Cuatro años de cárcel para el conductor alcoholizado que atropelló y mató a la policía Ana Yacanto
La mujer fue embestida cuando había salido a caminar junto a su hija de cinco años. El pedido de perdón y el dolor de una familia.
El 19 de enero de 2023, los sueños de Ana María Yacanto y su hija, de entonces cinco años, quedaron truncos. Como su mamá estaba de vacaciones, la pequeña le pidió salir a caminar. Y lo hicieron, sin imaginar que sería la última vez que lo harían juntas.
Como lo hacían habitualmente, emprendieron por la senda peatonal que rodea la avenida Vía del Peregrino. En el trayecto que une la Tercera Rotonda con la Maternidad “Teresita Baigorria”, la mujer advirtió que un vehículo se les venía encima. Alzó a la niña y la empujó hacia un costado, pero ella no pudo evitar el impacto.
Yacanto, que se desempeñaba en la Policía, fue arrastrada y su cuerpo impactó contra un árbol. Sufrió múltiples heridas y perdió la vida más tarde.
El vehículo, un Volkswagen Surán, era conducido por Jhasmani Huallpa Copa, quien viajaba con su hermana, su cuñado y dos menores de edad. Todos resultaron ilesos. Las pruebas que realizaron al hombre, determinaron que tenía 2,07 miligramos de alcohol por litro de sangre y había consumido marihuana.
Huallpa Copa llegó al debate oral acusado de homicidio simple con dolo eventual y un pedido de pena de 10 años de cárcel. Sin embargo, este miércoles la fiscal de Juicio, Virginia Palacios mutó esa calificación a homicidio culposo agravado y pidió cuatro años y seis meses.
Pasadas las 13, el Tribunal integrado por Adriana Lucero Alfonso, Fernando De Viana y Hugo Saá Petrino, lo condenó a cuatro años de cárcel y cinco de inhabilitación especial. Debido a que se encontraba con prisión domiciliaria, ordenaron su traslado al Servicio Penitenciario.
Antes de que los jueces salieran a deliberar, el imputado tuvo la posibilidad de decir sus últimas palabras. “Lo siento, fue un accidente”, transmitió.
Los alegatos
En el inicio y luego de la última testimonial, Palacios relató lo que sucedió la noche del hecho. Se refirió a que el hombre perdió el control, lo que lo llevó a realizar maniobras de derrape. “Al desviarse hacia la banquina y previo a reincorporarse embistió a Yacanto”, indicó.
La fiscal apuntó a la “absoluta negligencia, imprudencia e impericia” del acusado, que regresaba “de un festejo con ingesta de alcohol y estupefacientes”.
Hizo énfasis en que el “factor humano” tuvo el principal papel en el accidente y fue en “infracción al deber de cuidado”.
Palacios reconoció que el accionar de Huallpa Copa no puede enmarcarse en el dolo eventual. Pero destacó la infracción por exceso de velocidad y por haber consumido alcohol y estupefacientes.
Por otro lado, cuestionó que no tuvo “intención mínima de acercarse” a la familia de las víctimas durante este tiempo. Y consideró que eso habla de “la indiferencia por el factor vida”.
Como atenuantes mencionó la falta de antecedentes y como agravantes la extensión del daño causado a Yacanto, a la hija de ella y también al resto de la familia.
La querella, en manos de Carolina Rodríguez y Eduardo Maldonado Paone, no coincidió en la calificación del ministerio Público Fiscal. Plantearon que si hubo dolo eventual, esto es, que el acusado pudo representarse el desenlace y actuó de todas maneras. Pidieron 10 años de cárcel.
Maldonado Paone hizo alusión a una “conducta imprudente y temeraria” y al “desprecio absoluto por la vida” de parte de Huallpa Copa. Sumó a esto el riesgo que hubo para los otros peatones que estaban en ese momento en el lugar.
En el mismo sentido, se detuvo en las secuelas de por vida que tendrá la hija de Yacanto, por perder a su madre y presenciar el violento siniestro.
El abogado insistió en que el imputado “aceptó tácitamente el riesgo” que llevaba con su conducta y que hubo “falta de medidas para evitarlo”. Ejemplificó en haber dejado de tomar, trasladarse en un taxi o pedirle a otra persona que manejara. “Tomó decisiones en cada instancia del hecho”, subrayó.
Rodríguez agregó a eso que el acusado “jamás frenó o intentó frenar” y que “su intención no fue quedarse en el lugar, pero se lo impidió el destalonamiento de la rueda”.
A su vez, se refirió a que Huallpa Copa ni ninguno de su grupo familiar llamó a la ambulancia, a la Policía o se acercó a la víctima. Por el contrario, “estaba asustado por los daños a su vehículo”.
Describió que para la mujer “fue imposible evitar la colisión y sólo pudo levantar y empujar a la niña”.
El acusado, estuvo defendido por Juan Manuel Mercau y Adriana Gargiulo. El primero expuso que el hecho si era reconocido al igual que el exceso de alcohol, pero se opuso al dolo eventual.
Aseguró que la pérdida del control fue por un desperfecto de la cubierta y no se trató de un factor humano.
Asimismo, hizo énfasis en que Huallpa Copa prestó colaboración con la Justicia desde el primer momento y que tanto él como su familia fueron afectados por el accidente.
Gargiulo añadió la falta de intencionalidad de su defendido y pidió tres años de cárcel y siete de inhabilitación para conducir.