Maximiliano Frontera quería disputar la presidencia del PJ pero Alberto Rodríguez Saá lo desafilió: “Una especie de Maduro en San Luis”
El intendente de Villa Mercedes fue sancionado y confirmó que apelará la medida. También expuso la vocación de “formar una nueva corriente del peronismo”.
Los problemas de Maximiliano Frontera dentro del Partido Justicialista son con Alberto Rodríguez Saá, y comenzaron cuando el intendente de Villa Mercedes expresó públicamente que no pondría obstáculos en la gestión de Claudio Poggi, y que respetaba el voto popular que eligió un cambio en San Luis.
No solo que mantenga buen diálogo y respeto institucional con el Gobierno actual le trajo consecuencias en su espacio político: el quiebre llegó cuando decidió ir a internas y disputar la conducción del partido (el 24 de noviembre) en búsqueda de “un recambio generacional sincero” que esté acorde a los nuevos tiempos.
En las últimas horas le notificaron que suspendieron su afiliación, y eso, al menos por ahora, le impide avanzar en su pretensión. A El Chorrillero le confirmó que “sin ninguna duda” apelará la medida dispuesta por el Tribunal de Disciplina, y la describió como “una proscripción”, una cuestión “arbitraria” hacia los dirigentes que piensan distinto a Rodríguez Saá. Al mismo tiempo expulsaron a 8 diputados.
Este martes por la tarde se reunió con dirigente del partido en la sede del PJ, ubicada sobre la Avenida Mitre, en Villa Mercedes. Allí reafirmó que la convocatoria a elecciones “no respeta la Carta Orgánica”, y que tampoco le dieron el derecho a defensa.
“Hemos preparado los escritos legales, los presentaremos mañana y veremos cómo sigue. Esta vez no se la vamos a hacer fácil. Vamos a plantear todo lo que hay que plantear. Debemos cumplir a raja tabla la voluntad popular. No podemos de ninguna manera aceptar que nos quieran conducir. El que gana conduce y el que pierde acompaña”, sostuvo en la reunión que comenzó pasadas las 19:30.
En declaraciones formuladas hoy a este medio sostuvo que la situación lo pone “incómodo”, y que la opción “era presentarnos en la fecha que estipula el calendario”.
“Nadie discute los logros que hemos tenido en la provincia, pero hace tiempo los resultados electorales no nos vienen acompañando”, planteó, y también la necesidad de “generar un ámbito donde todos podamos participar”. Dejó en claro que el peronismo usó una forma de hacer política que ahora “ya no funciona”.
“La sociedad nos está recriminando que ese no es el camino. Vamos a seguir trabajando en el peronismo, porque está en cada uno de nuestros corazones, y construyendo con diálogo y respeto”, añadió.
“Hay tantos peronistas que se golpean el pecho de que hay que cuidar la democracia, y que ahora están haciendo esto, que es doloroso, no solo por lo que me pasa a mí, sino por la situación que está viviendo el peronismo. Sin embargo, esto no impedirá que sigamos trabajando para el peronismo, para nuestra ciudad. Nosotros no nos hemos alejado del peronismo. Ellos sí se han alejado hace tiempo del peronismo, porque así lo interpreta la gente. Pero bueno, vamos a trabajar por la unidad, por la reconstrucción”, dijo el dirigente que a raíz de la sanción fue requerido por medios como La Nación y Cadena 3, entre otros.
“Mezclan las cosas porque no quieren aceptar la derrota. No soy lo que están haciendo en el partido. Nadie me va a detener en la decisión de formar una nueva corriente del peronismo en San Luis, y lo vamos a hacer en algún lado”, apuntó.
También consideró que las cosas en Villa Mercedes están cambiando: “Nos cansamos de arrodillarnos, queremos nuestra propia identidad e independencia. Esto no nos va a detener, vamos a seguir trabajando para la unidad y la reconstrucción. La autocrítica no se resuelve echando a los compañeros”.
En declaraciones que formuló en los últimos días se mostró crítico con Rodríguez Saá: “Él quiere que todos nos llevemos mal. Yo pido y doy respeto a la gobernabilidad”.
Planteó los ataques del ex gobernador desde el diario que dirige, y de la interna que le hizo los cuatro años anteriores (que fue su primera gestión como intendente).
“Es una especie de (Nicolás) Maduro en San Luis. La votación en el Tribunal de Disciplina salió dos a dos, pero definió la presidenta”, dijo a La Nación. Quien desempató fue Antonia Salino, ex esposa de Rodríguez Saá.
“No vamos a aceptar esto que nos hacen, lo digo con autoridad porque fui elegido por el pueblo. Vamos a revertir esta situación”, puntualizó.
Otras definiciones
“Seguimos hablando de peronismo pero no somos coherentes, lo que decimos con lo que hacemos. La comunidad necesitamos un recambio. Entre el 40% y 45% de padrón tiene a jóvenes de 16 a 30 años que no los vamos a convencer con la marcha peronista. Hay que actualizarse”.
“Donde no nos eligieron fue porque no hicimos una buena gestión, no entendimos el mensaje de la gente. Hemos condenado a la Argentina a elegir lo menos malo. Y las elecciones las perdimos nosotros siendo gobierno. Cuando hacemos las cosas bien, la gente nos vuelve a votar”.