Con el diputado Ernesto Alí al frente, el albertismo K salió a apoyar al sindicalista Fernando Gatica
La presencia de ex funcionarios y legisladores rodriguezaístas en los Tribunales no constituyó una novedad ni sorprendió, porque el dirigente de ATE es el brazo ejecutor de las expresiones violentas e intimidantes que se atribuyen al ex gobernador.
Los sindicalistas de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Fernando Gatica, Florencia Mendoza y Walter Damián Barroso fueron imputados por el juez de Garantía, Juan Manuel Montiveros Chada por intentar tomar el edificio de la Municipalidad el 30 de enero.
En la previa y en paralelo al desarrollo de la audiencia de formulación de cargos, fuera del Poder Judicial un reducido grupo de dirigentes realizó una protesta de la que participaron ex funcionarios y legisladores encolumnados con Alberto Rodríguez Saá.
Uno de ellos fue el diputado Nacional, Ernesto Alí que llegó especialmente a la capital para ponerse al frente de la movida. Su mera presencia fue la referencia pura del albertismo K durante la manifestación donde se lo vio por momentos eufórico y muy cerca en todo momento de Gatica con gestos como repetidos abrazos.
Además, estuvieron el ex secretario de Turismo, Luis “Piri” Macagno; el ex ministro de Salud, Cristian Niño; la ex delegada de Anses, Angela Gutiérrez de Gatto; y los concejales Andrés Russo, Gastón Témoli, Paulina Calderón, Juan Divizia y Alejandro Cordido. Otro que asistió fue el ex secretario de Hacienda de Sergio Tamayo, Nicolás Carpio. Varios denunciados por corrupción. También se dejaron ver los hermanos Roberto y Daniel González Espíndola, la ex concejal de La Cámpora, Daniela Serrano y Daniel Sosa del Movimiento Evita.
Pero para entender lo que sucedió hoy a la mañana y los acontecimientos ocurridos a partir del 10 de diciembre que exhibieron como se reinventó Gatica en sindicalista combativo, hay que mirar la foto del 17 de noviembre cuando el entonces gobernador recibió en su despacho al secretario General nacional, Rodolfo Aguiar y al dirigente puntano.
Rodríguez Saá transcurría sus últimos días en el poder en el momento que se mostró con quien se convirtió en su brazo ejecutor de las acciones hostiles al Gobierno entrante. A poco de andar se empezó a ver por los carriles que iba a transitar el sindicato luego del cambio de gestión.
A los ocho días de haber asumido Gastón Hissa en la intendencia llegó el primer paro por 72 horas y el 30 de enero el intento de toma del edificio de la comuna con una manifestación violenta por despidos y donde rompieron las puertas de ingreso al edificio ubicado en San Martín y Belgrano. Todo derivó en una denuncia penal y por ese hecho, los tres dirigentes hoy fueron imputados.
Así arrancó la obstrucción de la gestión. En diez meses lleva un récord de paros y protestas.
El 9 de mayo ATE, junto a Camioneros, en una actitud intimidatoria y mafiosa realizaron un escrache en el domicilio particular del gobernador Claudio Poggi.
El albertismo K lo acompañó hasta la puerta de la audiencia y lo dejó en manos de un magistrado que lo imputó por daños a bienes del Estado. Montiveros Chada dispuso, por un plazo de 90 días, la prohibición de salida de la provincia, la firma del libro de imputados y la prohibición de acercamiento a Hissa.