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La feligresía puntana le rindió honor a San Cayetano

Fieles se congregaron frente a la capilla del santo para pedir y agradecer por trabajo.

Como todos los años, las calles del barrio San Cayetano se llenaron para honrar al santo.
Actualizada: 07/08/2024 20:44
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Por Leonardo Kram

Como cada 7 de agosto, cientos de fieles asistieron a la celebración de San Cayetano en la capilla del patrono de la paz, el pan y el trabajo, ubicada en Tomás Jofré y Yapeyú. El frío no mermó la fe y devoción por el santo, en el tradicional barrio que lleva su nombre.

Alrededor de las 4 de la tarde, un cielo despejado aminoró las bajas temperaturas para los creyentes que se acercaron. Un puestero ofrecía a 500 pesos espigas de trigo que llevaban pequeños trozos de pan envuelto. Hubo feligreses de todas las edades que se arrodillaron a rezar con dificultad pero emoción.

El padre Fernando Spalla fue el encargado de oficiar la misa. En su homilía, recordó la figura del patrono y pidió por quienes no tienen trabajo. Cayetano de Thiene fue un presbítero italiano que en 1671 fue proclamado santo por el papa Clemente X.

“Él que era de una familia noble, de una familia rica, se despojó absolutamente de todo, para poder seguir de una manera plena al Señor. La vida de San Cayetano es una vida hermosa, riquísima, no solamente en obras materiales, que realizó muchas, sino sobre todo por la preocupación mayor que tenía él, que era la santidad de todos sus hermanos” , resumió.

“Vamos a pedirle por todos los que están en este momento sufriendo, los enfermos, los que están solos, los que están abandonados, que tanto amor derramó San Cayetano en ellos. Y también por todos los que en este momento a lo mejor se encuentran sin trabajo, aquel medio por el cual el hombre se va dignificando día a día. Le vamos a pedir esa gracia, no solamente para todos ustedes que están aquí presentes, sus familiares y amigos, sino para todo nuestro país”, concluyó.

Posteriormente el sacerdote compartió una serie de plegarias que fueron acompañadas por los feligreces. Se rezó un Padre Nuestro y luego se hizo la bendición de la hostia. Más tarde bendijo los panes y objetos que llevaban los vecinos.

Pasadas las 16:30 inició la procesión. El recorrido fue por el barrio. Los creyentes, liderados por la figura del santo, caminaron con lentitud, mientras se escuchaba a uno de ellos decir consignas alusivas a través de un altoparlante en un auto que marcaba el ritmo.

Primero caminaron por Tomás Jofré dos cuadras y llegaron hasta Leandro N. Alem. Desde esa arteria siguieron hasta arribar a ministro Berrondo. Finalmente regresaron al santuario por Yapeyú.

Laura, una vecina de la zona de la primera rotonda, fue con su madre Anita. El cumpleaños de la mujer más grande coincidía con la celebración del Santo y vino de visita de Rancul, La Pampa, para participar. “Queremos tranquilidad, el pan y el trabajo, para todos, porque es una bendición”, dijo.

Jorge Vega se acercó desde el centro junto a su hijo. “Yo me quedé sin trabajo hace 5 años. Siempre le pido a él y por suerte me dio empleo y estoy muy agradecido. Es una emoción muy linda, que se lleva adentro, que trae esperanza para la gente. A quienes no tienen trabajo, les digo que tengan fe, que no la pierdan”, concluyó.

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