esto no haya sido lo que haya pasado. Eventualmente la gente se terminaba cansando, aceptando el resultado por lo pacífico porque básicamente se cansa de que le maten a los hijos. Eso es la verdad del asunto. La gente sale a protestar y las matan. Disuelven las peleas, las marchas, les meten un tiro para que la gente deje de protestar. Y parece que la gente no se está cansando en esta oportunidad”, dijo en declaraciones a este medio.

Hizo hincapié en que “esta vez la gente salió a votar, y por eso todos salieron a defender el voto”.

“En otros años creo que había más abstinencia y también estaba muy presente que Chávez todavía estaba vivo. Hoy en día no hay chavismo directamente. Entonces el hecho de que ya no haya chavismo, no hay de dónde para creer que mínimamente se hubiesen acercado a ganar porque antes tampoco lo hicieron”, mencionó respecto a los presuntos resultados de las votaciones.

Y remarcó: “Yo no quiero que siga muriendo gente, ya lo vimos”.

“Todas las veces hubo que salir a la calle, yo no salí. Pero sí salió a esa gente que tuvo un poco más de heroísmo. De salir a estar dispuesto a que los maten, y eso no quiero que siga pasando”, añadió.

Consideró que “es una cuestión que ya no tiene vuelta porque el fraude ya se comprobó”.

“Ahora falta que este señor (Maduro) salga, lo admita y se vaya, pero no sé qué va a pasar después de eso, porque hay demasiada corrupción en Venezuela”, sostuvo.

Por último, reflexionó: “A Venezuela la mueve la plata, entonces lo único que puede hacer que lo saquen a Maduro es que venga alguien con más plata y ofrezca esa plata por la cabeza que él. Yo todos los días me despierto desde que pasó esto, esperando despertarme con la noticia de que lo metieron preso, que lo agarraron o lo que sea”

 

 

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