Un protocolo, requisas, tres agentes, un chofer y un vehículo: la logística para que un interno salga del Servicio Penitenciario
El 70% de los traslados son para cuestiones médicas, mientras que el 30% abarca vinculación familiar, a los bancos y a la Justicia. Se autorizan salidas por ejemplo, para ajustar brackets, a dermatólogos y hasta para masoterapia.
Luego de que un interno, Félix Tobares, se fugara de un permiso extraordinario que había otorgado la Justicia, desde el ministerio de Seguridad hicieron públicos los datos de las salidas que se hacen a diario a partir de medidas judiciales.
En conferencia de prensa, la ministra de Seguridad, Nancy Sosa dio cuenta de lo que implica en recursos para el Estado hacer frente a un promedio diario de 20 traslados de personas privadas de su libertad.
Uno de los puntos que reveló fue que por día, deben consignar 100 agentes penitenciarios para el cuidado de los reclusos.
El Chorrillero pudo acceder a información sobre la logística que implica la salida de un interno, desde un protocolo, requisas que en algunos casos pueden ser hasta médicas, el personal encargado del viaje, de la custodia y hasta la nafta para los vehículos.
Ya sea un preso por causa Federal o de la Provincia, es necesario destinar tres policías, un vehículo para el viaje y un chofer. En aquellos que son considerados de “alta peligrosidad” demandan hasta ocho efectivos por cada uno y hasta fuerzas especiales.
Una vez que llega la orden judicial, deben emplear un protocolo que involucra requisas antes y después de salir. Para algunos también interfiere un médico. Este proceso dura entre 30 y 60 minutos.
Para aquellos internos de Pampa de las Salinas, debido a la distancia, el procedimiento suele iniciar a las 3:30 o 4 de la madrugada.
El 70% de las salidas que registra el Servicio Penitenciario es a profesionales de la salud.
Sin embargo, ambos complejos cuentan con psicólogos, psiquiatras, médicos y auxiliares, enfermeros y auxiliares, odontólogos, obstetras y farmacéuticos.
En la cárcel de San Luis todos los profesionales están a disposición de 8 a 16, mientras que en La Botija prestan funciones las 24 horas.
Pese a eso, si la Justicia lo ordena, los reclusos deben ser derivados a los especialistas que ellos elijan. Así, se dan situaciones de salidas por ejemplo, para ajustar brackets, a dermatólogos y hasta para masoterapia.
De ese 70%, sólo un 10% son por urgencias, que son dirigidas directamente al Hospital Central “Ramón Carrillo”.
El restante 30% abarca las que son a la Justicia, a los bancos (para cobrar pensiones, herencias, hacer depósitos o percibir planes sociales nacionales) y las extraordinarias. Estas últimas son fundamentalmente para afianzar vínculos familiares y puede ser dentro de la provincia o en otras jurisdicciones.
Tal como sucedió en el caso de Tobares, donde el permiso fue para estar con su padre, los internos no pueden estar esposados y la custodia tampoco puede ingresar a las propiedades donde deben permanecer.
En estos casos también conlleva un trabajo previo. Se trata de una visita socioambiental de una asistente social junto a penitenciarios para conocer el lugar y establecer si están dadas las condiciones.