VILLA MERCEDES
Juicio por Mafalda Sánchez: la situación de estrés o susto que protagonizó pudieron acelerar la muerte
Una forense confirmó que el fallecimiento fue por edema de pulmón. La víctima tenía marcas de comprensión en la cara, hematomas en los brazos y señales de defensa.
El único testimonio que pasó este lunes cuando se reanudó el debate oral contra Guillermo Páez, fue la médica forense Sandra Miatello quien dio detalles de su labor en el lugar del hecho y de los resultados de autopsia que practicó más tarde al cuerpo de Mafalda Sánchez.
Describió que cuando llegó a la casa del barrio La Rioja, alrededor de las 14:30, observó mucho desorden, y la primera sospecha fue que la mujer había muerto en un posible escenario de robo. Encontró a la víctima boca arriba tendida y en un pasillo ubicado entre las habitaciones.
En la necropsia se pudieron observar otras cuestiones. Por ejemplo, tenía lesiones en el rostro. Estas serían de compresión, como que taparon la boca con la mano con el ante brazo (desde atrás) para “callarla”. También presentaba una herida adentro de la mucosa del labio, hematomas en los brazos que eran de reciente data (previas a la muerte). Tenía sangre en la nariz, en algunos dedos y algunas uñas quebradas. Se puede imaginar que la sostuvieron con fuerza para inmovilizarla y ella intentó defenderse.
Por los medicamentos que encontraron en la vivienda, Mafalda tenía patologías crónicas como hipertensión arterial y enfermedades respiratorias. Supieron que en ocasiones usaba inhaladores y que encontraron remedios para tratar la arritmia cardíaca.
La causa eficiente del deceso fue un edema agudo de pulmón, “patología grave, secundaria a otras patologías que no pudimos comprobar patológicamente”, según la especialista, que agregó que fue una muerte “clínica, no traumática”.
Sobre las posibles causas que desencadenaron en este panorama dijo que una situación de estrés, cólera o miedo (en un contexto de robo) pudieron acelerar este cuadro hasta provocar el fallecimiento.
La forense también recordó que cuando revisó a Páez no encontró lesiones, salvo unas de vieja data que el mismo hombre aseguró que se las había provocado en los brazos. Le preguntaron si en la propiedad notó que no había luz y si el imputado tenía tatuajes en el cuello. A lo primero dijo que no lo recordaba pero que "había luz tenue", y a lo segundo lo negó.
El juicio continuará este martes a las 9:30, y se espera que declaren más testigos de la Fiscalía. El miércoles lo harán los propuestos por la defensa, y con eso terminará la parte probatoria. Restará que el Tribunal integrado por Mauro D’Agata Henríquez, Daniela Estrada y Virna Eguinoa defina cuándo serán los alegatos.