DATOS 2023
Aumentó la cantidad de suicidios en San Luis: aceptar las emociones propias, “mirar al otro” y poder pedir ayuda
Durante 2023 crecieron los casos un 43% y la provincia tiene la segunda tasa más alta del país. Dos profesionales hablaron sobre una realidad que duele, las políticas para hacer frente, las señales y una línea telefónica donde siempre habrá una persona para escuchar.
“No está solo o sola, uno lo acompaña, verdaderamente le interesa lo que está pasando”, ese mensaje buscan transmitir desde el Hospital de Salud Mental en San Luis, a quienes están atravesando por una situación difícil y ven en quitarse la vida una salida del dolor. En la provincia, pueden comunicarse las 24 horas al 911 y un profesional los atenderá, escuchará y acompañará.
El ministerio de Seguridad de la Nación difundió las estadísticas criminales de 2023. En el informe expusieron los datos de cada jurisdicción en diversos delitos y muertes violentas. Dentro de estas últimas, están incluidos los suicidios, que arrojaron números altos para San Luis.
El año pasado, en Argentina hubo 4195 personas que se quitaron la vida. Esto significó una tasa de 9,8 cada 100 mil personas mayores de 5 años. De ese total, 79 hechos fueron en San Luis y si bien es una cifra baja en relación a otras provincias, debido a la población, el promedio local fue de 16,3.
“Hay un aumento de la incidencia de los casos de suicidio, hay un incremento en adolescentes también”, reconoció la directora del Hospital de Salud Mental, Magdalena Pfister. En este sentido, unas de las primeras acciones que intensificaron fueron capacitaciones en distintos centros de salud de la provincia y escuelas.
“Al tener una etiología multifactorial, es necesario establecer políticas públicas en donde podamos trabajar de forma intersectorial, interministerial y en donde toda la comunidad también se pueda comprometer para formar un tejido social, una red en la que todos estemos informados y podamos acudir en una situación de crisis o ideación de muerte”, explicó en declaraciones a El Chorrillero.
La media de San Luis sólo fue superada por Entre Ríos, que en 2023 tuvo 18,8 suicidios cada 100 mil habitantes. Le siguieron La Rioja con 14,4, Catamarca con 14,3 y Santiago del Estero con 14,2.
Las jurisdicciones con la tasa más baja fueron la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con 6,1, Río Negro con 6,4 y Misiones con 6,8.
La jefa del área Prevención y Asistencia al Suicidio, Elena Valerio, afirmó que “la problemática social influye porque no está relacionado a un problema mental”. “Entonces, todo lo que circunda es causa probable para que las personas puedan tener la idea de muerte, porque no saben cómo salir de una situación que es difícil”, agregó.
“Vivimos en una sociedad difícil, de mucha violencia, ahora también la parte económica, el trabajo, las relaciones, El hecho de que los adolescentes, a veces están solos. Por eso hay que fortalecer esta sociedad, para que lo identifiquen como herramienta y sepan dónde pedir ayuda”, sostuvo.
El promedio de hechos en San Luis arrojó un fuerte crecimiento. En 2022 la media había sido de 11,5, es decir, el aumento fue del 41,8%.
A nivel nacional el incremento de la tasa fue del 4,9%, mientras que los hechos se elevaron en un 6%. En el caso de San Luis, la cantidad de suicidios subió un 43%, en comparación con el periodo anterior.
Dentro del territorio provincial, los departamentos Pueyrredón y Pedernera, exhibieron la mayor proporción de episodios.
“El suicidio o el intento de suicidio, no es un trastorno mental. Responde a múltiples causas, pero no necesariamente es un trastorno mental. Es una forma de construcción humana que responde a distintos factores sociales, económicos y culturales”, expuso Pfister.
En este sentido, hizo énfasis en poder construir el sentido propio en la vida: "Todas las personas podemos entrar en momentos de vacío existencial, de desesperanza, de no descubrir sentido. Pero el autor Víctor Frank dice que debemos buscar sentido en la vida”.
“¿Y cómo descubrimos valores? Estando con esa conciencia intuitiva de aquello que es el valor y qué valores tengo en mi vida y qué pongo como prioritario. Digamos que lo material es importante para poder comer, vestirme, pero qué otro tipo de valores hay y cuáles jerarquizo”, indicó.
En este punto, apeló a la sociedad para empezar a “construir una base de valores como red social que nos sostenga y donde el valor más importante en este momento sea el de la solidaridad, de poder acercarme, conmoverme con el otro ser humano, de rehumanizarnos, de salir de la indiferencia porque probablemente la persona que está rumiando este tipo de ideas (de muerte) es una persona que se aísla”.
En esto, las profesionales consideran clave “mirar al otro” para encontrar las señales de una persona que podría estar analizando quitarse la vida.
“A veces hay palabras que nos tienen que hacer ruido porque significan que una persona la está pasando mal. El hecho de que se aísle, cambie de costumbre, empiece a tomar mucho, a utilizar las drogas, que cambie su rutina, que no pueda dormir, que se vea mucho más enojado o triste”, ejemplificó Valerio.
En el mismo sentido, apuntó a indagar en simplemente ¿cómo estás?: “Estamos enseñando a la gente a preguntar sin miedo, porque eso también es del suicidio, el miedo de preguntar si el otro la está pasando mal porque todo tiene que ir muy bien siempre, no tiene que haber problema y sabemos que no es así. Y si lo preguntamos honestamente, con ganas de escuchar al otro, es una posibilidad para él de expresar eso, de bajar la angustia y pedir ayuda”.
“Con una escucha atenta, el acompañar, el cobijar, alguna palabra de ternura, puede ayudar al otro, a que hable, se abra, pueda contar aquello que le pasa y pueda descubrir alguna nueva posibilidad”, insistió.
Por otro lado y según la experiencia local, Valerio reconoció que existe una incidencia de las adicciones en los suicidios. “Es un factor de riesgo porque aumenta la impulsividad, la falta de decisión”, precisó.
La profesional, también advirtió un crecimiento en la cantidad de gente que pide asistencia por la problemática. “No sabemos si es porque se difunde el número y por el avance del fenómeno, pero sí hay un aumento”, transmitió.
La importancia de la salud mental
Sobre todo en el caso de los adolescentes, Valerio planteó la relevancia de la salud mental. Para eso, es clave capacitar a los jóvenes en la habilidad de reconocer sus emociones y poder hablar con los demás de eso.
Mencionó en esto un problema, el egocentrismo: “No me interesa al otro, lo importante es lo que hago yo, y no es así en realidad”. Señaló que principalmente los hombres, son reticentes a “llorar, sufrir y expresar una emoción que no sea el enojo, que es la única permitida”.
“Eso hace que uno no se reconozca, no sepa cómo expresarlo y lo hace de una manera terrible, donde no hay vuelta atrás”, subrayó.
En consonancia, Pfister se refirió a la importancia de aceptar cada emoción, lo bueno y lo malo. “Tenemos que permitirnos los procesos de sufrimiento, de búsqueda. De momentos que a veces son de angustia, no saber qué hacer, de preguntas que nos podemos hacer”, manifestó.
“Lo más importante es poder siempre reconocernos como personas únicas y que cada uno tiene una respuesta diferente para dar a la vida, que la vida siempre nos pide algo para dar y valores que llevar a cabo. Y cuando podemos tomar conciencia de la cantidad de valores que tenemos, empezamos a reconocernos también como personas llenas de posibilidades”, afirmó.
Entonces, es descubrir todos estos valores que nos constituyen y nos definen también como únicos. Y como únicos también tenemos una responsabilidad ante el mundo. Una respuesta que solamente podemos dar nosotros en nuestra singularidad. Y también sabiendo que cuando nos unimos, cuando nos reunimos, hacer juntos también logramos mucho.
El mensaje para quienes atraviesan la problemática
“No estás solo”. Quizás suena como una frase recurrente, pero también puede ser lo que necesita oír cualquier persona cuando enfrenta un momento difícil. Esa empatía puede llegar de algún afecto, pero también de un desconocido. Por eso hay que “mirar al otro”, para poder darse cuenta cuando algo está sucediendo.
Del mismo modo, pedir ayuda tiene un papel importante. No demuestra debilidad, por el contrario, la fortaleza de querer hacer frente a algo que aqueja, angustia o duele.
Por eso, es necesario mirar alrededor. En un lazo familiar, de amistad o laboral, se puede encontrar a alguien que acompañe a hacer frente a cada situación. Y también, a quien ayude a ver lo que uno no logra visualizar en ese momento.
Asimismo, la línea 911 está habilitada las 24 horas. Del otro lado, habrá profesionales psicólogos y psiquiatras especializados en la problemática.
“Si no lo hago yo, ¿quién lo hará? Si no lo hago ahora, ¿cuándo? Y si solo lo hago por mi, ¿quién soy yo?”, cerró Pfister, citando al autor Frank.